Vestas se reúne con la empresa dispuesta a salvar la planta

Con sigilo y sin luz ni taquígrafos. Así es como Vestas se reúne con la empresa que se muestra dispuesta a salvar del cierre la planta de la multinacional eólica en la localidad leonesa de Villadangos del Páramo, en un encuentro en el que estuvieron presentes el Ministerio de Industria y la Junta de Castilla y León.

Una reunión que, según las fuentes a la que ha tenido acceso EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN, tuvo lugar en la sede del Ministerio y en ella habría estado presente también el viceconsejero de Economía de Castilla y León, Carlos Martín Tobalina, pese a los nuevo intentos de los daneses por vetarle, como ya hicieron con el Ejecutivo autonómico al principio de las negociaciones tras anunciar su decisión de cerrar y mandar a la calle a los trabajadores. Encuentro que sucede al que ya mantuvieron la semana pasada los mismo actores, también en el Ministerio y del que no tampoco transcendió nada.

Lo que ahora se conoce, a decir de las fuentes consultadas por este periódico, es que este posible comprador estaría dispuesto a invertir hasta 70 millones de euros y generar un mínimo de 250 empleos, concretamente entre los 200 y 250 puestos de trabajo directos.

Pero todo esto pasa porque Vestas acceda a traspasar la fábrica de Villadangos del Páramo a un coste mínimo, algo que desde la Junta se le viene exigiendo, a través de la Consejería de Economía y Hacienda, y a lo que no parecen muy dispuestos los daneses. Al contrario, el fondo de inversión Black Rock que controla Vestas habría tasado el valor de su planta en los 70 millones de euros, según las mismas fuentes.

El principal problema radica en el hecho de que este posible comprador, que provendría del sector manufacturero metalúrgico, precisa de unas instalaciones y un espacio que le permita hacer frente a los pedidos de un contrato que tendría ya cerrado de cara a 2020. Tanto es así que, de no llegar a buen puerto las negociaciones que se están llevando a cabo con Vestas, se llevarían esa inversión a a otro territorio fuera incluso de Castilla y León.

Lo que no ha transcendido en ningún momento en el nombre de ese inversor que se muestra dispuesto a salvar del cierre a la fábrica de Vestas en Villadangos y a una parte importante de los trabajadores. Según fuentes sindicales consultadas por EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN, apuntarían a la multinacional de la automoción Gestamp o la industria del sector aeronáutica de Ginés Clemente, Aciturri. Dos nombres que no pasan de ser simples sospechas con las que trabajarían estas fuentes sindicales.

Lo que sí es claro es que existe ese inversor, que pretende llevar a cabo un plan de futuro con 70 millones de euros y hasta 250 empleos directos. La otra certeza pasa por el hecho de que Vestas no parece dispuesta a dar su brazo a torcer y entregar la planta de Villadangos a un precio mínimo.

El interés de este posible comprador, cuyos encuentros con los daneses, Gobierno y Junta de Castilla y León se han activado en estas semanas, en la tarde de ayer fue el último, se habría pensado incluso construir una planta nueva en Villadangos, pero esa se ve como una opción mucho más compleja y, sobre todo, muy lenta.