El TS ratifica la condena de Santín por las ‘tarjetas black’ e irá a la cárcel

El Tribunal Supremo ratificó ayer la condena de cuatro años al ex consejero de Bankia, el berciano José Antonio Moral Santín, por el caso de las ‘tarjetas black’ de Caja Madrid-Bankia. El que fuera consejero vicepresidente de la entidad madrile por Izquierda Unida se convierte en el segundo condenado con la pena más elevada por un delito de apropiación indebida a través de un sistema con el que se benefició de 456.522 euros y entrará en la cárcel.

La sala desestimó el recurso interpuesto y le condena como «autor criminalmente responsable de un delito continuado de aprobación indebida a la pena de cuatro años de prisión y multa de nueve meses con cuota diaria de 20 euros». Es decir, 5.400 euros y la devolución de los 456.522 euros.

En el recurso de casación interpuesto por el berciano pedía su absolución pues según su defensa nunca tuvo la posibilidad de oponerse a la decisión de emisión y entrega de las tarjetas que le ofrecían desde la entidad bancaria. Yaunque el Tribunal admite que este sistema fue iniciado por el expresidente de la entidad, el fallecido Miguel Blesa, no le exime de responsabilidad a Moral Santín. En la sentencia hecha pública ayer, los magistrados aseguran que los responsables de las famosas ‘tarjetas black’ «no tenían la obligación de utilizarla» y al hacerlo «aceptaban la participación en el plan que se les ofrecía».

A Moral Santín se le señala directamente en las más de 400 páginas de sentencia a la que ha tenido acceso este periódico. En concreto se le acusa de ser uno de los miembros de la comisión de retribuciones de la Caja madrileña donde «se debatía el importe de la dieta de los miembros del Consejo de Administración, con la mención expresa al artículo 9 de los estatutos, como único capítulo remuneratorio». De esta forma, «difícilmente ahora pueden decir que incluían a la tarjeta en dicho concepto remuneratorio cuando con frecuencia ante ellos se volvía sobre el único concepto que respondía a la remuneración de dicho órgano de gobierno».

De ahí que la de Moral Santín sea una de las condenas más elevadas, junto a la de Rodrigo Rato, ex ministro de Economía del Partido Popular con los gobiernos de José María Aznar.

La sentencia recoge en unos de sus apartados que Moral Santín «en el periodo en que fue miembro del Consejo de Administración, al tiempo que desde que se constituyó la comisión de retribuciones pasó a ser uno de sus componentes, la disposición dineraria contra la tarjeta que empleó fue la más abultada».

Los condenados actuaron, según la sentencia, como si fueran «dueños del dinero», invirtiendo los importes que consideraron oportunos en desembolsos que ellos mismos decidieron; de ahí que el Supremo reconozca que se perjudicó el patrimonio de la entidad.

En este sentido, los magistrados se preguntan «cómo podían entender de forma racional que actuaba lícitamente al realizar constantemente unos gastos, con una tarjeta de la entidad, que se cargaban a una cuenta de ésta».

Santín fue miembro del consejo de administración Caja Madrid durante 15 años, desde 1995 a 2010. El primer cargo que llevó a cabo con la ‘tarjeta black’ lo percibió el 3 de enero de 2003 y el último el 18 de diciembre de 2011, más de un año después de dejar de ser consejero de la entidad, algo que ya se recogió en la sentencia previa de laAudiencia Nacional.

La de Moral Santín no es el único recurso desestimado, otros 40 antiguos cargos de la entidad se han sumado, entre ellos el del expresidente Rodrigo Rato. También los de los exconsejeros de Caja Madrid Estanislao Rodríguez Ponga, Antonio Romero Lázaro, Francisco Baquero, y Jorge Gómez, a los que ratifican los tres años y dos meses de prisión por haber mermado el patrimonio de la entidad con cargos que oscilaban entre los 98.000 y los 266.000 euros.

Más suerte tuvieron otros dos exconsejeros, Antonio Cámara y Francisco José Moure, cuya aplicación de la reparación del daño les salva de su ingreso en prisión y al ex director general Ildefonso Sánchez Barcoj, al que los magistrados castigan ahora por un único delito de apropiación indebida en vez de los dos impuestos por la Audiencia.