La ‘España vacía’ exige un acuerdo del modelo de financiación «multilateral»

Seis presidentes autonómicos (tres del PP y otros tres del PSOE) se despojaron ayer de su ‘corsé’ político y entonaron un único estribillo para elevar la voz de esa ‘España vacía’ que, «pese a ser poco relevante allí donde se adoptan las decisiones» –representa solo el 21% de la población española–, suma 4.463 municipios y el 55% del territorio de España.

Ese estribillo, que ayer añadió nuevas ‘coristas’, contenía la reclamación hacia el Gobierno de que aborde la reforma de la financiación autonómico de forma «urgente y prioritaria». Y, además, que se realice con un «carácter multilateral» en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, «no en reuniones bilaterales», y que no contemple privilegios para ninguna autonomía, en referencia explícita a los nacionalismos. «Lo que afecte a todos, lo decidimos entre todos», apostilló el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Los máximos mandatarios de Castilla y León, Aragón, La Rioja, Galicia, Asturias y Castilla-La Mancha plasmaron ayer, en Zaragoza, ese frente de «unidad» sobre una declaración institucional conjunta que, de forma paralela, exigía al Gobierno que «no olvide en el cajón» esa estrategia nacional contra la despoblación» de la que depende en gran medida la supervivencia de la mitad de España.

Y es que, como expresaron financiación y despoblación son «dos caras de una misma moneda».

Todos ellos miraban de frente al Gobierno central, pero de reojo a Europa. Así, exigieron que en la negociación del nuevo marco financiero de fondos europeos se contemple los «desafíos demográficos», que se incluyan «instrumentos específicos para las zonas más afectadas por la despoblación» y que no prevalezca exclusivamente el reparto con criterios per cápita.

En este punto, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se mostró «alarmado» ante la desaparición en las primeras propuestas de la Comisión Europea del reto demográfico.

Durante sus declaraciones ante los medios de comunicación, los presidentes autonómicos de las seis comunidades reunidas coincidieron en que todas ellas requieren de mejores recursos para poder prestar unos servicios públicos de calidad, en especial teniendo en cuenta la previsión de liquidación de 2017 comunicada hace un par de meses, sin tener en cuenta la incidencia del cambio del sistema de gestión del IVA, según informó Ical.

Esta circunstancia incide en los recursos disponibles en 2019, dado que la previsión de liquidación del año pasado solo incluye once mensualidades del IVA, cuando debería incluir la totalidad del año.

El reto demográfico fue otro de los asuntos prioritarios abordados en el encuentro de ayer entre las seis comunidades reunidas suman un total de 4.463 municipios, es decir, el 55% del territorio nacional, el 52,8% de la superficie pero no alcanzan más que el 21% de la población. Por ello, instaron al Gobierno a que, tal y como se acordó en la Conferencia de Presidentes de enero del año pasado, se presente la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico y se debata en el marco de la comisión creada para ello.

A la cita de ayer en la ciudad de Zaragoza se sumaron los presidentes de La Rioja y de Castilla-La Mancha, que hasta el momento no habían participado en estos encuentros. José Ignacio Ceniceros consideró que la financiación autonómica es «el principal problema» que las comunidades tienen encima de la mesa en estos momentos, en especial en comunidades como La Rioja donde la financiación autonómica supone «el 80% de los ingresos ordinarios» de la Comunidad, para lo que pidió «un impulso político necesario».

El presidente de Aragón recordó que las seis comunidades reunidas ayer en Zaragoza tienen «problemas parecidos» en cuanto a demografía y financiación autonómica, y estimó que suponen «una parte fundamental» de España y del Estado español, al representar un 52% de la superficie nacional, a pesar de lo que albergan apenas al 21% de la población.

Además, incidió en que se trata de territorios con «acreditada lealtad constitucional» pero que se están quedando «vacíos» ante el riesgo de desaparición que supone ese hecho. «Una Comunidad que va perdiendo población, es una Comunidad abocada a la desaparición», declaró. Por ello, entendió que hubo que recurrir a la «humildad de planteamientos» para contrarrestar la escasez de población de cara a combatir este problema.

Para Núñez Feijóo es «un hecho positivo» que seis presidentes autonómicos estén enviando un mensaje «de optimismo» ante posturas políticas «acartonadas» en un momento en el que los políticos con más capacidad de liderazgo son «aquellos que plantean cuestiones con más fiereza y contundencia», dijo.

En lo que también coincidieron todos los presidentes autonómicos es en que este tipo de encuentros pretenden aportar un carácter «constructivo» al ser una dinámica que «no va contra nadie, y menos contra los sucesivos gobiernos de la nación», sino que lo que pretenden es ayudar a «resistir las presiones de otros que, en caso de prosperar, además de quebrantar la cohesión de España, aumentan las brechas entre territorios» y generan «injusticias irreversibles».

Para Lambán, trabajar de esta manera es «construir España de acuerdo a la Constitución» y colaborar entre las comunidades para «hacer España, hacer país y hacerlo de manera acompasada» buscando el «cumplimiento estricto de la Constitución» y para favorecer el gobierno de España con criterios «de justicia y cohesión».

Los presidentes autonómicos hicieron un llamamiento para que no se pierda la oportunidad que suponen los fondos de cohesión social para que el reparto tenga en cuenta aspectos como el envejecimiento y la dispersión poblacional, con «líneas específicas» para las zonas más afectadas por estas problemáticas.

Herrera defendió que se trata de una cooperación «en positivo» porque tanto la financiación como la despoblación son «dos cuestiones de interés general».

Todos los presidentes autonómicos hicieron piña a la hora de defender los siete folios de declaración institucional y se esforzaron en explicar que esta ‘cumbre’ no se hacía «contra nadie». Herrera llegó a tildar el encuentro como «un acto de amor con la Constitución».