Una oferta de 32.481 viviendas en stock
El 6,8% de las casas vacías en España están en la Comunidad L Castilla y León reduce desde 2011 un 20% su bolsa de inmuebles sin vender / El ritmo de absorción es tres puntos más lento que en el país
El mercado inmobiliario va ‘drenando’ a cuentagotas ese reguero de viviendas sin estrenar y esos ‘esqueletos’ de hormigón que dejó la burbuja inmobiliaria en España, y en Castilla y León. Todas las fichas que juegan en el tablero de la construcción –visados, certificaciones de fin de obra, concesión de hipotecas, compra y venta de viviendas, precio de los inmuebles...– van avanzando casillas.
El sector, tras años en dique seco como reacción a la crisis económica y a la pasada ‘borrachera’ inmobiliaria, se está reactivando. Vuelve el ladrillo, reaparecen las grúas, se mueven las hormigoneras. Y, sin embargo, aún son 32.481 las casas, pisos, chalets, adosados... que figuran en la Comunidad ‘prisioneras’ en una bolsa de viviendas nuevas sin vender, según se extrae del informe sobre el Stock de Vivienda 2018, elaborado por el Ministerio de Fomento. Son herencia de la época del boom inmobiliario.
Eso significa que Castilla y León aglutinaba al cierre del pasado año el 6,81% de las 476.938 viviendas en stock que existían en España. Sería la sexta autonomía con un mayor volumen absoluto y porcentaje de estocaje, por detrás, a distancia, de Valencia, Cataluña, Andalucía y Madrid, y próxima a Castilla-La Mancha.
Pero ¿qué porcentaje representan esas casas sin dueño en la Comunidad sobre su parte inmobiliario total? Los datos del Ministerio permiten concluir que el 1,86% del global de viviendas contabilizadas en la Comunidad están vacías.
Es exactamente la misma proporción que se observa a nivel nacional –el 1,86% de los 25,6 millones de inmuebles que registra el INE–. Sólo la Rioja, Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia, Canarias o Cataluña acabaron el año con un mayor porcentaje de casas vacías sobre su total de inmuebles.
La cifra es abultada, si bien la reactivación del mercado también ha llegado a este tipo de viviendas. De hecho, según la información que maneja el Ministerio, Castilla y León se ha deshecho del 20% de las casas sin vender en los últimos seis año.
Quiere decir que desde 2011 hasta diciembre de 2017 la Comunidad ha conseguido ‘colocar’ 8.139 viviendas de nueva planta que quedaron en tierra de nadie con la llegada de la crisis.
Se reduce, sí, pero su ritmo de absorción es más lento en Castilla y León que en el conjunto de España. Y es que su reducción fue tres puntos inferior a la alcanzada a nivel nacional, donde el stock de viviendas nuevas y vacías se redujo desde 2011 a 2017 en un 23%, hasta situarse en las 476.938. En España, durante ese periodo, prácticamente 150.000 casas nuevas descolgaron el cartel de ‘se vende’.
Eso coloca a Castilla y León como la séptima autonomía con un menor poder de venta de sus viviendas ‘almacenadas’. Nada que ver con lo que ha ocurrido en el País Vasco, que ha rebajado en un 60% su stock, o en Galicia y Baleares que lo han hecho por encima del 37%.
Ese menor ritmo también se ha percibido en el último año. En ese tiempo, Castilla y León sólo rebajó en 714 su lista de inmuebles a estrenar que no encontraban comprador, lo que supone una rebaja del 2,14%. En España, dejaron de estar en stock 14.755 propiedades, es decir un 3% de las que aún figuraban en la bolsa.
El sector reconoce que el mercado castellano y leonés camina a una velocidad más reducida, con menor fuelle que el promedio de España, pero recela de las cifras del Ministerio sobre el gran volumen de inmuebles en stock.
En opinión de Javier Vega, presidente de la Confederación Castellano y Leonesa de la Construcción, «el stock no sigue siendo tan elevado en la Comunidad», salvo que Fomento contabilice en sus datos «viviendas terminadas y polígonos que no llegaron ni siquiera a concluirse», aclara.
«Con estos datos no es posible que solo los particulares estén vendiendo casas nuevas», apostilla, mientras recuerda que «los bancos se han deshecho en los últimos años de muchas viviendas, al igual que han hecho muchos promotores, a precios más que razonables».
Asegura que el mercado inmobiliario en Castilla y León se «está moviendo». «No al ritmo que querríamos, nada que ver con el de otras zonas de España, pero sí hay movimiento», apostilla apoyándose en su propia experiencia y en datos de compraventa, de visados concedidos, de hipotecas firmadas, de precio de las viviendas... De hecho, apunta que se «está compaginando la venta de stock, con la rehabilitación y la venta de viviendas nuevas en polígonos».
El sector, en cualquier caso, no da por perdido ese stock. «Llevará tiempo, años diría, pero al final se absorberá», mantiene Vega, para quien incluso esos sectores que se construyeron a diez, quince o veinte kilómetros de distancia de las capitales de provincia se venderán. «A un precio, todo se vende», sostiene.
Eso sí, afirma que «Castilla y León es una Comunidad muy complicada, y que la despoblación condicionará el ritmo final», al igual que el cambio de gustos de los futuros compradores, que ahora prefieren viviendas en pisos, más cercanas al núcleo poblacional y de menores dimensiones que antaño.
«el sector se mueve»
Los datos dan la razón a Vega. Si echamos un vistazo a las cifras del INE y de los Registradores de España, observamos que los castellanos y leoneses han perdido ese ‘miedo’ a vender y a comprar viviendas y eso hizo que en 2017 la Comunidad cerrara con el mayor incremento porcentual de ventas de la última década, encadenando así tres años consecutivos de subidas constantes.
En 2017 se produjeron un total en la Comunidad 18.636 acuerdos de compraventa de viviendas, lo que supone un aumento del 11,5% en relación al año 2016. No se alcanzaba esa cifra desde el año 2011, cuando se vendieron 19.557 casas. A esto hay que sumar que, por primera vez desde hace siete años las viviendas nuevas despuntaron (un 15%).
Otro dato. En 2017 el número de visados contabilizados por Fomento para construir obra nueva creció un 26% en la Comunidad hasta los 3.631.
En paralelo, se produce un ascenso en el número de hipotecas concedidas. A lo largo de 2017 se firmaron 11.906 préstamos hipotecarios, lo que equivale a un incremento interanual del 7%. Aunque este indicador, al igual que el de compraventas, está experimentado una desaceleración en los primeros meses de este año, todo indica, a ojos de Vega, que la Comunidad «despega» en su conjunto, «sin que exista una provincia que destaque sobre otra».