Apuesta por el medio rural con más de cien granjas
Oblanca contrata con cien granjeros el desarrollo y crecimiento de 15 millones de pollos al año
Vista del estado actual de la planta.-E.M.
La mayoría están en León, Burgos, Valladolid, Segovia y Ávila. El grupo Oblanca contrata con más de cien «colaboradores» la alimentación y el cuidado de los pollos. Son granjeros autónomos a los que la compañía avícola les da los pollitosy el pienso, una vez que los animales sales de la planta de incubación.
Son naves estándar que pueden tener entre 15.000 y 30.000 pollos y cada explotación puede tener entre dos y tres naves, es decir entre 40.000 y 50.00 pollos. «Allí hacemos los que llamamos todo dentro y todo fuera», explica Javier Álvarez.
En una semana cada explotación se vacía y a las dos semanas siguientes se llena. «En ese periodo de tiempo que está vacía la granja se hace un vacío sanitario, se desmonta toda la instalación: bebederos, comederos, la paja, se limpia, se desinfecta la nave y se vuelve a montar todo para el siguuiete lote». Los granjeros hacen este proceso cinco o seis veces al año y asi el siguiente lote no tiene ninguna posibilidad de contaminación con el anterior.
Los pollos que salen han estado 50 días y los pollitos que entran tienen horas de vida. «Si no desinfectas, pueden contaminarse y ser un desastre.Ése es el objetivo de tener las granjas dispersas».
«A la familia que vive en el mundo rural le permite tener unas hectáreas de cereal o una huerta con remolacha o pimientos. Y asi diversifica su actividad». Sobre todo porque la crianza del pollo se traduce en ventilación, temperatura del ave y alimentación.
VETERINARIOS
«Si hay algún tipo de patología, nuestros equipos veterinarios monitorizan el proceso», explica Óscar Oblanca, quien destaca la apuesta de su compañía por el medio rural como uno de los valores de Responsabilidad Social Corporativa. «Somos una de las empresas que ayudan a fijar residencia rural . Aportamos valor a nuestro campo y a nuestra ganadería, haciendo sostenibles más de cien explotaciones ganaderas».
Oblanca destaca, al respecto, el aprovechamiento de los «recursos naturales de la región» y la generación de riqueza.
La compañía trabaja con laboratorios agroalimentarios independientes y homologados, «lo que confiere a nuestros ensayos analíticos la fiabilidad que requiere el sector de la alimentación».
«Desde nuestras propias granjas y hasta que el producto está en el punto de venta, realizamos más de 2.000 analíticas anuales (análisis nutricionales, de superficies, de manipuladores, microbiológicos y de vida útil), para satisfacer las expectativas de nuestros clientes en lo que a seguridad alimentaria se refiere».
Oblanca recibe cada mes 6.500 toneladas de cereal para las granjas. El trigo lo adquiere a empresas de Castilla y León. Sólo tiene que importar de Brasil soja para la alimentación.