Castilla y León mantiene 28 colegios ‘en riesgo’ de perder los cuatro alumnos

La despoblación afecta a muchos aspectos de la vida cotidiana de los castellanos y leoneses. Entre ellos está la educación de cada vez menos niños que viven en los municipios más pequeños. Por este motivo, el consejero de Educación, Fernando Rey, anunció la semana pasada que el gobierno autonómico «mantendrá las escuelas del medio rural con tres alumnos bajo ciertas condiciones».

Las condiciones exactas, según pudo saber este periódico, obligarán a que haya al menos tres alumnos matriculados con «asistencia regular» a clase. Además, los datos de empadronamiento deben prever un incremento de la escolarización para el siguiente curso escolar.

El ayuntamiento del municipio interesado ha de solicitar el mantenimiento de la unidad y los progenitores deben tener intención de escolarizar a sus hijos en ese centro en lugar de llevarlos a uno más grande de una localidad cercana. Según la Consejería de Educación, en Castilla y León hay 28 colegios rurales con cuatro alumnos en el vigente curso, que está a punto de terminar.

De las 28 escuelas que el próximo año académico se podrían acoger a la nueva medida de Educación, trece se concentran en localidades leonesas, siete en Salamanca, cuatro centros en Zamora, tres en Palencia y uno en la provincia abulense.

Según explicaron fuentes del ramo regional de Educación a este diario, de estos 28, se calcula que diez perderán un alumno porque este pasará al siguiente ciclo educativo, ya sea primaria o secundaria, según las condiciones del centro, aunque en la mayoría de los casos los estudiantes acudirán a un instituto rural.

Tiene que haber voluntad social y política para que estos centros se mantengan el curso que viene bajo el amparo de la nueva medida de Rey. Este es un cálculo de la Consejería, que se confirmará o desmentirá en función de la matriculación de alumnos.

Está previsto que los listados de las escuelas infantiles se publiquen antes del 30 de mayo. Para las matrículas del resto de ciclos educativos, habrá que esperar al 22 de junio, fecha en la que se publicarán los listados definitivos de adjudicación.

Si un alumno abandona el centro rural de forma «sobrevenida» y el colegio no alcanza los tres estudiantes que asistan a clase de forma regular, «la unidad dejará de funcionar y el alumnado será escolarizado en el centro correspondiente», explican desde la cartera dirigida por Rey.

A esta se añade una última condición. Si después de tener tres alumnos no se incorporan nuevos niños como estaba previsto para alcanzar cuatro estudiantes en el plazo extraordinario de septiembre, el colegio en cuestión «dejará de funcionar».

Desde la Confederación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos del ámbito Rural de Castilla y León (Confarcale) califican esta medida de «muy positiva» y «muy importante» porque ayuda a «fijar población», una postura que ha defendido la confederación y un compromiso de la Junta de Castilla y León, lo que muestra la «sensibilidad» de la Administración, según el presidente de Confarcale, Antonio González.

«De esta forma se mantiene la escuela rural, porque si se cierra una escuela, se cierra el pueblo, o queda destinado a cerrar», expresa a este diario el máximo representante de los pradres de alumnos de escuelas rurales.

González destaca no solo la importancia de mantener abiertos los colegios e institutos rurales, sino de conservar la calidad educativa en los centros para que no se «resienta» la educación de los pequeños de los pueblos, que tienen que aprender junto a niños de otras edades diferentes de la suya.

«Castilla y León es la región más grande de España y Europa, con una orografía complicada», afirma González. Por este motivo, hay provincias que tienen poblaciones más concentradas y otras provincias sufren más dispersión de habitantes, lo que explica que haya más escuelas pequeñas en provincias como León, Salamanca o Zamora.

«La mayoría de las escuelas se quieren quedar con tres o cuatro alumnos y las asociaciones de padres y madres estamos contentos», expresa el presidente de Confarcale. «Estamos orgullisísimos y contentísimos con esa medida», concluye.

León. La provincia leonesa cuenta con trece escuelas que únicamente tienen cuatro estudiantes. Esta cifra es bastante superior a la del curso pasado, cuando únicamente se contabilizadon tres colegios tan poco numerosos. Si los estudiantes pasan a Secundaria y, por lo tanto, cambian de centro escolar, se reduce el número de alumnos y puede provocar el cierre de un centro de la noche a la mañana.

Los colegios con cuatro estudiantes pertenecen a las localidades de San Andrés de las Puentes, Destriana, Miñambres de la Valduerma, Acebes del Páramo, San Juan de la Mata, Altobar de la Encomienda, Orallo, Sosas de Laciana, Congosto, Viloria, Bercianos del Real Camino, Villasinta de Torio y Silván.

Salamanca. Hasta siete centros salmantinos –dos más que el curso pasado– tienen actualmente cuatro alumnos, concretamente las escuelas ubicadas en Galindo y Perahuy, Ragama, La Maya, Sorihuela, Garcibuey, Pereña y Retortillo. Estos son los colegios que, según calcula la Consejería de Educación, podrían pasar a tener tres alumnos el próximo curso, por lo que la nueva medida evitaría que se cerraran las clases.

Zamora. Las cuatro escuelas que se pueden ver beneficiadas por la iniciativa de la Junta de Castilla y León están localizadas en Aspariegos, Pobladura del Valle, Villalba de la Lampreana y Peleas de Arriba. Este es el segundo curso consecutivo con cuatro centros educativos con cuatro alumnos, una cifra superior a la de los cursos 2014-2015 y 2015-2016.

Palencia. La provincia palentina tiene en su registro tres centros con cuatro alumnos, el Alonso Berruguete de Lantadilla, el Padre Anastasio Gutiérrez de Santervas de la Vega y el Campos de Castilla, ubicado en Villaumbrales. Este curso ha habido una escuela más que el curso 2016-2017, cuando solo dos centros tenían tan pocos estudiantes.

Ávila. Ávila es la provincia con menos centros de pocos alumnos, de apenas cuatro estudiantes. En concreto, el colegio Las Cogotas de Gotarrendura, una localidad de apenas 161 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Resto de provincias. Burgos, Valladolid, Soria y Segovia no tienen ningún centro con cuatro estudiantes este curso. Sin embargo, esto no garantiza que el próximo septiembre haya algún aula con este ratio de alumnos. Por ejemplo, Burgos tuvo un centro tan pequeño en 2014-2015, ninguno el siguiente curso y otro en 2016-2017.

Esta es la dinámica general, fluctuante en los últimos años en las provincias de Valladolid y Soria. Segovia, por su parte, es la única que lleva cinco cursos académicos sin registrar colegios con cuatro alumnos, el mínimo actual para abrir un centro.