«El talento nunca se genera ni se desarrolla en cautividad»

Javier Fernández es un consistente investigador a la vez que un cercano asesor y formador para equipos directivos de empresas e instituciones públicas en cincuenta países. Además de socio director de Mindvalue- firma de asesoramiento para la alta dirección- es director de la Cátedra de Management Fundación bancaria «la Caixa» en IE Business School. Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales y ha escrito sesenta libros, la mitad, en colaboración. Su obra más reciente es ‘Jesuitas, liderar talento libre’.

Pregunta.- En su ponencia desgranará su libro, ‘Jesuitas, liderar talento libre’, que extrae enseñanzas de la Compañía de Jesús para aplicarlas a la actualidad. ¿Cómo se conectan dos ‘mundos’ tan distintos?

Respuesta.- Las organizaciones se parecen mucho más de lo que a primera vista pudiera pensarse. Todas están formadas por personas, y las criaturas humanas actuamos con determinadas claves que son en su mayoría comunes. Casi todo lo que ha vivido la Compañía de Jesús en su conjunto y cada uno de sus miembros en particular sirve en un 95% para cualquier organización de cualquiera sector y época.

P.- Liderazgo, talento y libertad son las bases de su propuesta de un estilo de dirección basado en la motivación de personas con habilidades que actúan con sana autonomía.

R.- El talento nunca se genera ni se desarrolla en cautividad. Las organizaciones son seres vivos compuestas por seres vivos. Si éstos últimos tienen talento y se les deja actuar una vez que han asumido el compromiso, los resultados tienden a ser excelsos. Obviamente algunos aprovechan la libertad para su capricho, porque genialidad y estupidez son paredañas, fundamentalmente cuando falta humildad y sobra jactancia.

P.- A lo largo de los 19 capítulos del libro expresa la problemática de un proyecto empresarial. ¿cuáles son los momentos críticos?

R.- Sin duda el arranque, pues resulta fácil abortar criminalmente a un proyecto en ciernes y hay mucho Herodes suelto. Cuando una organización está aparentemente consolidada, suele presentarse otra patología que es el orgullo colectivo, la supremacía o considerarse más que los demás. Eso demuestra poca capacidad mental y desvela ignorancia y escasa preparación. Comunismo, nazismo, fascismo y nacionalismo son manifestaciones diversas de una misma enfermedad.

P.- Hace especial hincapié en su obra en la formación especializada en la práctica.

R.- La formación sólida es necesaria para llevar adelante un proyecto. En las más de quinientas organizaciones que hasta el momento han solicitado mi asesoramiento he verificado una y otra vez que la formación resulta esencial para la sostenibilidad. Muchas iniciativas fracasan no porque sean deficientes, sino porque sus promotores no se han preparado lo suficiente. Al menos deberían suplir sus carencias con asesoramiento adecuado.

P.- ¿Cómo ha afectado la crisis a la gestión de los recursos humanos?

R.- En estos años de crisis muchos se han tornado más sabios. Otros, solo son igual o más vociferantes que antes, como si el que ellos viviesen bien fuese obligación de los demás. Hay un excesivo egoísmo camuflado de reivindicaciones. Un buen lema podría ser, menos quejarse y más esforzarse.

P.- ¿Qué dotes debe poseer el directivo para afrontar un periodo de crecimiento?

R.- Formación, constancia, búsqueda de buenos asesores, optimismo, realismo y visión estrategia, entre otros.

P.- ¿Y los empleados?

R.- Lo primero es demostrar la propia valía y luego reclamar mejoras. Demasiados que carecen de experiencia y de capacidad de incrementar valor a una organización desembarcan con ridículas ínfulas. Despacito y buena letra, reza el refrán. La recompensa ha de llegar, pero hay que demostrar esfuerzo.

P.- En cualquier caso, el nuevo mercado laboral debe plantearse como un compromiso entre ambas partes.

R.- Sin duda. El equilibrio armónico entre los diferentes stakeholders es imprescindible. Hay que repudiar a aquellos empresarios que solo piensan en sus dividendos, y de igual manera a aquellos empleados que olvidan que cada día han de ganarse su salario.

P.- ¿Hacia dónde camina la gestión de los recursos humanos?

R.- Se precisan ya hoy en día, y más en el futuro, personas con sólida preparación técnica, coherente ética profesional, constancia y capacidad de trabajar en equipo.