«El Incibe debe especializarse en la gestión de crisis de seguridad»

Va camino de los dos años al frente del Instituto Nacional de Ciberseguridad, donde antes ejerció como director de operaciones. Una experiencia en el mundo de la ciberseguridad que lleva a Alberto Hernández a resaltar que el reto fundamental del Incibe es concienciar a las personas y a las empresas para que se protejan de los ataques que vienen de fuera.

PREGUNTA.- ¿El Incibe ya está afianzado, sabe hacia dónde camina y cuál es su futuro?

RESPUESTA.- Incibe tiene una misión muy clara de apoyo a la protección de los ciudadanos y de las empresas en España. Incibe forma parte del esquema de ciberseguridad nacional, marcado por la estrategia de ciberseguridad nacional, en la que hay otros organismos públicos, como el centro criptológico nacional en el ámbito de la protección del sector público; el mando conjunto de ciberdefensa, con la capacidad de respuesta en caso de que haya un conflicto en el ciberespacio; el Ministerio del Interior, en el caso de las infraestructuras críticas en la persecución del ciberdelito; el de Justicia, también. Exteriores, en el ámbito de las relaciones internacionales. Y nuestro ministerio, la Secretaría de Estado y en concreto Incibe, en la protección de los ciudadanos y del sector privado. Incluyendo, en colaboración con el Ministerio del Interior, la protección en el ciberespacio de las infraestructuras y de los operadores e infraestructura crítica.

P.- ¿El Incibe podrá ser alguna vez ese gran polo alrededor a través del cual en Castilla y León se pueda generar estructura empresarial, que fue la idea con la que nació como Inteco?

R.- Ese es un proceso que requiere tiempo, pero sí creo que estamos en el camino. Si hablamos de nivel de inversiones, el pasado año se aprobaron los mayores presupuestos que contó Inteco y ahora Incibe desde su creación, más de 23 millones. Lo que está contemplado en el borrador general de los Presupuestos del Estado es superar esos 23 millones este año y en ese tiempo sí que se está dinamizando la industria porque es un dinamizador de la industria. En estos últimos años hemos desarrollado actividades que lo que han hecho es atraer y generar conocimiento en torno a Incibe y atraer a organizaciones de numerosos países alrededor de Incibe y de León para aprender ciberseguridad o para establecer o desarrollar proyectos colaborativos con Incibe. Desde nuestro punto de vista hay que entender que en este nuevo sector de la ciberseguridad y la tecnología la localización geográfica no es lo más importante. Lo más importante es el desarrollo de conocimiento. Y en eso hemos estado trabajando en Incibe en los últimos años. Si hablamos en el volumen de contrataciones, en 2017 Castilla y León fue la segunda Comunidad en número de contratos adjudicados, de las licitaciones que hacemos desde Incibe. Sí que tiene un reflejo la actividad de Incibe en la contratación de empresas de la región. Pero es cierto que estamos en proceso. El sector de la ciberseguridad es un sector nuevo, con un crecimiento muy importante, del 11% al 13% anual a nivel mundial, que también se está produciendo a nivel nacional. Lo que iremos viendo a lo largo de los años es el desarrollo de las empresas actuales y la generación de nuevas empresas. Pero estamos en ese proceso todavía.

P.- Por lo que dice, si la ubicación geográfica no es importante, no es de esperar que esto sea un gran polo de atracción de empresas.

R.- Creo que sí puede serlo. La localización geográfica no es importante, pero hay que entender que la forma de hacer negocio hoy en día está cambiando radicalmente por el proceso de transformación digital, que está permitiendo que los negocios se hagan a nivel internacional y lo importante en ese mercado es el conocimiento. La cercanía física de una empresa a un centro de conocimiento como el Incibe es un parámetro más, no el más importante, pero es un parámetro más. Pero es cierto, que a través de Incibe se genera conocimiento y las empresas que están más cerca pueden o tienen más facilidad de cogerlo. Todas ellas, las leonesas, las de Castilla y León y las españolas van a tener que competir en un mercado internacional. Hacia lo que vamos es hacia mercados globales en los que empresas de cualquier país pueden competir en mercados a miles de kilómetros de distancia, y no solamente en el ámbito de la ciberseguridad.

P.- ¿Cree que el Incibe está preparado para ser ese centro que aglutine y que sea referencia en ciberseguridad?

R.- Creo que sí. Hemos estado haciendo muy buen trabajo y tenemos los parámetros y las condiciones para poder ser un centro de referencia internacional, uno de ellos. La ciberseguridad se ha convertido en un objetivo fundamental de muchos países, que están invirtiendo muchos recursos y también quieren liderar este sector. Podemos decir que Incibe es un referente en muchos países de interés comercial para España, por ejemplo, de Latinoamérica. La iniciativa ‘summer bootcamp’, por la que se capacita de forma gratuita a expertos en ciberseguridad de carácter técnico, a jueces y fiscales y a policías. Con todo, el pasado año se contó con 300 personas de 30 países. Nuestro objetivo este año es superar las 400 y aumentar el número de países. Tenemos un tejido empresarial en el ámbito de la ciberseguridad importante. Tenemos contabilizadas más de 200 empresas que tienen producto o servicio de ciberseguridad en nuestro país y algunas de ellas ya están compitiendo en el mercado internacional.

P.- ¿El siguiente paso del Incibe no debe ser especializarse dentro de la ciberseguridad?

R.- Eso tiene que ver, precisamente, con el modelo de lo que debe ser Incibe, lo que somos ya y lo que debemos ser. Debemos ser muy buenos, estar especializados en gestionar iniciativas públicas, proyectos que presten servicios públicos a nuestros ciudadanos y faciliten el desarrollo de las empresas. Eso significa que debemos ser capaces de trabajar y apoyarnos en la especialización que tiene el sector privado. No debemos entrar en competencia con ellos, sino aprovecharnos de su especialización para desarrollar esos servicios avanzados. Para nosotros es muy importante ser capaces de gestionar crisis. Ya vivimos el pasado año dos crisis derivadas de dos incidentes de ciberseguridad, como fueron ‘Wanna Cry’ y ‘Petya’. Sí que tenemos que especializarnos en la gestión de crisis. Para gestionar una crisis, necesitamos apoyarnos en servicios especializados que están en la industria, y ahí está la clave. El sector privado está invirtiendo y apostando por la especialización. Si hay servicios especializados en el sector privado, tenemos que ser capaces de trabajar con ellos.

P.- ¿No debería encaminarse el Incibe a ser un gran foco de formación, para el sector público (el ejército, las policías, inteligencia...) y para privado?

R.- Nosotros tenemos un objetivo muy ambicioso y es que apoyemos a que España sea un país de referencia en la formación y capacitación de profesionales. Incibe puede jugar un papel importante en impulsar esa iniciativa. Un ejemplo de ello es el ‘Summer bootcamp’, que es el primer paso para nosotros para poder convertir a nuestro país en un referente en capacitación a nivel internacional. Pero lo que queremos es que las propias universidades españolas ofrezcan máster que atraigan a estudiantes de otros países. ¿Y eso cómo lo podemos hacer? Mejorando el posicionamiento y la imagen de nuestro país en el ámbito internacional en el ámbito de la ciberseguridad. Si este año conseguimos traer a más de 400 alumnos de diferentes países a estudiar en nuestro país, van a entender nuestro papel y probablemente puedan pensarse en un futuro no en venir 15 días, sino cursar un máster. Tenemos en marcha un proyecto en colaboración con la Fundación Carolina para traer en torno a diez estudiantes de Latinoamérica para estudiar un año de ciberseguridad a nuestro país. En el ámbito de la administración pública, la competencia de la formación y la protección la tiene el centro criptológico nacional. También trabajamos en la promoción del talento. Estamos formando jóvenes a través del Cybercamp y otras iniciativas para que puedan incorporarse a este sector. En resumen, estamos haciendo multitud de iniciativas que llevan como objetivo final a medio plazo que nuestro país se convierta en referente, pero necesitamos la participación de universidades públicas, privadas y otros centros de formación de diferente índole.

P.- ¿No se ha planteado la posibilidad de generar con las universidades algún tipo de iniciativa de máster o de estudios especializados?

R.- Hace ya bastantes años apoyamos a la Universidad de León en el diseño y la implantación de un máster en ciberseguridad, era un máster profesional y ahora tiene uno de los primeros másteres oficiales en castellano y en inglés. Este año, además, se iniciará un nuevo máster sobre aspectos legales o la ciberseguridad en el ámbito legal, también apoyado por Incibe.

P.- ¿El problema no es que el Incibe se ha convertido en algo tan goloso que hace que el centralismo político al final quiera que esté en Madrid?

R.- Creo que mirando solo datos objetivos, uno, el nivel de inversión, el presupuesto que tenemos, ha crecido hasta convertirse en el más alto de la historia; dos, el pasado año se nos aprobó la incorporación de 27 trabajadores más, aquí en la sede de León, que es la sede de Incibe. Y en el borrador del Presupuesto tenemos prevista, pendiente de aprobación, la incorporación en los próximos meses de 70 personas en su gran mayoría, por no decir todas, en la sede de León. La apuesta clara de proyecto de Incibe y su establecimiento en la ciudad de León es manifiesta.

P.- ¿Cuánta gente trabaja en el Incibe?

R.- 106 personas. Pasamos el pasado año de 79 a 106 y tenemos 70 incorporaciones contempladas para los próximos años.

P.- ¿No corre el riesgo de convertirse en un mero intermediario, en un mero consultor y no un motor que impulse iniciativas?

R.- Creo que todo lo contrario, somos un motor que impulsa iniciativas. En Incibe lo que se tiene es el conocimiento, las ideas, las propuestas innovadoras y además ahora, desde hace ya tiempo contamos con el presupuesto para llevarlas a cabo. Hay que entender que Incibe como entidad pública debe cuidarse muy mucho de competir con el sector privado. Si intentamos tener en Incibe lo que existe en el sector privado estaríamos duplicando recursos con dinero público. Trabajando con el sector privado no sólo conseguimos el mismo fin, sino que dinamizamos la industria y permitimos la generación de puestos de trabajo y la creación de empresas. Creo que es el modelo que debemos seguir.

P.- ¿Se está paliando ya esa falta de profesionales técnicos cualificados de la que se hablaba en un principio y que era uno de los hándicap con los que se podía encontrar un instituto como este?

R.- Diferentes estudios a nivel internacional y europeo indican que existe una demanda real no satisfecha de profesionales en el ámbito de las tecnologías. No es algo específico de la ciberseguridad. Recordando uno de los estudios de la propia Comisión Europea, decía que para 2020 podría haber más de un millón de puestos de trabajo no satisfechos o no cubiertos dentro de la Unión Europea. Hay una demanda enorme de profesionales y cuesta encontrarlos. De hecho, se quedan puestos de trabajo vacantes. Solucionar el problema pasa por varias acciones. Hasta dentro de diez, quince años probablemente no estará solucionado porque tenemos que empezar a trabajar en edades tempranas. Todos sabemos que las carreras universitarias de ingeniería o tecnológicas tradicionalmente han sido entendidas como carreras muy duras. y muy especializadas, lo que ha hecho que muchos jóvenes se decanten por otro tipo de profesiones. Los propios rectores nos dicen que el número de alumnos en carreras de ingeniería ha caído en los últimos años. También es verdad que la evolución demográfica del país, en la que hay menos jóvenes, también tiene un impacto en eso. Además, dentro de los jóvenes que estudian las carreras técnicas nos encontramos que ya hay muchas ramas de la tecnología. Personas que se quieren dedicar a la inteligencia artificial, al Big Data, a las redes sociales, al Cloud y ahora nos encontramos con la ciberseguridad. Por lo tanto, estamos en una situación que requiere tomar muchas acciones. Lo que estamos haciendo nosotros es ir a edades tempranas en colegios e institutos para animar a los jóvenes a que se interesen por este campo profesional. Muchos chicos y chicas que tienen ahora 14 años tenemos que trabajar ahí para que se quieran dedicar a este ámbito de las tecnologías.

P.- Habla usted del máster de la ULE de hace tiempo y ahí se ha quedado. ¿No es absurdo que con el problema de alumnado en Castilla y León con títulos algunos con tres alumnos, títulos repetidos, universidades como Valladolid o Salamanca, que están al lado, no han sabido apoyarse en el Incibe? ¿Recomendaría que generaran ese tipo de títulos y se apoyaran en el Incibe?

R.- Nosotros animamos a todas las universidades que se quieran involucrar en la ciberseguridad, no solamente en la formación, sino también en la investigación, el desarrollo y la innovación. El problema es complejo. Hemos visto en los últimos años organizaciones de máster de entidades públicas y privadas que no se han cubierto por una falta de interés por el sectortecnológico en general. Si bien en la formación existe una oportunidad, también en la I+D+i. En ese sentido, hemos invertido y estamos invirtiendo bastantes recursos del Incibe y públicos en el fomento de la I+D+i. Hemos lanzado un programa de ayudas a la I+D+i de dos millones para que se contraten equipos de doctores y predoctores para constituir equipos de I+D+i en el ámbito de la ciberseguridad. Además estamos convenciendo de forma unilateral a universidades para desarrollar proyectos de I+D+i específicos que tengan o bien un interés especial para las iniciativas de Incibe o que puedan ser de interés para la Policía o la Guardia Civil. Porque muchas de la actividad que desarrolla Incibe en el ámbito de las tecnologías tiene que ver con ayudar a las fuerzas de seguridad del Estado.

P.- ¿Por dónde pasa el reto de futuro del Incibe?

R.- Por seguir la misma línea que estamos llevando ahora. Tenemos un plan estratégico que nos marca claramente y creemos en él. Tres objetivos muy ambicioso y muy claros. El primero es en la protección del ciudadano y el sector privado. Tenemos un papel fundamental para concienciar a ciudadanos y empresas. La ciberseguridad no es un aspecto reservado a organismos o a países muy especializados y con unos objetivos muy llamativos, la ciberseguridad afecta a toda aquella persona que utiliza tecnología. Y hoy ya hay más móviles que personas. Se puede ser tanto víctima de un incidente, de un ciberataque, de una extorsión, de un fraude, como partícipes sin saberlo. Debemos acercar la ciberseguridad de una forma amigable, sencilla. Cuando cogemos un móvil tenemos que aplicar ciertas reglas y a día de hoy consideramos que prácticamente todo el mundo, toda la sociedad española sabe que la ciberseguridad ya es algo que les puede afectar, pero quizá no saben de qué forma pueden protegerse. Tenemos que tener la capacidad de detectar lo antes posible todos los ciberataques o incidentes que puedan afectar a ciudadanos y empresas. Analizarlo, ponerlo en conocimiento y ayudar en la protección. Hay que seguir trabajando en unir esa capacidad técnica que tenemos con las capacidades de investigación de la Policía y la Guardia Civil. Unir el conocimiento de un investigador con el conocimiento de un técnico está generando muy buenos resultados en la lucha contra el ciberdelito. Por último, y también lo tenemos muy claro, sabemos que la ciberseguridad es una oportunidad real para general puestos de trabajo. Para desarrollar las empresas de ciberseguridad actuales. Para ayudar a convertir empresas hacia este nuevo sector y para desarrollar nuevas empresas, generar ‘start ups’... Con los datos que hemos desarrollado desde Incibe estamos viendo que muchas de ellas siguen siendo viables y algunas están vendiendo ya en los últimos tres años en mercados internacionales. Creemos que trabajar por ahí va a facilitar la generación de riqueza en nuestro país.