Seopan defiende el peaje en la AP-1 para evitar el «caos»

La patronal de las grandes constructoras y concesionarias (Seopan) defendió ayer el mantenimiento del peaje de la autopista AP-1 más allá del fin de la actual concesión, que termina en noviembre de este año.Seopan advirtió de que si se levantan los peajes en esta vía, la intensidad media diaria de paso por la AP-1 se elevará el 36 %, hasta los 27.000 vehículos, de los que el 30 % serán camiones, lo que dificultaría mantener la seguridad mientras siguen las obras de construcción del tercer carril.

La asociación plantea mantener el modelo para evitar el «colapso» de la autopista y la pérdida de un retorno fiscal de la AP-1 en 23 millones al año y la asunción por parte de los contribuyentes de los costes de mantenimiento de 6 millones de euros al anuales.En este sentido, la patronal considera que la autopista necesita una inversión de 327 millones de euros para su ampliación y mejora.

El presidente de Seopan, Julián Núñez, señala que para completar la totalidad del trazado de la autopista a tres carriles, es preciso «realizar una vampliación de capacidad en el tramo Castañares-Ameyugo de 66 km de longitud». A ello, habría que añadir adecuaciones de señalización, de túneles, así como nuevos aparcamientos de emergencia y ampliar las actuales áreas de servicio. Durante el balance que realizó ayer, el presidente deSeopan considera que la autopista tiene un elevado tráfico de extrannjeros que justificaría también mantener el peaje, ya que, aseguró, son la gran parte de los 20.000 usuarios que pasan a diario por la autopista, la mitad en verano. A ello añadió, que el pago del peaje sirve para reequlibrar el tráfico de las distintas carreteras.En concreto, si se liberalizara la autopista el tráfico se elevaría un 36% en esta vía, lo que podría generar un«caos».

Han pasado más de tres meses desde que la Junta y el Gobierno acordaron llevar adelante el desvío bonificado de camiones por la autopista para evitar su paso por la N-I. Y quedan ocho para que termine la concesión. Preguntado por esta cuestión, el presidente de Seopan considera que «en tanto no esté terminada la referida ampliación de capacidad a tres carriles en toda la autopista, se trata de una medida inoportuna por cuanto podría suponer un aumento de la siniestralidad en el subtramo Castañares-Ameyugo».

La patronal considera que se debe mantener el actual modelo de concesión, aunque «con cambios que den satisfacción a todas las partes». En este sentido, Seopan insistió en que «no tiene sentido sufragar con impuestos el tráfico extranjero». Entre esos posibles, la patronal admite la posibilidad de que los camiones pudieran tener algún tipo de rebaja en el pago del peaje. Otra de las propuestas que pone sobre la mesa Seopan es que los usuarios del entorno habituales también pudieran tener rebajas en el pago del peaje.

El presidente de Seopan tampoco considera adecuado que en el caso de la autopista se pueda adoptar un modelo de concesión como el que se hizo con una autovía de primera generación como la A-1, después de la remodelación general a la que se sometió esta vía y por la que el Gobierno paga un canon anual superior a los 30 millones de euros.

Núñez considera que «tal opción, en el caso de la AP-1, supondría trasladar al contribuyente español un coste anual recurrente, ello en beneficio de los vehículos extranjeros que diariamente circulan por esta vía. No sería una opción válida, en nuestra consideración».

Sobre su la autopista debería tener más salidas -no tiene ninguna entre Rubena y Briviesca-, el presidente de Seopan responde que «sería preciso realizar un estudio de demanda que justificase en términos de coste económico una determinada rentabilidad socio económico para las nuevas inversiones en accesos a realizar». La autopista AP-1 es la primera de una media docena e vías de este tipo acaban sus concesiones en los próximos años.