El PSOE inicia el curso con tensión
Tino Rodríguez llevará el caso del kilometraje de Lora, que rechazar hablar, ante la federal
El lío en el Partido Socialista de Castilla y León lejos de mitigarse va cada vez a más. Tanto que los socialistas inician el curso político, como lo acabaron, con tensión.
Tensiones que se evidencian en el Pleno de las Cortes, en el que el secretario provincial de León, Tino Rodríguez, se ve relegado ahora a la última fila de los escaños del grupo socialista. Una decisión que llega después de que el secretario autonómico y portavoz en las Cortes, Luis Tudanca, lo laminara como viceportavoz para colocar en su lugar a Álvaro Lora.
Precisamente, el caso de los kilometrajes que Lora lleva pasados a las Cortes por viajar desde Sahagún, donde está empadronado y supuestamente tiene fijada la residencia, hacia Valladolid es el úlitmo capítulo de la permanente tensión en la que vive el socialismo castellano y leonés.
Un caso, el de Álvaro Lora, quien ayer rechazó hacer declaraciones, sobre el que tendrá que pronunciarse la dirección federal del Pedro Sánchez, toda vez que Tino Rodríguez lo acaba de remitir a Ferraz, «ante el apoyo y la inacción de la autonómica», indica.
El líder del PSOE leonés entiende ahora, aunque Lora lleva más de dos años pasando esos kilómetrajes sin que nada se dijera desde la ejecutiva de León, que está incumpliendo «gravemente» el código ético del partido.
Mientras, desde Izquierda Unida y Podemos, sus portavoces José Sarrión y Pablo Fernández, respectivamente, abogan por sueldos dignos, transparentes y con control en la Cámara para evitar el «teatrillo, trampas y triquiñuelas» y el «cachondeo» en las distintas remuneraciones de los parlamentarios, unos liberados y con salario y otros, la mayoría, con dietas por asistencia a las sesiones.
Fernández y Sarrión apuestan por extender la posibilidad de que todos los procuradores perciban un sueldo de la Cámara por sus trabajo. El parlamentario de IU, sin entrar en ese caso, que de confirmarse sería un «acto reprobable», apuntó a una reforma para evitar el «cachondeo». En la misma línea se pronunció Pablo Fernández.