Diario de Valladolid

Dos heridos por asta de toro en el primer encierro de las fiestas de Cuéllar

Uno de los novillos de Ave María-Sardinero fue sedado tras salirse del recorrido en el tramo final de ‘El embudo’

Momento del encierro de Cuellar.-ICAL

Momento del encierro de Cuellar.-ICAL

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ICAL

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Dos personas resultaron heridas por asta de toro en el primer encierro de la fiestas de Cuéllar (Segovia). Un vecino de Soria fue intervenido, en la plaza, de una cogida menos grave en el muslo, y trasladado al Hospital de Segovia. El segundo herido, de Pedrajas de San Esteban, sufrió un raspón en el pecho y fue llevado, por precaución al ‘Rio Hortega’ de Valladolid.

Los cirujanos calificaron de “menos grave” la doble cornada, en el muso anterior y posterior, del corredor soriano que fue cogido por los novillos de Ave María-Sardinero en propia plaza de toros. Fue intervenido en la enfermería y posteriormente trasladado en ambulancia al Complejo Hospitalario de Segovia.

El segundo herido por asta de toro, con un raspón en el pecho, estuvo consciente en todo momento, y fue llevado al hospital ‘Rio Hortega’ de Valladolid, por “ser vecino de Pedrajas de San Esteban”, explicó el alcalde de Cuéllar, Jesús Pastor.

El primer encierro de las fiestas de la Virgen del Rosario 2017 no fue fácil. Un novillo castaño de la ganadería Ave María-Sardinero, causó momentos de muchísima tensión al subirse por las laderas, donde había un numeroso grupo de espectadores, en la parte baja de El Embudo, obligándoles a ponerse a salvo.

El novillo terminó precipitándose hasta la calle, en una zona muy próxima a los primeros edificio de Cuéllar, entrando por detrás de las talanqueras, provocando miedo y tensión entre los aficionados. No fue posible reconducirle hacia el recorrido urbano y finalmente, la res fue anestesiada. Según el alcalde, no hubo que lamentar daños personales importantes entre los espectadores, “sólo heridas de pequeña importancia”.

Del resto de la manada, cuatro novillos entraron muy rápido en las calles de la villa, con los bueyes y mansos, para protagonizar junto a los mozos, buenas carreras por las calles cuellaranas. Los corredores también estuvieron muy pendientes del quinto que sólo en la plaza de toros. Las dos cogidas se produjeron en la misma plaza.

Los astados de Ave María-Sardinero también dieron problemas en el recorrido por el campo, obligando a los caballistas a emplearse a fondo para reagrupar a los seis novillos en diferentes tramos. “Se descolgaba y había que estar constantemente tirando de ellos”. Los esfuerzos dieron sus frutos y la manada llegó al completo a la parte alta de El Embudo.

El alcalde de Cuéllar no descartó que por un quite realizado por alguna persona durante el descenso, dos astados se salieran del recorrido. Uno pudo ser reconducido y el sexto, fue el que provocó escenas de mucho peligro hasta ser sedado.

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