Diario de Valladolid

ZAMORA DESPIDE A ÁNGEL NIETO

Una leyenda con motor zamorano

A pesar de emigrar cuando tenía un año a Madrid, Ángel Nieto estrechó lazos durante toda su vida con su Zamora natal / Presidente de honor del Asociación Motociclista Zamorana, el 12+1 veces campeón mundial disfrutaba de su casco antiguo y presumía de sus raíces, llegando incluso a hacer de guía turístico a su rival y amigo Aspar

El piloto posa sobre la icónica moto Derbi con la que ganó el primero de sus ‘12+1’ campeonatos del mundo.-ICAL

El piloto posa sobre la icónica moto Derbi con la que ganó el primero de sus ‘12+1’ campeonatos del mundo.-ICAL

Publicado por
J.L. CABRERO / G. SANZ / ZAMORA / VALLADOLID
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El barrio de Pantoja fue, sin saberlo, testigo de cómo nace una estrella el 25 de enero de 1947. En sus calles vio la luz por primera vez Ángel Nieto. Allí siempre estarán las raíces del mejor piloto de la historia, un héroe del motor que nunca se olvidó de regarlas, incluso después de emigrar al madrileño barrio de Vallecas cuando el pequeño Ángel apenas había soplado la vela de su primer cumpleaños.

En la capital de España comenzó a florecer la pasión de Ángel Nieto por las motos. Las piezas de los motores le llamaban más la atención que los libros de texto y pronto apretó el acelerador hacia el campo de la mecánica. Entre clases y sueños, los veranos eran para el histórico piloto un reencuentro con su pasado. Durante los meses de vacaciones las visitas a su tía eran de obligado cumplimiento. Allí, en el barrio de San Lázaro, se levantaba cada mañana para mirar el bosque de Valorio, una imagen que quedó grabada en su memoria.

Valorio fue uno de los rincones favoritos de Ángel Nieto y cada vez que coincidía con su amigo José María Barrios, motero por afición y presidente del Partido Popular de Zamora, le pedía que le llevara en coche a ver esa estampa que se grabó a fuego en su cabeza. Los que le conocen bien saben que por el motor que movía al malogrado gran campeón del motociclismo corría gasolina zamorana. La plaza de Viriato, el Parador, la rúa hacia la Catedral o el mirador del Troncoso eran los lugares favoritos del piloto.

Zamora siempre fue un paddock para el campeón del mundo. Un lugar donde descansar, reflexionar y relajarse... y del que presumir. Buena fe de ello la pudo dar otro icono de las dos ruedas como Jorge Martínez Aspar (que ayer mismo criticó duramente a los encargados de otorgar los Premios Príncipe de Asturias por no haber reconocido en vida la labor de un Ángel Nieto que logró que el himno nacional sonara por primera vez más allá de las fronteras de España). El piloto valenciano acudió a tierras zamoranas para participar en una actividad promovida por la Asociación Motociclista Zamorana, de la que Nieto era presidente de honor. Tras el protocolo, la hoja de ruta tenía escala en el Lago de Sanabria, una visita que Ángel Nieto vetó si no se le enseñaba antes el casco antiguo de Zamora.

No hay niño, ni mucho menos, adulto que no conozca en Zamora la leyenda de su vecino más ilustre. Aunque muchos no han podido disfrutar del hombre que hizo célebre el significado del 12+1 más allá de documentales y vídeos de Youtube, lo cierto es que hubo un tiempo en el que Ángel Nieto llegó a pilotar por las calles de Zamora. La Avenida de las Tres Cruces sintió cómo su adoquinado vibraba al paso del incontestable campeón que sentía el calor de una ciudad orgullosa de animar no sólo a Nieto, sino también a otro piloto local, Javier Vicente, que aún recuerda cómo durante dos años compartió un circuito que transitaba por la bajada de la estación o la curva de la antigua cafetería Sándalo con todo un campeón del mundo.

Esas dos ocasiones fueron de las pocas en las que Zamora pudo disfrutar de su afamado deportista en directo (y de eso hace ya más de cuatro décadas). Desde que descabalgara en 1984 su Gareli, última escudería que defendió, nunca más se le vio subido a lomos de una moto, ni de piloto ni de paquete, como recuerdan sus amigos de AMZ. Él prefería pasear por Zamora, conducir un Smart en Madrid o desplazarse con el quad por Ibiza, tres piedras angulares que han movido el motor de su vida.

La única que vez que los aficionados al motor vieron a su maestro sentado en el sillín de una motocicleta fue cuando llevó, a modo de exposición, hasta su Zamora la Derbi con la que ganó el primer campeonato del mundo en 1969. El inolvidable piloto no hizo ni intenciones de hacer contacto, las motos quedaron aparcadas en el garaje de los recuerdos para él.

El paso de Nieto por Zamora fue como el de una moto por un punto fijo del circuito, rápido pero intenso, capaz de dejar huella en todos los que lo ven. La fachada de seriedad de Ángel Nieto se resquebrajaba rápidamente cuando los nervios del que se acercaba a pedirle un autógrafo salían a escena. Él se encargaba de romper el hielo con un calor humano que demostró cada vez que la ciudad, su ciudad, le requería, una llamada que respondía raudo y veloz como lo hacen los superhéroes.

Acudió a Zamora en octubre de 2010 a recoger el premio a la trayectoria deportiva que le concedió la Diputación dentro del Día de la Provincia celebrado en Alcañices, un día en el que, emocionado, reconoció sentirse «zamorano de los pies a la cabeza, por parte de madre y padre». Y volvió de nuevo apenas cuatro años más tarde para cerrar las actividades del Mes de la Moto organizadas por la AMZ y abrir la marcha motera por el casco antiguo.

El legado sentimental de Ángel Nieto llega mucho más allá de los trofeos y las victorias. Ese legado llega a los corazones de muchos de los vecinos de Zamora y de los aficionados del motociclismo que hoy (19.00 horas) se reunirán en la puerta del pabellón que lleva el nombre del piloto para mandar el último adiós a un héroe que convirtió a España en una potencia mundial en el campo del motor.

El recuerdo de Ángel Nieto en Zamora no se borrará fácilmente. El Ayuntamiento de la capital ha anunciado ya que planificará un reconocimiento al ex campeón del mundo y las carreras de motos clásicas del próximo mes de septiembre servirán también para rendirle homenaje.

tracking