Diario de Valladolid

Havaux destaca la "auténtica" revolución del sector de Castilla y León

El presidente del Concurso Mundial de Bruselas lamenta que el "liderazgo" de España en superficie de viñedos no venga acompañada del consumo

Inauguración del Concurso Mundial de Bruselas, con la asistencia del director ejecutivo del CMB, Thomas Constenoble (I); el director general, Baudouin Havaux (D)-Leticia Pérez / ICAL

Inauguración del Concurso Mundial de Bruselas, con la asistencia del director ejecutivo del CMB, Thomas Constenoble (I); el director general, Baudouin Havaux (D)-Leticia Pérez / ICAL

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El presidente del Concurso Mundial de Bruselas, Baudouin Havaux, destacó hoy durante la inauguración del certamen en Valladolid la “auténtica” revolución del sector vitivinícola de Castilla y León en menos de una generación hasta convertir a la Comunidad en una de las regiones más importantes de España y del mundo. No en vano, la aportación de la Comunidad permite que España sea el país que cuenta la mayor superficie de viñedos, con aproximadamente un millón de hectáreas plantadas, y sea el primer exportador mundial de vino con cerca de 23 millones de hectolitros.

Havaux recordó que hace 20 años, la Denominación de Origen Toro solo contaba con 10 bodegas y ahora suma 51, los vinos de Rueda eran desconocidos en Bélgica, Ribera de Duero iniciaba su gran expansión por el mundo y Cigales daba sus primeros pasos como denominación de origen. Frente a ese panorama, el organizador del Concurso Mundial de Bruselas valoró que hoy Castilla y León cuenta con 12 denominaciones de origen como Arlanza, Arribes, Bierzo, Cigales, Ribera del Duero, Rueda, Tierra de León, Tierra del Vino de Zamora, Toro, Valtiendas, Vallles de Benavente y Sierra de Salamanca. Además hay una indicación geográfica protegida Vino de la Tierra de Castilla y León.

El presidente del certamen valoró, según declaraciones recogidas por la Agencia Ical durante la inauguración, el “liderazgo” de España en el sector vitivinícola pero lamentó que no vaya de la mano del consumo con un nivel per cápita “muy bajo”. Pese a eso, se felicitó que las estadísticas apuntan que el consumo repunta, lo que se trata de una “excelente noticia”. Precisamente, tuvo palabras para el consumidor final que es “nuestra principal preocupación”.

En ese sentido, Baudouin Havaux se dirigió a los 320 evaluadores del certamen de esta edición, compuestos de periodistas gastronómicos, compradores, expertos, enólogos y sumilleres de más de 50 países del todo el mundo. Valoró la labor de estos catadores al tener la responsabilidad de elegir los mejores vino y dar “garantía de calidad”. No en vano, recordó que cuando un consumidor decide abrir una botella con una medalla del concurso “debe estar seguro que es un muy buen vino”.

Tres distinciones

Distinciones que se reparten en la Gran Medalla de Oro para vinos con una puntuación entre 100 y 91,1; la Medalla de Oro para los caldos valorados entre 91 y 86,6 y la Medalla de Oro, entre 86,5 y 84,5. Havaux explicó durante el recorrido por el backstage del certamen que los catadores probarán un vino a ciegas puesto que la botella está recubierta de un plástico que impide ver su etiqueta. La única información que se le proporciona es la añada y un número de serie. La organización cuenta con dos botellas de cada vino a evaluar por si existiera algún imprevisto y fuera necesario probar otro.

Las personas de catar los vinos comenzaron con los tintos mientras que los blancos esperaban su turno en las cámaras frigoríficas a una temperatura de 10 grados para que fueran examinados a 12 grados centígrados. El Pabellón 2 de la Feria de Muestras de Valladolid registraba a las 9 horas una temperatura ambiente de 18 grados, con la presencia de las autoridades como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente; el presidente de la Diputación Provincia, Jesús Julio Carneros, y el secretario general de la Consejería de Agricultura y Ganadería, Eduardo Cabanillas.

Hasta el domingo, 9.080 vinos serán catados por jueces de 50 países durante la 24 edición del Concurso de Bruselas que ha elegido Valladolid como capital mundial del vino. España acoge esta cita después de la celebrada en Valencia en 2009. El número de vinos presentados para este año marca un aumento de más de un 5 por ciento de media en la última década.

La trascendencia del certamen queda reflejada en las cifras de un evento que contará con más de 9.000 muestras, de las cuales más de 2.000 son vinos españole. Se han pedido más de 4.000 copas de vino, 2.000 litros de agua y 2.000 panes para asegurar la buena marcha de las sesiones de la cata. La preparación de la competición ha durado casi 2 años. El montaje de las instalaciones en la Feria de Valladolid comenzó el 1 de mayo y más de 120 estudiantes de hostelería apoyarán al equipo técnico del Concurso.

Cada miembro de las 61 comisiones juzgadoras catará y evaluará aproximadamente 50 vinos al día. Caldos procedentes de 50 países, entre los que Francia, España, Italia, Portugal, Chile, China, Sudáfrica, Bulgaria, Suiza, Grecia y Eslovaquia lideran las inscripciones. En 2016, los tres principales países productores a nivel europeo fueron Italia, Francia, España y Portugal, un dato que se refleja en su participación en el concurso.

Como dato curioso, esta edición contará con el debut de los vinos de Azerbaiyán y Andorra y el enorme crecimiento –de más de un 80 por ciento- de las inscripciones de vinos orgánicos y biodinámicos en los últimos tres años.

 

 

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