Diario de Valladolid

Un estudio sitúa a Castilla y León encabeza del gasto sanitario por habitante durante la etapa más dura de la crisis

El libro ‘La Sanidad Española en Cifras 2016’ revela que la brecha sanitaria alcanzó el 54% en 2014

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ICAL

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Un estudio revela que Castilla y León lideró el gasto sanitario por habitante durante los años 2012 y 2014, correspondientes con los años más duros de la crisis. Si la partida dedicada a la salud por cada autonomía pudiera repartirse entre sus beneficiarios, los castellanos y leoneses serían los españoles más beneficiados, ya que recibirían 1.623,76 euros al año, según el libro ‘La Sanidad Española en Cifras 2016’, que presentó hoy el Círculo de la Sanidad, en el Salón de Actos de la Fundación ONCE.

Por contra, los peor parados serían los manchegos que apenas recibirían 1.053,75 euros para su atención sanitaria. Por contra, los peor parados serían los manchegos que apenas recibirían 1.053,75 euros para su atención sanitaria. Esta brecha territorial casi se duplicó durante lo peor de la crisis (2008-2014) pasando del 27 por ciento al 54 por ciento.

El libro, que ha sido elaborado por un equipo de la Fundación Gaspar Casal dirigido por Juan del Llano y coordinado por la profesora Alicia Coduras, analiza cerca de 250 indicadores de gestión sanitaria de fuentes oficiales, medio centenar de los cuales son considerados básicos por la base estadística del Ministerio de Sanidad (INCLASNS), y pasa por ser uno de los análisis críticos más completos y detallados del Sistema de Salud.

En palabras del presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, el informe ofrece la foto fija más reciente del Sistema de Salud y analiza el impacto sobre los diferentes servicios sanitarios autonómicos de las políticas de ajuste presupuestario ejecutadas durante la crisis. Así, refleja que la crisis agravó la ‘brecha sanitaria’ entre comunidades debido a que se produjo en un contexto de recortes presupuestarios generalizados en el que el gasto medio por habitante en España ha caído más de un siete por ciento, desde los 1.389 euros que acreditaban las estadísticas oficiales en 2008 a los 1.289 euros de 2014, 100 euros menos por beneficiario.

También, revela un problema más profundo de desigualdad dentro del sistema sanitario español. De los 17 servicios autonómicos de salud que coexisten en España, nada menos que 13 presentan cifras de gasto sanitario per cápita por encima de la media nacional, mientras que sólo cuatro se sitúan claramente por debajo: Castilla-La Mancha, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid.

Para el profesor Juan del Llano “la descentralización sanitaria ha venido generando diferencias entre comunidades autónomas tanto en la disponibilidad como en el acceso a la prestación de los servicios sanitarios y el análisis de los indicadores clave evidencia diferencias territoriales que revelan la existencia de distintas velocidades en cuanto al desarrollo de programas de atención sociosanitaria”.

Por ello, el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, pidió expresamente al Gobierno Central “un paso adelante para garantizar unas mínimas condiciones de equidad en el acceso a la atención sanitaria por parte de todos los ciudadanos” y también una Cartera Básica de Prestaciones, que recoja la asistencia sanitaria mínima que debería recibir cualquier ciudadano con independencia de su comunidad autónoma de residencia.

A prueba de crisis

Otro de los aspectos del análisis es que el Sistema Nacional de Salud ha soportado el paso de la crisis de manera firme. La convergencia de una mayor presión asistencial y una menor disponibilidad de recursos presupuestarios no ha afectado apenas, según este informe, a la efectividad del sistema.

De hecho, el estudio destaca que la esperanza de vida de los españoles continuó incrementándose, mejoró la tasa de supervivencia ante infartos o ictus, se redujo la tasa de mortalidad en las patologías más destacadas, disminuyó la tasa de infección hospitalaria y se lograron importantes avances en la prevalencia del consumo de tabaco o riesgos por consumo de alcohol.

Por contra, el estudio remarca que ha reducido significativamente la tasa de población mayor de 65 años vacunada contra la gripe; se han incrementado los reingresos, tanto los normales como los urgentes tras una cirugía programada; y se ha reducido el número de camas disponibles. Además, destaca el empeoramiento generalizado de la listas de espera. De hecho, la tasa de pacientes en espera para consultas especializadas se incrementó un 36 por ciento entre 2012 y 2015 y los tiempos de espera se prolongaron de manera generalizado, siendo las intervenciones de traumatología las que presentaron una peor ratio: 111 días de espera.

Menos confianza

En opinión de los autores, el análisis agregado de estos indicadores arroja un saldo más positivo que negativo. “No se puede negar que, desde el punto de vista del usuario, la crisis ha tenido impacto en asuntos como las listas de espera, cuyo estado influye directamente en la satisfacción de la población con el sistema de salud”.

Los datos recogidos en ‘La Sanidad Española en Cifras’ reflejan una caída del grado de satisfacción ciudadana con el sistema sanitario desde una nota de 6,57 a un 6,38. Los navarros son los más satisfechos con el funcionamiento de la Sanidad (7,4), mientras que los canarios son los menos satisfechos (5,8).

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