Una fuerte explosión de gas afecta a cinco viviendas

Cinco viviendas se vieron afectadas esta madrugada por una fuerte explosión de gas registrada, en torno a las 2.54 horas, en un domicilio del primer piso del número 48 de la avenida de la Inmaculada, esquina a la Calle Padre Victoriano, en la zona norte de la capital abulense. Según informan desde el Ayuntamiento de Ávila, el siniestro no provocó heridos, si bien los daños materiales son muy importantes.

La cocina de la vivienda afectada por la explosión quedó completamente destrozada, ya que una de las paredes de la cocina se cayó y otros tabiques también se vieron afectados y habrá que derribarlos. La deflagración se produjo hacia un patio interior, al cual también daban las otras viviendas afectadas, junto con el domicilio situado justo encima de la explosión, que también sufrió daños por la onda expansiva ha subido por el respiradero de ventilación de la cocina.

En la vivienda donde se produjo la explosión se encontraban tres adultos (un matrimonio y su hija) y dos menores (un niño y una niña, ambos nietos del matrimonio y uno de ellos hijo de la también afectada), que en el momento del siniestro dormían plácidamente. Se trata de una familia de nacionalidad rumana que llevaba más de dos años y medio en régimen de alquiler en este inmueble.

“El susto fue inmenso”, reconocieron a Ical a primera hora de la mañana las dos mujeres adultas afectadas cuando salían de una vivienda que ya no tiene ni puerta de acceso porque también salió despedida en la explosión. En ese momento acababan de recoger la ropa de una vivienda de la que ya se han despedido: “Aquí ya no vamos a poder volver porque es imposible vivir, está todo destrozado”.

Está claro que tienen el susto en el cuerpo y sus caras pálidas así lo dejan ver, la voz temblorosa no les impidió manifestar que han tenido “suerte” porque no han perdido de milagro “lo más valioso, la vida”. Asustadas, reconocían que más lo están aún los pequeños, Marío de dos años y Ana María, de ocho, que no saben ni lo que ha pasado.

De hecho la pequeña tenía hoy mismo examen en su colegio, en el Reina Fabiola, y no ha podido acudir a la cita porque “no ha dormido y está muy nerviosa”, según relató su abuela, a la que acompañamos con sus maletas a la que ahora será su improvisada nueva casa, a escasos metros de donde se ha producido el suceso y también en la misma Avenida de la Inmaculada.

Es la casa en la que vive su hija habitualmente, la misma que por aquello del destino decidió pasar la noche de la explosión con sus padres. Había llegado de trabajar, era tarde y se quedó con ellos, cuenta. Asegura sentirse de algún modo afortunada porque esa noche no durmió en la habitación sino en el salón y la suerte se puso de su lado porque la pared de la habitación cayó por efecto de la explosión de gas.

La fuerte deflagración no sólo sacó de sus casas a esta familia, también a los vecinos de las otras dos viviendas del mismo piso y a otros de la zona superior, del segundo. De las cinco viviendas desalojadas tres recuperaron cierta normalidad pasadas las cuatro de la mañana y así nos lo reconoce Milagros, la vecina de en frente de la familia rumana: “Eso sí, tuve que salir con mi madre que tiene 90 años y meterla en mi coche con la calefacción encendida”, confesaba nerviosa y consciente de que las consecuencias podían haber sido peores y ahora ya está en casa con su marido y su progenitora.

Además reconocía que oyó la explosión pero que creía que no había sido en su bloque sino cerca de allí. También, que cuando por el ruido se despertó su marido iban a llamar a la policía pero ésta ya estaba en el lugar del suceso. Al abrir la puerta “vimos que ya estaban allí, la verdad es que vinieron muy rápido”. La policía sí, la Nacional y la Local, fue necesaria en ese primer momento al igual que el cuerpo de bomberos; más tarde se sumaría la Policía Científica que estaba trabajando para descubrir el origen del suceso también a primera hora de la mañana en la casa, que se precintó como medida de prevención y por seguridad.

A escasos metros compartiendo piso y escalera, el tercero de los afectados, el único que resultó herido levemente porque los cristales le hicieron un pequeño corte en el pómulo teñido de betadine y con un visible moratón. También él tenía el susto en el cuerpo y su reflejo a flor de piel.

En definitiva, un sobresalto de muchos decibelios y que se hizo visible no sólo puertas adentro de ese bloque sino también en uno de los patios interiores con los que cuenta el inmueble y también en la calle, en la de Padre Victoriano, hasta allí llegaron los cristales rotos por la deflagración que incluso causaron algunos destrozos en hasta tres vehículos que estaban allí aparcados.

Hasta el lugar del suceso se desplazó el alcalde de la ciudad, José Luis Rivas, para informar de los primeros datos sobre la explosión. Un suceso que aún hay que investigar decía pero que todo parece indicar que ha sido por una bombona de butano. Es Rivas quien explica que dos familias tuvieron que ser realojadas, una con familiares y otra en un hotel. Ha sido un gran susto pero, reconoce, "hay que celebrar que no haya que lamentar ninguna desgracia personal".