Diario de Valladolid

El crecimiento de la producción vegetal favorece la estabilidad de la renta agraria en Castilla y León durante 2015

La consejera de Agricultura y Ganadería destaca la profundidad y los buenos resultados obtenidos para la Comunidad

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ICAL

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El crecimiento de la producción vegetal favoreció la estabilidad de la renta agraria en Castilla y León durante 2015, según refleja la segunda edición del informe sobre el sector agrario en la Comunidad, presentado hoy en el marco de la Feria Salamaq 2016, que se celebra en Salamanca. Un documento elaborado por EspañaDuero que se enmarca dentro de la política de apoyo de la entidad al sector agrario y a la industria agroalimentaria regional.

La consejera delegada de la entidad, María Luisa Lombardero, explicó que son “pilares estratégicos de la estructura económica de la región, no sólo por su contribución a la generación de riqueza y empleo, sino también por el papel que desempeña en la cohesión del territorio, ayudando a fijar población en el medio rural”. En conjunto, estas actividades aportan algo más del ocho por ciento del regional y en torno al 11 por ciento del empleo.

Por su parte la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, presente en el acto, destacó que este segundo informe es un “estudio serio y riguroso muy interesante, que marca una tendencia muy positiva en el sector, en la que se seguirá trabajando desde la Junta”. Marcos resaltó que además indica en qué sentido se está acertando, por lo tanto “marca las líneas políticas en las que hay que incidir y los retos en los que hay que profundizar”. “Es bueno conocer la realidad para orientar las políticas”, matizó la consejera.

Se trata de un análisis detallado y pormenorizado de la evolución del sector agrario y de la industria agroalimentaria de Castilla y León. En este sentido, como explicó en la presentación una de las autoras, Felisa Becerra Benítez, una de sus principales aportaciones es la estimación de las magnitudes agrarias tanto para Castilla y León como para cada una de sus provincias.

El informe presenta una estructura similar a la primera edición, dividido en cuatro capítulos. En el primero se analizan los principales rasgos y factores condicionantes de la actividad del sector agrario, centrándose, entre otros aspectos, en el marco institucional sector y, muy especialmente, en el desarrollo de la PAC, la trayectoria del mercado de trabajo o la evolución de las producciones agrarias. Ya en la segunda parte se incluyen las estimaciones de la producción animal y vegetal y de la renta agraria, correspondientes al año 2015, tanto para Castilla y León como para cada una de sus provincias.

Por su parte, el capítulo tercero está dedicado al análisis de la industria agroalimentaria, prestando atención a las principales magnitudes y su estructura empresarial, así como al comercio exterior de productos agroalimentarios y el consumo y la distribución alimentaria. Finalmente, recoge los principales resultados y conclusiones obtenidos.

En ese sentido, los principales resultados relativos a las estimaciones de la producción y renta agrarias correspondientes a 2015 muestran que el valor de esta producción alcanzó los 5.064,4 millones de euros, el 11,6 por ciento de la producción nacional. Este valor supone un crecimiento del 2,6 por ciento respecto al año anterior, derivado tanto del aumento en los precios como en las cantidades.

Producción agraria

La actividad ganadera representó en 2015 un 50,8 por ciento del valor de la producción agraria, así como el 16,1 por ciento de la producción animal en España. En concreto, este valor alcanzó los 2.570,4 millones de euros, lo que supone un descenso del tres por ciento respecto a 2014, debido a la caída en los precios, que afectó sobre todo al ganado vivo porcino y bovino, así como a la leche. Sin embargo, la producción aumentó un 2,3 por ciento en términos reales,ligado al incremento en los censos ganaderos porcino, bovino y caprino.

Las producciones crecieron de forma generalizada en la Comunidad, con las excepciones de Palencia y Soria, destacando el crecimiento registrado en Salamanca con un cinco por ciento. Por el contrario, los precios disminuyeron en todas las provincias. De este modo, el valor de la producción descendió en siete de las nueve provincias, a excepción de Valladolid y León. En este sentido, la distribución provincial no registró variaciones respecto a 2014, aportando conjuntamente Segovia y Salamanca algo más de un tercio del valor de la producción ganadera en Castilla y León, seguidas de Valladolid, Zamora y León, con porcentajes también superiores al 10 por ciento.

Por su parte, el valor de la producción vegetal alcanzó en 2015 los 2.494,0 millones de euros, un 9,2 por ciento superior al de 2014, representando alrededor del 9,6 por ciento de la producción nacional. Este crecimiento fue debido al aumento de los precios. Los cereales aportan casi la mitad de este valor y junto a plantas forrajeras y plantas industriales representan en torno al 80 por ciento de la producción agrícola regional, aumentando su valor de producción en el último año a tasas superiores al 6,5 por ciento en los tres casos. Cabe reseñar que el incremento en los precios fue generalizado por cultivos, y especialmente acusado en el caso de la patata, en tanto que los aumentos de las principales producciones (cereales, plantas forrajeras y plantas industriales) contrarrestaron los descensos en hortalizas, patata, frutas y vino.

Por provincias, el valor de la producción vegetal aumentó de forma generalizada en 2015, exceptuando Burgos, con incrementos que oscilan entre el 3,8 por ciento de Zamora y el 34,9 por ciento de Ávila, apreciándose una subida de los precios. En cuanto a las producciones se incrementaron en la mayor parte de las provincias, salvo en Segovia y Burgos, con tasas superiores al 10 por ciento en León y Ávila. La provincia de Valladolid es la que supuso una mayor aportación al valor de la producción agrícola regional, seguida de Burgos, Palencia y León, con porcentajes entre el 14 y el 16,5 por ciento.

Renta agraria

La renta agraria de Castilla y León se mantuvo estable en 2015 tras registrar un descenso superior al 20 por ciento en 2014, situándose en 1.705,6 millones de euros. Teniendo en cuenta que el número de ocupados del sector agrario ha crecido un 4,3 por ciento, la renta agraria por ocupado habría disminuido un 4,3 por ciento, hasta situarse en 25.324,1 euros.

La renta aumentó en Salamanca, Ávila, León y Valladolid, con tasas que oscilan entre el nueve por ciento de la primera y el 22,8 por ciento de la última, debido principalmente al fuerte incremento en el valor de la producción vegetal. Por el contrario, descendió en Palencia, Zamora, Segovia, Soria y Burgos.

Industria agroalimentaria

El papel de la industria de alimentación y bebidas es más significativo en Castilla y León que en el conjunto nacional. Además, las actividades agroalimentarias suponen la principal rama industrial de la Comunidad Autónoma, ya que concentran el 29,2 por ciento de la cifra de negocios de la industria y el 29,7 por ciento de los ocupados. Castilla y León es la tercera comunidad en términos de contribución a la agroindustria española, tras Cataluña y Andalucía.

Resulta relevante el nivel de productividad aparente del factor trabajo que registran las actividades agroalimentarias en Castilla y León. En concreto, la industria de alimentación y bebidas genera 62.400 euros por trabajador, la cifra más elevada del conjunto nacional, lo que supone 55.700 euros por ocupado.

Por ramas productivas, la industria cárnica es la actividad con mayor peso sobre la agroindustria regional, con el 27,8 por ciento de las ventas del sector agroalimentario y el 30 por ciento del empleo. También se aprecia una importante aportación de las industrias lácteas, de los productos de alimentación animal y de la rama de pan, pastelería y pastas alimenticias.

A este respecto, cabe señalar la elevada participación de las ventas de Castilla y León en el conjunto de España de las ramas de azúcar, chocolate y confitería, industrias lácteas, pan, pastelería y pastas alimenticias, productos de alimentación animal, industria cárnica y vinos. En cuanto al empleo, las industrias lácteas de la región concentran el 17,5 por ciento de los ocupados en España.

Dinámica empresarial

Según los datos del Directorio Central de Empresas, del Instituto Nacional de Estadística, el sector de la industria de alimentación y bebidas en Castilla y León está constituido por 2.998 empresas, lo que supone un retroceso con relación al año anterior. Pese a ello, la industria agroalimentaria representa el 25,7 por ciento de las empresas industriales y el 1,9 por ciento del parque empresarial de Castilla y León, porcentajes superiores a los observados en España. Además, las empresas agroalimentarias regionales significan el 10,6 por ciento de las entidades que se dedican a estas actividades en España, porcentaje superior al del conjunto del sector industrial y el total de empresas.

Uno de los rasgos principales de la estructura empresarial del sector es la mayor implantación de los segmentos de mayor tamaño, a lo que sin duda contribuyó el proceso de concentración vivido por el sector en los últimos años. En este sentido, según el informe de EspañaDuero, aunque en la agroindustria se observa un predominio de las microempresas y de las empresas sin asalariados, que suponen el 82,2 por ciento del total, esta participación es inferior al 96,4 por ciento que representan en el conjunto de las empresas de la región.

Por actividades, destaca el número de empresas en la rama de fabricación de productos de panadería y pastas alimenticias, que contaba con 1.020 empresas a 1 de enero de 2015, lo que representa más de un tercio del total del sector. Le siguen en importancia las industrias cárnicas y la fabricación de bebidas que presentan una participación más elevada que en el ámbito nacional.

Comercio exterior

En 2015 se registró un notable aumento del superávit de la balanza comercial debido al mayor aumento de las exportaciones de productos agroalimentarios que de las importaciones. El valor exportado alcanzó los 1.687,7 millones de euros, lo que supone el 11,3 por ciento de las exportaciones totales.

Desde un enfoque provincial, el valor de las salidas al exterior aumentó en 2015 en casi todas las provincias, a excepción de León, Zamora y Ávila, donde alcanzaron un valor similar al de 2014. Destaca el incremento registrado en Burgos, que presenta el mayor peso.

La carne fue el producto más vendido fuera en 2015, con un importe que supone el 30,8 por ciento del total de exportaciones agroalimentarias. Le siguen en importancia los preparados alimenticios y los huevos y lácteos. Respecto a 2014, las ventas al exterior de estos productos aumentaron, destacando el mayor aumento relativo de las exportaciones de carne. También crecen las exportaciones de bebidas y de azúcar, café y cacao, que suponen alrededor del 10 por ciento del valor exportado en cada caso.

Consumo y distribución alimentaria

A pesar del descenso en el consumo de alimentos en Castilla y León en 2015, el gasto se incrementó hasta los 3.947 millones, lo que implica un ascenso en los precios de los alimentos respecto al año anterior. Hay que señalar que el descenso del consumo fue más intenso que el observado en el conjunto de España, ya que el incremento del gasto fue también algo más acusado.

La fruta fresca y la leche líquida fueron los productos más consumidos en Castilla y León en términos de cantidad en 2015. También resulta importante el consumo de carne, hortalizas frescas, agua mineral, pan y gaseosas y bebidas refrescantes. Sin embargo, en términos de gasto, la carne acapara el mayor porcentaje, seguida del pescado y las frutas frescas.

Respecto al año anterior, destaca la caída en el consumo de algunos alimentos básicos como el pan, el aceite, los huevos, las legumbres o el arroz, registrándose también un retroceso en el consumo de hortalizas frescas, patatas y frutas frescas. En el caso de las bebidas, se aprecia un aumento en el consumo, a excepción de las gaseosas y bebidas refrescantes.

Por otro lado, y respecto a los distintos canales de distribución, se observa que los hogares adquieren más de la mitad de los productos alimenticios en grandes superficies, produciéndose un descenso anual de las ventas del 1,3 por ciento en el conjunto de la alimentación, al crecer únicamente las ventas en los supermercados y las realizadas por internet, que siguen aumentando su importancia como canal de distribución. Por su parte, el consumo extradoméstico mostró un comportamiento positivo en 2015, tras la tendencia descendente que se observaba desde 2009.

 

 

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