El AVE Palencia-León se mantiene ‘frenado’ a 250 kilómetros por hora

La Alta Velocidad va a continuar circulando entre Palencia y León a 250 kilómetros por hora, 100 por debajo de los 350 a los que viaja el AVE entre Madrid, Valladolid y la capital palentina. Y así será, al menos, hasta final de año o principios del que viene, según señalan las fuentes consultadas por EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN.

La razón no es otra que el sistema de frenado que aún se mantienen en la vía Palencia-León, que conviene no olvidar es única. Mientras en el resto de líneas de Alta Velocidad ya está instalado y en funcionamiento el ERMTS (siglas en inglés del sistema ferroviario del tráfico europeo) de nivel 2, ese que permite alcanzar los 350 kilómetros por hora, en el caso del AVE hacia León aún se mantiene el ERMTS de nivel 1, que obliga a los trenes a no superar la velocidad de 250 kilómetros por hora.

Pese a los reiterados anuncios hechos por el Ministerio de Fomento y por la hoy presidenta del Congreso y entonces ministra, Ana Pastor, en los que se aseguraba que el nuevo sistema de frenado estaría operativo ya en octubre, la realidad es que eso no va a suceder al menos hasta finales de año o en los primeros días de 2017.

En estos momentos, a decir por las fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, toda la infraestructura física de postes y tendido ya está finalizada. No así las pruebas necesarias para validarla, ni mucho menos las que tienen que ver con los trenes, para las que aún no existe fecha designada.

Los últimos controles y pruebas detectan dificultades en las transmisiones automáticas vía radio, principalmente por la aparición de zonas de sombra que impiden una perfecta conexión. El paso siguiente tiene que ser necesariamente la homologación del sistema en los propios trenes, algo que no podrá realizarse mientras no se solventen los problemas detectados en las pruebas de comunicación de antena y soporte. Tanto es así, que en palabras de las mismas fuentes, la instalación sigue sin recibir el visto bueno definitivo por parte de los técnicos de Renfe y Adif, encargados de llevar a cabo los diversos controles de seguridad.

Una vez verificados que los sistemas de comunicación de radio funcionan perfectamente, que desaparecen las zonas de sombra y que la señal llega con la nitidez y la calidad necesaria será cuando se dé paso a la última fase, aquella que tiene que ver con la comprobación del sistema ya en los trenes, para lo que ya se han solicitado los que se da en llamar ‘surcos’, que es el nombre que reciben los huecos e intervalos que hay que dejar en la línea para que circulen los convoyes de prueba.

Una vez iniciados los trabajos con estos vehículos de prueba serán necesarios en torno a dos meses para que todas las comprobaciones reciban el visto bueno. Lo que, en palabras de las mismas fuentes, llevaría la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de frenado hacia finales de año, siempre y cuando todo lo analizado dé un resultado positivo.

Plazo que se puede agilizar, en función de la «voluntad política», indican las mismas fuentes, pese a que a los trabajadores se les está comunicando que como pronto hasta el mes de diciembre seguirá funcinando el sistema de frenado de nivel 1.

Los controles con los trenes de prueba se llevarán a cabo, previsiblemente, por la noche que es cuando menos se interrumpe el tráfico de los Alvia y AVE que ya circulan por la vía entre las capitales palentina y leonesa.

Las pruebas tienen que homologar cada tren que pueda circular por este trayecto. En estos momento sólo están circulando dos Talgo, uno AVE y otro Alvia, este último el que va a Asturias, y el modelo Alvia CAF que circula hacia Galicia. A éstos deben añadirse pruebas de comprobación de Siemens, Talgo y Astom, que en un futuro sí podrían viajar por la vía de Alta Velocidad entre Palencia y León.