Bajón histórico de PP y PSOE y éxito de Podemos con 1 diputado

Tres partidos políticos se reparten por primera vez desde la restauración de la democracia los cuatro escaños que corresponden a Burgos en el Congreso de los Diputados y las urnas han tirado por tierra los vaticinios de las encuestas ya que será Miguel Vila, en representación de Podemos, quien acompañe a Partido Popular y Partido Socialista. Dos diputados logran los populares y uno los socialistas, que se quedan como estaban en los últimos comicios. Sin embargo los populares dan dos pasos atrás en cuanto a los escaños y se colocan a la altura del resultado de 2008, su peor momento desde el cambio de siglo.

En el Senado las cosas se quedan como estaban y tres escaños van para el PP en las personas de Begoña Contreras, Cristina Ayala y Arturo Pascual, mientras que Ander Gil repite para el PSOE.

Batacazo del PP

Para calibrar el impacto de estas elecciones tan disputadas hay que mirar papeleta por papeleta. Contando los votos, el PP retiene 81.478, al 99,72% escrutado. Nunca hasta la fecha el electorado conservador le había dado la espalda de tal manera al partido que preside en Castilla y León el burgalés Juan Vicente Herrera y una candidatura encabezada por Mariano Rajoy nunca había obtenido menos de la mitad de los sufragios en Burgos. De hecho, con el 38,04% tiene el peor porcentaje de sufragios en Burgos desde que debutase en unas elecciones. Su peor resultado fue en 1989 (42,96%). El partido que lidera César Rico en la provincia puede presumir de haber ganado las elecciones, una victoria pírrica que les permite sentar en Madrid a Jaime Mateu y Sandra Moneo, inamovible en el Congreso desde 2004. En el Senado, poco mérito. La dinámica electoral hace que se mantenga el histórico reparto de escaños entre PP y PSOE favorable a los conservadores.

El PSOE se hunde

Exactamente la misma peripecia electoral que el PP vive hoy el PSOE, aunque disimula su caída conservando el diputado que ya tenía en 2011, lo que les permitirá ser moderados en la autocrítica postelectoral. Pero partido que lidera en Castilla y León el burgalés Luis Tudanca, ha caído al nivel de las primeras elecciones democráticas (su peor dato fue el 22,58% de 1979). Además, su 20,73% (44.401 votos) ha estado por debajo de la media nacional y regional, lo que deja en mal lugar a la secretaria provincial, Esther Peña, candidata al Congreso y ya diputada electa, y al propio Tudanca que saca hoy menos votos en su tierra que en las Autonómicas.

Podemos, la remontada

La gran novedad viene del lado de los partidos emergentes. Podemos colocará en el Congreso a Miguel Vila, un cunero absolutamente desconocido en la provincia -que, incluso, votó por correo- lo que evidencia el empuje creciente de la formación morada que ha logrado que sus votantes burgaleses voten teniendo en mente unas siglas. Tanto es así que el PSOE ha sentido el aliento de los podemitas en su nuca con tan sólo una ventaja en votos de menos de un 4%. Con todo, la izquierda sigue por detrás del PP en número de votos y muy lejos si se suman los apoyos de los centristas de Ciudadanos.

Podemos tuvo su momento álgido de campaña el jueves con el mitin de Juan Carlos Monedero en Gamonal, a escasos metros del epicentro de la protesta popular de 2013 a cuyo espíritu apeló el madrileño.

Esa misma referencia ondeaba como bandera la candidatura de Unidad Popular, encabezada por Manolo Alonso, el líder de la protesta popular, histórico del movimiento sindical, que pasó de vecino de Gamonal a cabeza de cartel. Sus apenas diez mil votos -un tercio que C’s- dan la medida del poco apoyo de esa plataforma que claramente se nutrió de votos de Burgos capital.

La candidatura burgalesa del partido de Pablo Iglesias ha sido el gran tapado de la campaña en las encuestas. Sin embargo, esa remontada a la que ha hecho referencia desde el debate a cuatro sí se ha verificado en Burgos. De hecho, Podemos ha logrado más sufragios de los votantes más a la izquierda de los que nunca obtuvo Izquierda Unida en toda su historia en Burgos. El escrutinio final otorga 36.541 papeletas para Podemos, con un 17,06%.

C’s, la gran decepción

El apoyo electoral a Ciudadanos no ha sido el que preveían las encuestas y se ha quedado fuera del reparto de escaños, rebañando 33.284 papeletas del electorado burgalés de centro derecha. Es una cifra muy destacable para un partido debutante en las urnas, superior, incluso al número de papeletas que rebañó en mayo en las Autonómicas, pero completamente insuficiente para lograr representación en el Congreso. De hecho, Podemos superó a la formación naranja desde el primer momento en el escrutinio. La candidatura encabezada por Rodrigo Ibeas, conocido por su labor en organizaciones vecinales, a todas luces se ha nutrido de los votantes desencantados de Partido Popular y Partido Socialista.