UPA y COAG exigen medidas por el incremento de positivos de tuberculosis en Extremadura, donde se han sacrificado 10.000 vacas

La Alianza UPA-COAG trasladará mañana a la Consejería de Agricultura y Ganadería la “enorme preocupación” que existe entre los ganaderos de la Comunidad ante el incremento de positivos en tuberculosis bovina que ha supuesto de momento el sacrificio de 10.000 vacas en Extremadura, cuyo Gobierno ha reconocido por primera vez la interacción entre la fauna salvaje y las enfermedades de la cabaña ganadera.

Esta medida adoptada por el Ejecutivo extremeño “levanta todas las alarmas en Castilla y León”, puesto que es continuo el compartimento de actividades ganaderas entre ambas regiones en materia de uso de acuíferos, pastos, movimiento ganadero trashumante y actividades de compraventa en mercados ganaderos, como el de Salamanca.

Por este motivo, la Alianza pedirá explicaciones mañana al Gobierno regional sobre las repercusiones que tendrá para el movimiento ganadero de reses de Castilla y León “este grave asunto.

En este sentido, recordará a la Dirección General de Producción Agropecuaria que tenga en cuenta que por primera vez desde una administración, en este caso Junta de Extremadura, se apunta entre los motivos del enorme incremento de casos de positivos del primer semestre del año a los reservorios de animales silvestres relacionados con la actividad cinegética de la caza mayor, especialmente jabalí y ciervo.

Por ello, la Alianza denuncia desde hace años que la prevalencia de enfermedades en bovinos, ovinos y caprinos se debe en un “grandísimo porcentaje a la enorme presencia de animales silvestres” y, sin embargo, la Administración regional siempre “ha puesto en duda este argumento”.

“Vamos a pedir que no solo se controlen especies como el ciervo o el jabalí, sino otro tipo de fauna muy extendida en Castilla y León como el lobo y el buitre, que cuentan con una enorme capacidad de transmisión de enfermedades como la tuberculosis o brucelosis”, avanzó la opa.

UPA-COAG exigirá a la Consejería que realice trabajos para superponer el mapa de la fauna salvaje de Castilla y León con el mapa de incidencia de prevalencia de enfermedades “para verificar las sospechas sobre la relación directa entre ambas”.

Igualmente, la organización reclamó de la Administración regional que actúe con “máxima responsabilidad en un tema muy sensible como es el del saneamiento ganadero”, puesto que el perjuicio que se puede ocasionar al sector “si no se permite el movimiento de ganado es inmenso”.

En este sentido, exigirán a la Junta que priorice una solución al problema de movimiento de ganado hacia tierras extremeñas. También solicitarán que “no se ponga en peligro el presente y futuro de la actividad ganadera por potenciar la actividad económica de empresas vinculadas a la caza mayor y, por lo tanto, para satisfacer el recreo y disfrute de unos cuantos privilegiados aficionados a pasar su tiempo de ocio matando venados, ciervos o jabalís en fincas de la región”.