BURGOS
Castrillo de Matajudíos se convertirá en Castrillo Mota de Judíos el 23 de octubre
El embajador de Israel en España, David Kutner, y el presidente de la Federación de Comunidades Judías Españolas, Isaac Querub, se desplazarán a la localidad burgalesa
El Ayuntamiento de Castrillo Mota de Judíos realizará el cambio de su nombre el viernes 23 de octubre, que hasta ahora se ha llamado Castrillo Matajudíos, según informó su alcalde, Lorenzo Rodríguez Pérez.
Autoridades del mundo sefardí se desplazarán a la localidad para participar en los actos a celebrar con motivo del cambio de nombre, en una jornada que se pretende sea histórica para sus habitantes; y por ende para el conjunto de la provincia de Burgos y de la Comunidad.
El nuevo embajador de Israel en España, Daniel Kutner, viajará hasta la población en la fecha anunciada tras aceptar la invitación del alcalde, en una reunión celebrada recientemente en la sede de la delegación diplomática en Madrid. También estará el presidente de la Federación de Comunidades Judías Españolas, Isaac Querub, un español de raíces sefarditas que nació en Tánger hace 57 años.
Asimismo, está prevista la presencia de los responsables del Centro Sefarad-Israel, encabezados por su director, Miguel de Lucas, así como del presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell.
Un año y medio después de que el pueblo de Castrillo Matajudíos, tras la consulta popular celebrada en mayo 2014, decidiera cambiar de nombre por el Castrillo Mota de Judíos, se hará visible el cambio, una vez que la Junta de Castilla y León lo aprobara oficialmente a principios de verano. Esa modificación se sustanciará ahora en el escudo, la cartelería y señales, dando un paso más en orden a hacer realidad lo expresado por los vecinos en la consulta.
En el acuerdo, la Junta señala que el cambio de denominación tiene como objetivo “reconocer el origen judío de la localidad” y eliminar el actual nombre por ser considerado “racista”, aspectos avalados por los informes de la Diputación de Burgos, Universidad de Valladolid y la Real Academia de la Historia. El Gobierno regional considera igualmente que en el expediente está acreditado que el cambio “tiene justificación histórica y que la misma no coincide ni produce confusión con otras denominaciones ya existentes”.