AGRICULTURA/GANADERÍA
UPA-COAG denuncia que la reducción de aranceles a las importaciones de Ucrania hunde los precios del cereal de Castilla y León
La organización agraria asegura que la tonelada de trigo ha caído 30 euros desde la decisión del Parlamento Europeo en abril
La Alianza UPA-COAG denuncia las “gravísimas repercusiones” que está teniendo el conflicto entre Rusia y Ucrania para el sector cerealista de Castilla y León, después de la decisión del Parlamento Europeo de reducir los aranceles a importaciones de Ucrania hasta en un 80% para productos agrícolas como el trigo. Una situación que está provocando, según la organización, una bajada muy importante de los precios del cereal producido en la Comunidad Autónoma.
La consecuencia de esta decisión política a nivel europeo se traduce en que las grandes multinacionales y harineras asentadas en España están suministrándose de materia prima de otros mercados en detrimento del nacional.
Un comunicado de UPA-COAG lamenta que la importación masiva de trigo procedente de Ucrania ha hundido los precios del cereal nacional hasta el punto de que, según las estimaciones de la Alianza con la producción de esta campaña a los precios actuales de cotización del trigo en nuestra región, no solo no se están cubriendo los costes de producción sino que las pérdidas ascienden a 100 euros por hectárea.
El precio al que cotizaba el trigo en abril, mes en el que las autoridades europeas decidieron aprobar la supresión o reducción extrema de los aranceles con Ucrania, era de 196 euros por tonelada, mientras que la cotización, por ejemplo, en la lonja de León actualmente es de 168 euros por tonelada. Es decir, un descenso de 30 euros por tonelada en cuatro meses.
UPA-COAG califica la situación como “ciertamente delicada” para los cerealistas de Castilla y León porque, además, coincide con una campaña donde la cosecha ha sido muy mala, los costes de producción muy elevados, las plagas han afectado muy seriamente los rendimientos finales y los precios actualmente están hundidos. “La realidad actual es que los movimientos comerciales de trigo en Castilla y León están prácticamente paralizados mientras las grandes harineras se suministran de mercancía procedente de importaciones”, concluye la nota de la organización agraria.