SUCESOS
Piden once años de carcel para tres detenidos tras desmantelar un laboratorio de cocaína en Trigueros
Se incautaron doce kilos de cocaína, 40 kilos de procaína, 400 litros de líquidos precursores y 90.000 euros en efectivo

Fachada del Palacio de Justicia, sede de la Audiencia de Valladolid.
Fiscalía de Valladolid solicita penas de once años y medio de prisión para tres varones que fueron detenidos en julio de 2024 como integrantes de un grupo criminal dedicado al tráfico de cocaína tras desmantelar un laboratorio en Trigueros del Valle, punto neurálgico de la banda, donde se preparaba la sustancia que luego era distribuida en distintos puntos de España mediante el uso de vehículos provistos de compartimentos ocultos o 'caleteados'.
Los tres encausados, Francisco Miguel A.L, José Luis G.S. y David M.P, compartirán banquillo en la Audiencia de Valladolid los próximos días 7 y 10 de julio, donde los tres presuntos 'narcos' se enfrentan a cargos por delito de tráfico de sustancias, con la agravante de notoria importancia, así como de pertenencia a grupo criminal y falsificación en documento oficial, con una petición global para cada uno de ellos de once años y medio de privación de libertad, multas de 1.202.160 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
La detención de los tres se encuentra en el origen de la denominada 'Operación Churruca' que a posteriori se saldó con 19 detenidos y 59 kilos de cocaína incautados tras desarticularse un grupo vinculado un clan "muy conocido" de 'mercheros' con antecedentes penales y asentado en la capital vallisoletana, con conexiones en Salamanca, que adquiría la droga en Galicia para distribuirla por esta zona y Asturias.
Fue a partir de mediados del mes de mayo de 2024, como consecuencia de informaciones obtenidas por parte de la Sección IV de la UDYCO Central, UDYCO Valladolid y DAVA, sobre una organización criminal asentada en la provincia de Valladolid, cuando se fijó un operativo de investigación , con seguimientos y dispositivos de vigilancia, que puso de manifiesto que los tres acusados formaban parte de un grupo dedicado a la elaboración, transporte y distribución de cocaína en vehículos con compartimentos ocultos con destino a diferentes puntos de España.
El grupo se encontraba integrado por Francisco M.A, José Luis G.S. y David M.P, el primero propietario de un chalé ubicado en la urbanización La Viña de Trigueros del Valles y los otros dos residentes en viviendas situadas en la calle Miño de Laguna de Duero y la calle Orlando de Valladolid, respectivamente, con la particularidad de que el centro de operaciones se encontraba en la primera de las tres localidades, ya que allí se encontraba ubicado el laboratorio destinado a la preparación de la sustancia estupefaciente (cocaína) dispuesta para su venta posterior.
Las pesquisas a estas tres personas tuvieron como colofón los registros practicados en los tres inmuebles el 10 de julio de 2024 en una operación conjunta con la Agencia Tributaria que permitió la localización de dicho laboratorio clandestino y la incautación de doce kilos de cocaína, 40 de procaína y 90.000 euros en efectivo.
Los detenidos distribuían la cocaína por toda la geografía española, para lo que disponían de vehículos con compartimentos ocultos creados específicamente para esconder la sustancia estupefaciente y eludir la acción policial en los transportes.
Los agentes comprobaron que el 'modus operandi' de la organización consistía en obtener cocaína y trasladarla hasta el laboratorio clandestino, perfectamente preparado y acondicionado. Allí, la droga era mezclada con productos químicos con la finalidad de aumentar su volumen y con ello sus ganancias ilícitas.
Finalmente era dividida en paquetes para distribuirla bajo demanda por todo el territorio nacional y para la entrega de la droga a los compradores disponían de vehículos con compartimentos ocultos creados para esconder la sustancia estupefaciente y así realizar los repartos con total seguridad.
Control del transporte
La operación culminó cuando los agentes detectaron a uno de los transportistas de la organización criminal desplazándose a Madrid para adquirir y posteriormente trasladar hasta el laboratorio en Valladolid una gran cantidad de productos químicos para la preparación de la cocaína.
En el momento de su detención, los agentes averiguaron que la organización criminal contaba con medidas de seguridad tecnológica, con la finalidad de conocer en tiempo real el paradero y ubicación exacta del transportista durante los trayectos.
El resto de los miembros de la organización, tras conocer que el conductor había sido arrestado, trataron de esconder la sustancia estupefaciente en los compartimentos ocultos de los vehículos. Uno de ellos pudo ser detenido en Valladolid y el estupefaciente fue finalmente localizado por los investigadores en los registros realizados.