Tordesillas se rinde a su reina Juana I de Castilla

Para Tordesillas, la llegada de la reina Juana en 1509 es un hito histórico que aún permanece en la memoria de sus habitantes. Cada marzo, desde hace veintiún años, el municipio recrea su entrada con la colaboración de vecinos, empresarios, comerciantes así como el Centro de Iniciativas Turísticas de la localidad. Este sábado, 1 de marzo, ha tenido lugar una nueva recreación, que ha contado con la participación de más de 300 residentes.

En esta ocasión, la comitiva estuvo compuesta por la propia soberana, a quien representó la joven Cristina Sigüenza Fradejas, su hija Catalina, interpretada por la pequeña Carmen González Morales, y como no, el padre de la monarca, Fernando el Católico, custodiados por su guardia personal, los monteros de Espinosa, y los monjes que transportaban el cuerpo de su esposo, Felipe el Hermoso, fallecido en Burgos. También estuvieron flanqueados por las damas de compañía y personal de palacio, que completaron el cortejo protegido por escoltas que alumbraron su paso con antorchas, tal y como explicó el Centro en una nota de prensa.

El desfile partió a las 19.30 horas de la entrada de Tordesillas y se encontró, sobre las 20.00 horas, con el cortejo de su padre, Fernando el Católico, escoltado por su guardia. Desde allí, pusieron rumbo a la Plaza Mayor ante la expectación de los vecinos, asomados a sus balcones. Unos minutos más tarde, Hernando de Tovar, capitán de los monteros de Espinosa, ordenó abrir las puertas de la villa para dar paso a la reina. 

Finalmente, la comitiva regresó sobre las 20.30 horas a la Plaza Mayor, momento en el que Fernando el Católico intentó convencer a su hija de que se quedase en Tordesillas. Llegaron sobre las 21.00 horas al Palacio Real, donde la reina recordó sus vivencias más dolorosas y entró sola al recinto, donde permanecerá encerrada durante casi medio siglo.