El vallisoletano JJ Vaquero confiesa cómo salió del alcohol: "Me vi borracho en el entierro de mi suegra"

De JJ Vaquero se conocen muchas cosas. Por ejemplo, que no hay ciudad, plató o teatro en el que presuma de Valladolid, casi siempre con algún chiste de por medio. O que en el barrio Parquesol se podía encontrar, entre risas y buen ambiente, su mítico bar 'El rincón del Erizo' y donde empezó a hacer sus primeros monólogos. Pero hay veces que muchas verdades se esconden detrás del personaje, y el caso del humorista no es una excepción, desvelando ante las cámaras y millones de espectadores sus problemas con alcohol que ha logrado superar.

"¿Quieres la verdad? Me vi borracho en el entierro de mi suegra", le decía a Pablo Motos durante una emisión de El Hormiguero en la que presentaba su última película Sujétame el cubata. Una vida de noche, una vida de fiesta y en la que JJ Vaquero tuvo que presenciar una tragedia familiar desde sus propios para ojos para darse cuenta que necesitaba un cambio. 

"Pedí ayuda a un profesional y todo. No me gusta mandar el mensaje de que con el deporte puedes dejar lo que creas que puedes dejar. Por favor, si alguien cree que tiene un problema que busque ayuda profesional. Sí que es verdad que ayuda", expresó ante Motos, impasible ante el discurso tan verdadero del humorista vallisoletano, que posteriormente reconoció que el deporte "ayuda para cualquier persona a la que se le esté yendo la mano con la noche y quiera salir ya, que se haya hartado o que vea que no es el sitio, o que pensaba que lo controlaba y se dé cuenta por un segundo de que ya no lo controla".

Fue un discurso a corazón abierto, como si el plató no existiese y JJ Vaquero estuviese con su amigo de la vida y que siempre escucha sin interrumpir. Pablo Motos adquirió durante minutos esa figura, y ante él reconoció que se había mentido durante años a sí mismo y a la gente. "Decía, 'ahora vas a bajar a la panadería a comprar pan'. No bajaba a la panadería a comprar pan, iba al bar, pero esa mentira se la había dicho a la gente, pero a mí no. Y me empecé a decírmela a mí. Y un día me pillé mintiéndome y, dije que esto no puede ser", afirmó. Y de esa revelación fue como buscó ayuda profesional para cambiar de vida, dejar todo lo que le "sobraba" y regresar al gimnasio donde había hecho powerlifting de joven.

Motos sí quiso intervenir en la parte más crucial de un discurso como el de JJ Vaquero, la que conforma la concienciación y las posibles ayudas para un público que se puede encontrar en la misma situación. "Solo se lo dije una vez a mi mujer: ‘Oye, quiero dejar de salir de fiesta’. Y funcionó porque mi mujer se puso manos a la obra, y mi familia. Cuando alguien piense que está saliendo mucho de fiesta y se vea que sigue saliendo pero quiere dejarlo y que él solo no lo puede frenar, que busque gente cerca en la que confíe y que se lo diga en alto. A partir de ahí hay que tener fuerza de voluntad, pero tienes que tener muy claro lo que te está quitando", concluyó el humorista.