El Ayuntamiento de Valladolid planea conectar por bici el paseo del Cauce con el puente de Santa Teresa

El Ayuntamiento de Valladolid trabaja en un nuevo proyecto para ampliar su red ciclista. Se trata de la construcción de un tramo de 334 metros que conectará el carril bici del paseo del Cauce con el que desciende del puente de Santa Teresa hasta la calle Rábida. Esta actuación, para la que se han solicitado fondos europeos, pretende completar un itinerario y dar continuidad a dos trazados que actualmente finalizan de forma abrupta, lo que obliga a los usuarios a invadir aceras peatonales en una zona de casi medio kilómetro.

La situación actual evidencia una desconexión clara tanto para el ciclista que circula por el paseo del Cauce como para el que lo hace por Rábida, ya que se encuentran con el final de su camino sin una alternativa segura. La senda para los que van sobre dos ruedas del paseo del Cauce, herencia de las reformas urbanísticas de finales del siglo XX, concluye sin salida, mientras que la vía ciclista de Rábida, diseñada con criterios de movilidad sostenible en la construcción del puente de Santa Teresa, se interrumpe antes del cruce con la calle Portillo de Balboa. La continuación natural del trazado junto al encauzamiento del río Esgueva es inviable. «El reducido espacio entre las fachadas de las viviendas de la calle Siglo de Oro y el cauce del río hace imposible la construcción de un carril bici por ese lado», según detalla la documentación a la que ha tenido acceso este periódico.

Ante esta limitación física, la solución propuesta por los técnicos de la Concejalía de Tráfico y Movilidad se desplaza a una vía paralela, la calle Reguero. «Este trazado alternativo no solo resuelve el problema de conexión, sino que también ofrece una oportunidad para la regeneración urbana de la zona». Un análisis del entorno revela que la acera actual junto a las viviendas se encuentra en un «estado de conservación lamentable, con anchuras insuficientes que incumplen la normativa de accesibilidad». Asimismo, existe un desnivel de aproximadamente un metro entre el paseo del Cauce y la calle Reguero, que actualmente se salva con una rampa. El proyecto prevé ampliar esta rampa para integrar el paso de bicicletas y adecuar las aceras, lo que mejorará «la calidad del espacio público para todos los usuarios».

El nuevo carril bici será «un único tronco principal, sin ramales ni derivaciones». Su trazado comenzará en el final del vial existente en el paseo del Cauce para, a través de la rampa ampliada, conectar con la calle Siglo de Oro y el nuevo tramo de la calle Reguero. Para contener el desnivel en esta zona, se aprovechará el muro de contención existente y se construirá un nuevo murete de altura variable. Desde allí, la vía ciclista discurrirá por la calle Reguero, la cruzará para adentrarse en una zona verde y finalmente alcanzará la confluencia de las calles Cardenal Torquemada, Portillo de Balboa y Rábida, donde enlazará con la infraestructura ya operativa, tal y como figura en el proyecto.

La sección transversal de la nueva senda se ha diseñado con detalle. Estará compuesta por una capa de hormigón de 15 centímetros de espesor, con un acabado superficial fratasado al que se añadirá cuarzo para aumentar su durabilidad. El pavimento lucirá el característico color verde de la red ciclista municipal. La anchura total será de 2,20 metros, «espacio suficiente para garantizar una circulación fluida y segura en doble sentido». La obra también contempla la renovación del alumbrado público en el tramo de la calle Reguero donde se ampliará la acera, con la instalación de nuevas columnas y luminarias. En la zona del parque se mantendrán las farolas actuales pero se sustituirán las luminarias por otras de mayor intensidad para reforzar la seguridad. Una vez finalizada la pavimentación, se procederá al pintado de las líneas de borde y del eje discontinuo, así como de los pictogramas que señalizan la vía y las prioridades de paso. Se instalarán, además, las señales verticales que indican la obligatoriedad de su uso por parte de los ciclistas.

Esta intervención forma parte de la estrategia del consistorio para consolidar una red ciclista que ya roza los 155 kilómetros. El actual equipo de Gobierno destaca que durante su mandato ha impulsado la construcción o finalización de casi 20 kilómetros de nuevos carriles, con una inversión que supera los 12 millones de euros. Un ejemplo reciente es la inauguración del vial que une Valladolid con Simancas, un tramo de 2,8 kilómetros dedicado al exciclista Tomás Nistal. Esta obra, que superó la quiebra de su primera empresa adjudicataria, se completará en 2026 con una inversión de 700.000 euros para renovar la calzada del Camino Viejo y se ampliará en 2027 para enlazar definitivamente con la avenida de Zamora.

La expansión de la red también mira hacia el alfoz. El Ayuntamiento ya ha aprobado el proyecto para construir 1,2 kilómetros de carril bici, con 2,40 metros de anchura en doble sentido, acompañado de una acera peatonal de cuatro metros hacia Zaratán, una obra que, además, permitirá extender el servicio de bicicleta pública Biki al municipio vecino, según la nota de prensa del Ayuntamiento.

De forma paralela, se han adjudicado los trabajos para el primer tramo del carril hacia Fuensaldaña, que llegará hasta la urbanización Fuente Berrocal y conectará con la ruta del Canal de Castilla. «El proyecto incluye una glorieta para ordenar el acceso a la urbanización Salve Regina y la reordenación del cruce hacia Fuente El Sol. Además, contempla la implantación de medidas de templado de tráfico», añaden las mismas fuentes.