Diario de Valladolid

EDUCACIÓN

Educación colocará aulas prefabricadas en el instituto de Portillo en Valladolid por falta de espacio

Los nuevos módulos se alquilarán al menos el próximo curso con un coste de 86.000 euros y se instalarán en la antigua caseta del conserje, mientras se estudia ya una ampliación del centro

IES Pío Río Hortega de Portillo

IES Pío Río Hortega de PortilloGSV

Publicado por
Marta Gamazo
Valladolid

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La vuelta al cole en septiembre es uno de los momentos más esperados por los padres y, por otra parte, uno de los más odiados por los que tienen que volver a las aulas. Sin embargo, la vuelta a las clases en el IES Pío Río Hortega del municipio de Portillo contará con unas nuevas incorporaciones para los estudiantes, esta vez en forma de clases.

Se trata de tres aulas prefabricadas para dar servicio al centro con motivo de la propuesta de ejecución de una ampliación del instituto público. Esta ampliación se realizará con motivo de un crecimiento del número de alumnos en el citado centro, lo cual provoca, a su vez, un aumento de la demanda.

No obstante, en tanto se contrata el proyecto de ejecución, las tres aulas servirán para tener más espacios para impartir la actividad lectiva. Es por ello que la Dirección Provincial de Educación de Valladolid ha sacado a licitación el arrendamiento de tres aulas prefabricadas por un plazo máximo de un curso, con la posibilidad de prorrogarlo por otro más en función del desarrollo de la obra de ampliación con un prespuesto total de 85.999,98€ por la utilización durante 2025 y 2026.

Realizada la consulta al Área de Inspección, se concluyó que cada una de las aulas con las que contará el IES Pío Río Hortega de Portillo debe contar con aproximadamente 60 metros cuadrados.

Los nuevos módulos prefabricados que ofrecerán la posibilidad de albergar a más alumnos se construirán en un «edificio anexo con el que cuenta el centro», de acuerdo con el alcalde de la localidad vallisoletana, Juan Esteban. «Se colocarán donde anteriormente estaba la caseta del conserje», explica Esteban.

Las aulas prefabricadas son un recurso que ya se ha empleado en más de una ocasión en otros centros de la provincia. Por ejemplo, durante el curso 2021-2022 el IES María de Molina de Laguna de Duero recurrió a esta solución para eliminar el turno de tarde que se había impuesto para los alumnos de Bachillerato -los más mayores, que tienen entre 16 y 18 años- debido a la pandemia causada por la COVID-19 y el obligatorio mantenimiento de las distancias de seguridad en aquella situación sanitaria.

Tampoco entonces cuajó el ofrecimiento del Ayuntamiento de Laguna de Duero respecto a la cesión de espacios municipales alternativos en la Casa de la Artes o en el centro cívico y, aunque se llevaron a cabo varias protestas a las puertas del instituto, los 160 afectados por el cambio de horario tuvieron que acudir a clase por la tarde durante todo el curso, lo que provocó que algunos incluso se cambiaran de centro escolar.

Otros municipios que requirieron de la instalación de estas aulas de manera provisional anteriormente fueron por ejemplo, el CEIP Miguel Delibes de Aldeamayor de San Martín o el María Montessori de Renedo de Esgueva como medida previa a la ampliación de los edificios hasta que se ampliaron los edificios porque las instalaciones se habían debido al creciente número que experimentó la población en el alfoz.

El colegio Miguel Delibes de Aldeamayor de San Martín también empleó de dos de estas aulas contiguas para darles uso como comedor escolar y espacio multifuncional para facilitar el desdoblamiento en algunas de las asignaturas. Estas dos instalaciones contaron con un espacio de 84 metros cuadrados junto a un espacio modular con seis aseos.

El Instituto de Portillo inició su actividad educativa en el curso 1964-65. Con ya 60 años frente a las pizarras, este centro del municipio vallisoletano cuenta con 400 alumnos. Además, el instituto también atiende a estudiantes de otros municipios, siendo estos Mojados, Aldeamayor de San Martín, La Pedraja de Portillo, Montemayor de Pililla, Aldea de San Miguel, Santiago del Arroyo, Camporredondo y San Miguel del Arroyo.

El centro experimentó, en esos años 60, una pugna contra Tordesillas por ver quien se quedaba con la adjudicación del centro que, finalmente, se resolvió en favor de Portillo al ofrecer el ayuntamientos los terrenos para su construcción.

El instituto era mixto y en aquella época, contaba con una denominación conocida como ‘sección femenina’. 

Las chicas estudiaban Secretariado y Administrativo, y los chicos la modalidad Industrial Minera. Centros de la capital vallisoletana como el IES Núñez de Arce o La Enseñanza eran centros adscritos al de Portillo, proporcionando alumnas para las dos modalidades de la Sección Femenina del mismo.

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