ESPÍRITUS LIBRES | ABEL APARICIO / ESCRITOR
"Al entregar una carta en mano redimo la pena virtual de mi pasado informático"
De la añada de 1980, nació en la localidad leonesa de San Román de la Vega. Informático de formación, cartero rural de profesión y escritor por vocación. Su libro “Dónde está nuestro pan” destacó la importancia de la mujer en la mina. Cuenta que llegó tarde a su profesión, sin ascendencia en la mina ni en Correos, pero no hay otra que le llene más a nivel personal y laboral. Autor de varios libros, en su nuevo poemario, “Cartero rural”, reivindica la reflexión y la mirada al pasado

Abel Aparicio sostiene su última obra, Cartero rural
La anterior entrevistada, Marta Navazo, hizo esta pregunta sin saber a quién iba destinada:
Pregunta.- ¿Cómo ves el futuro de la humanidad?
Respuesta. Espero que viremos
el rumbo porque si no, vamos hacia un futuro no muy halagüeño.
P.- ¿Qué es para usted ser un espíritu libre?
R.- Vivir a gusto con uno mismo.
P.- ¿Cómo se gana la vida?
R.- Soy cartero rural, por los pueblos de La Cepeda y de La Vega del Tuerto.
P.- ¿Qué le gustaría ser de mayor?
R.- Cartero rural.
P.- ¿De qué se siente más orgulloso?
R.- De la familia, siempre.
P.- ¿Tiene algún sueño por cumplir?
R.- Me gustaría recorrer Europa en bicicleta.
P.- ¿Qué es para usted el amor?
R.- Ser feliz con tu pareja.
P.- ¿Qué tal se lleva con Dios?
R.- Ni bien, ni mal. Mantenemos la distancia.
P.- Un espíritu libre al que admire.
R.- Luis Cordero, un pastor de mi pueblo.
P.- ¿Por qué cartero?
R.- En 2017 me quedé en paro, me avisaron de unas oposiciones a Correos y decidí intentarlo. Entré en bolsa y desde 2020 trabajo aquí. La vida te lleva por caminos que no sospechas.
P.- ¿Recuerda a los carteros que iban a su pueblo cuando era niño?
R.- No del todo, pero soy de una generación que ya los ha visto repartir en coche.
P.- Informático, jardinero y ahora cartero. ¿Cuál de los tres oficios marca más?
R.- Sin duda, cartero. Llegué a esta profesión con 40 años, pero personalmente y laboralmente me llena.
P.- En su libro ¿Dónde está nuestro pan? pone de relieve la importancia de las mujeres que también fueron a la mina.
R.- Sí, es una figura desconocida. Mujeres mineras que iban con el carbón, que entraban a los pozos… merecen todo el reconocimiento.
P.- Dígame dos aspectos que más influyeron en usted de los testimonios de estas mujeres.
R.- Cómo las trataban desde el punto de vista económico y social. Por la misma labor les pagaban la mitad que a los hombres: un jornal de 6,5 pesetas. También la unión que había entre ellas.
P.- ¿Qué supuso este libro?
R.- Fue una sorpresa, no esperaba tanto éxito. Me han llamado para hacer presentaciones, no sólo en comarcas mineras, sino en zonas tan dispares como Valencia, Madrid, Cáceres o Barcelona.
P.- ¿Algún minero en su familia?
R.- No.
P.- ¿Algún cartero?
R.- Tampoco, voy tocando palos nuevos.
P.- ¿Y cómo se explica que entre en estos terrenos?
R.- Igual resisto en la barricada como el último romántico. Ahora que todo se enfoca hacia las grandes ciudades, creo que mirar para atrás, detenerse y andar despacio viene bien ante la vorágine actual.
P.- Para un informático como usted es un contraste, es como si fuera a redimir las penas de la tecnología llevando la carta con la mano.
R.- Sí, cuando trabajaba de informático ganaba dinero, pero no era algo que me gustara. Ahora, el contacto con la gente, alejarse del mundo virtual… es más humano.
P.- La literatura llega a su vida y llega tarde, pero se queda, como
demuestra su última obra, Cartero rural.
R.- Con 25 años, cuando vivía en Madrid, iba a un bar en el que hacían sesiones libres de poesía, me animaron a leer algo mío y hasta hoy. Prendió fuerte la semilla.
P.- ¿Por qué poeta?
R.- Hay situaciones en las que expreso mejor mis emociones en
un poema. Es como pescar en un mar de palabras para elegir las
precisas y plasmar así una vivencia o un sentimiento.
P.- ¿Qué tiene en cartera para su próximo proyecto literario?
R.- Me gustaría escribir sobre el tren del Oeste y la relación que tenemos con Portugal.
P.- “Pasear por el andén de una estación que fue y que por ahora
sigue siendo, recorrerla de punta a punta a un ritmo pausado”.
R.- Sí, viajé bastante en tren y también es un mundo que me interesa: las estaciones, las despedidas, los encuentros, el paisaje, pensar en tu mundo interior…
P.- ¿Se está forrando con la literatura?
R.- No, lamentablemente.
P.- También ha escrito Alboradas en los zurrones del pastor, Tintero de tierra, La ruta del Tuerto… Ha estado entretenido.
R.- Tengo el problema, o la virtud, de no poder estar parado.
P.- Déjeme una pregunta para el siguiente invitado.
R.- ¿Eres feliz con la vida que estás viviendo?