Los libreros celebran su día en Valladolid: "Amazon no recomienda como nosotros"

Una jornada donde conocer gente nueva y compartir experiencias con otros libreros. Así entiende Eva de la librería Moiras el Día del Libro, una festividad que ha convertido Plaza de España en un lugar íntimo para el encuentro literario.

Los libreros han colocado sus propios escaparates con las narraciones más significativas de sus negocios, donde niños y adultos recorren la zona para encontrar sus libros favoritos.

La novela negra, fantástica, histórica, de misterio o la que trata sobre los sentimientos son los géneros más demandados por parte del público según los trabajadores. Sin embargo, a estos se sumarían los libros relacionados con la salud. Este fenómeno no solo se produciría en adultos, también en los más pequeños. Henar y Andrea, de la librería La Marmota, explican que las narraciones más vendidas en la franja de 6 meses a 12 años tienen que ver con las emociones.

Pese a la cantidad de géneros demandados, algunos de los vendedores notan un descenso en cuanto a la compra de clásicos de la literatura. "Los clásicos triunfan, pero cada vez menos", explica María, librera de Don Quijote. Sin embargo, hay quienes confiesan que continúan siendo una buena apuesta. Este es el caso de Rosa y Elena, de la librería Roel. Ambas libreras afirman que los lectores de su tienda siguen decantándose por este tipo de historias.

En cuanto a las ‘modas literarias’, los libreros coinciden en que causan gran furor las novedades del momento. Algunos trabajadores, como es el caso de Eva de la librería Moiras o Mila, de librería Ruve, notan un gran interés por parte de los lectores en libros de autoayuda, donde destacan a la autora Marian Rojas Estapé. Las narraciones de Javier Castillo, los libros de Gellida, el fenómeno juvenil "Alas de Hierro" o los pequeños escritos de "Black Water" figurarían también entre los más demandados según los profesionales. Sin embargo, los vallisoletanos no se olvidan tampoco de sus raíces y apuestan por obras de autores de la provincia, como es el caso de Pilar Mesonero y su libro "Los días fríos" y del profesor de filosofía José Francisco Alonso, con su "Café Cortado".

A día de hoy, los libreros siguen luchando con grandes competidores, como es el caso de los centros comerciales y de Internet. "Amazon nos ha hecho daño", confesaba Mila de la librería Ruve. En el caso de Internet, Isidro de Margen Libros recalca que ha quitado gran parte del mercado a las librerías tradicionales. Y es que la compra impulsiva online se ha convertido en un problema y en una confusión para el lector. "Tenemos los mismos precios. La gente se piensa que no, pero son iguales", argumenta Eva de la librería Moiras. Si bien es cierto, los libreros creen que estas plataformas digitales carecen de una atención personalizada, y eso es lo que los diferencia. "Los lectores buscan a un librero que les recomiende", argumenta Marta de El Rincón de Morla. A esta idea se suma Arantxa de Olletvm, quien explica que su 'arma' son las recomendaciones, consejos que no dan plataformas como Amazon.

A diferencia de las compras online, los profesionales tienen claro que el Ebook no supone una competencia para el comercio tradicional. "Los lectores prefieren papel, se concentran mucho más", añade Marta del Rincón de Morla. Isidro, de Margen Libros, apunta que esta tecnología no crece, ya que según él, no supone lo mismo leer en escrito que en un dispositivo.

El Día del Libro es tradición que los libreros salgan a la calle a mostrar las narraciones que poseen en sus comercios. Ahora bien, ¿les gusta desplazarse en un día tan señalado? A la mayoría de ellos les parece una buena idea y expresan que es una forma de salir de su ‘zona de confort’. "Nos encanta salir a la calle, somos fans de este día", comparten Rosa y Elena de la librería Roel. Sin embargo, algunos de ellos notan que es mucho trabajo para solo unas horas. Libreros, como es el caso de Marta de El Rincón de Morla, añoran la tienda física en un día tan señalado. «Te sientes más arropada en la librería, ya que a veces te piden libros que justamente solo los tienes allí», expresa la trabajadora.