Diario de Valladolid

Pederastia en la Iglesia

El Arzobispado de Valladolid no aparta al cura acusado de pederastia por un huérfano por la "presunción de inocencia"

El sacerdote niega haber cometido los abusos sexuales que le atribuye Ángel Campos, de 57 años, que asegura que cuando era niño fue víctima de pederastia en el hospicio provincial por parte de cuatro religiosos y un ex cargo de la Diputación

Ángel Campos junto al Colegio Residencial Provincial Don Juan de Austria de Valladolid.  TWITTER: ÁNGEL CAMPOS

Ángel Campos junto al Colegio Residencial Provincial Don Juan de Austria de Valladolid. TWITTER: ÁNGEL CAMPOS

Publicado por
Alicia Calvo
Valladolid

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"En las fechas de la denuncia no tenía ninguna relación con Las Salinas ni con los pueblos que atendí tiempo después", sostiene para negar las acusaciones de pederastia el sacerdote J. C. G., que en la actualidad ejerce el ministerio en Valladolid y sobre el que el Arzobispado inició una investigación canónica cuyo expediente se encuentra a la espera de que el Vaticano se pronuncie. 

Este cura es uno de los cinco adultos señalados por Ángel Campos, un vallisoletano de 57 años que asegura que sufrió abusos sexuales por parte de cuatro religiosos y un ex cargo de la Diputación de Valladolid  cuando era sólo un niño, entre 1976 y 1984, en el hospicio provincial. En concreto, por parte de  dos sacerdotes, una monja, un religioso salesiano y un miembro de la Diputación  vallisoletana de los años 80, cuyas iniciales son F. C. 

El Arzobispado de Valladolid ha emitido un comunicado enumerando los pasos dados tras hacerse pública la denuncia y explicando que la razón de no apartar a J. C. G. responde a la "presunción de inocencia" : "Las medidas tomadas por este Arzobispado, como son el procedimiento de investigación, la comunicación de la situación a los colaboradores de la Parroquia y el seguimiento personal al sacerdote denunciado, se consideran cautelas suficientes a la espera del conocimiento de pruebas, si las hubiere, y de la decisión que tome el Dicasterio romano. El respeto, la ayuda y la reparación a las víctimas no otorga una presunción de veracidad a la denuncia que destruya la presunción de inocencia que toda persona tiene se cual fuere su condición, ideología, sexo o religión".

En el escrito indica que una vez tuvieron conocimiento de las acusaciones de Ángel Campos, al que su madre abandonó con dos años en el hospicio provincial, se informó a la Fiscalía de Valladolid "sobre este caso todavía sin haber interpuesto siquiera la correspondiente denuncia". Era el 22 de septiembre y una semana después se entrevistaron con Campos los miembros del SAVA, Servicio de Atención a Víctimas de Abuso, creado por el Arzobispado. Previamente habían escuchado al denunciado y el sacerdote que negó los hechos. 

El cura señalado asegura que varios "aspectos del relato denunciados no se ajustan a la realidad del ejercicio del ministerio desempeñado por él en la residencia de verano los sábados por la tarde de los meses de julio y agosto de los años 1981, 1982 y 1983".

En concreto, el sacerdote se expresa de la siguiente manera: "Según la denuncia de El País los hechos se remontan al verano de 1980. En esas fechas era seminarista y no tenía ninguna relación con Las Salinas ni con los pueblos que atendí tiempo después . Cuando estuve atendiendo pueblos cercanos a Las Salinas, mi relación con el centro del Hospicio Provincial se limitó a celebrar una Misa los sábados por la tarde, solamente durante los meses de julio y agosto. La Misa se celebraba en el césped de la piscina y no había monaguillos ni sacristía, estaban todos los niños juntos y el sacerdote se revestía allí mismo. En la denuncia se habla de que el sacerdote se llevaba a los niños en un 'cuatro latas' a los pueblos como monaguillos. Nunca tuve esa marca de coche, los niños no podían salir del lugar y las Eucaristías eran a las 10 de la mañana en un pueblo y a las 8 de la tarde en otro, horas incompatibles con el funcionamiento de la casa".

En noviembre, la archidiócesis vallisoletana comunicó la investigación a la fiscal jefe de la audiencia provincial. 

Ahora, Iglesia, denunciante y denunciado se encuentran pendientes de Roma para que desde el Vaticano se emita una conclusión sobre el expediente dentro del proceso canónico y se adopten las medidas que de ella se derivaran, si se da el caso. El Arzobispado asegura además que "manifiesta su compromiso de seguir abordando el sufrimiento provocado por los abusos en el seno de la comunidad cristiana  desde la acogida y tramitación de posibles denuncias, la reparación de las víctimas y la prevención".

Ángel Campos Campos denuncia una serie de episodios de maltrato infantil en el  hospicio provincial, situado primero en la plaza de la Trinidad de Valladolid  (donde se ubicó hasta 1975) que habría empeorado cuando cumplió los 9 y los huérfanos fueron trasladados provisionalmente a una residencia en  Las Salinas, en Medina del Campo, tal y como publicó El País. En 1975 el hospicio se instaló en antiguo colegio Residencia Provincial Juan de Austria de Valladolid. En un campamento de la OJE (Organización Juvenil Española) en Covaleda, Soria, asegura que padeció  el primer abuso  por parte de un sacerdote del que no recuerda el nombre. Posteriormente, con 13 años, denuncia haber sufrido tocamientos de un salesiano en una colonia en Asturias. También relata  que una monja, Sor Mercedes, le tocaba cuando salía de la ducha  entre los 11 y los 14 años. Se llamaba Sor Mercedes. 

Entre medias, con 12 años, después de que no fructificara un proceso de adopción, sostiene que en Las Salinas, en Medina, donde acudían en verano, el sacerdote ahora investigado, J. C. G., abusó de él durante un año mientras Ángel era monaguillo y le acompañaba por los pueblos a dar misa. Ángel denuncia episodios de "masturbación y tocamientos" que "fueron a más" cuando le llevó a su casa familiar por Navidad . El cura señalado niega las acusaciones. 

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