Inmaculada, tras recuperar su mascota en la explosión de Parquesol: "Es la primera vez que he llorado"

En medio cada tragedia, aunque parezca que no, siempre hay una cosa buena contar. En la explosión del tercer de un edificio de Parquesol, la última de ellas es el rescate de mascotas pertenecientes a los propietarios y que mantenían la esperanza de que hubiesen sobrevivido a la detonación. Y los deseos se convirtieron en lágrimas de felicidad, después de que una pareja de inquilinos saliesen del portal número 23 de la calle Juan de Valladolid con una pecera y el pez en su interior nadando como si nada hubiera pasado, mientras una madre y su hija aparecían con Sombra, un conejo enano , con saltos de alegría.

"Ahora mismo estoy feliz" , declaraba Inmaculada nada más pisar de nuevo las calles tras abandonar su vivienda en el sexto piso, solo tres plantas por encima donde se originó el fatídico suceso que dejó 13 personas heridas, siendo ella una de las personas rescatadas por los Bomberos de Valladolid. Por ello, la felicidad irradiaba en su rostro por el mero hecho de haber encontrado a su mascota "viva". Así, con Sombra entre sus brazos, un conejo enano de intenso pelaje negro y blanco, y acompañada de su hija, que portaba su correspondiente jaula, también intacta, 'Inma' era recibida por sus vecinos con gritos y aplausos de victoria .

La solidaridad se volvió a juntar en la calle del barrio de Parquesol que no olvidará la fecha del 29 de agosto, ofreciendo a Inma su hija cualquier tipo de alimento apto y agua para su mascota. Pero la jaula de Sombra mantenía sus víveres básicos, como si la onda expansiva no fuese capaz de derrumbar sus minúsculas vallas metálicas. "Es la primera vez que he llorado" , reconocía 'Inma' al salir de su vivienda, que añadía que "el día después es incluso más duro porque ayer tienes esa adrenalina en el cuerpo y no experimentas la situación como es en realidad" .

Con los nervios calmados, "hecha polvo", un tembleque en las piernas, pero sin dejar de lucir una amplia sonrisa en su rostro, como en el de su hija, la doble celebración llegó cuando una pareja de inquilinos dejó atrás el edificio siniestrado con una pecera entre sus manos, en la cual, entre su agua transparente, relucía un brillante pez nadando. "Estamos de suerte" , comentaba 'Inma', antes de acercarse a dar la enhorabuena a sus dos vecinos por el exitoso rescate.

Con un "estamos vivos" y "es lo que hay", 'Inma' mantenía la calma por el devenir de la situación, deseando pronto volver a sus viviendas aunque informando que "hay determinados pisos que la Policía Científica no permite pasar". No obstante, durante este miércoles varios propietarios han podido acceder por primera vez a sus viviendas para recoger algunos enseres, mientras que en caso de poseer mascotas la entrada estaba permitida con la misión por parte de la Policía Municipal y Nacional de que cualquier ser estuviese a salvo .