Diario de Valladolid

El hostelero que conquistó el cine de Valladolid «por descarte»

Francisco Heras es el propietario de los cines Broadway y Manhattan en Valladolid y de los Van Dyck en Salamanca / Lleva 40 años en este negocio que «nunca se terminará porque no para de reinventarse»

Francisco Heras es el único empresario autónomo de cine en Valladolid. -J. M. LOSTAU

Francisco Heras es el único empresario autónomo de cine en Valladolid. -J. M. LOSTAU

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Estibaliz Lera Valerio | Valladolid
Valladolid

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Emprender nunca es un camino sencillo. Francisco Heras sabía a lo que se enfrentaba porque llevaba años al frente de varios negocios de hostelería, sin embargo, quería ir más allá y ‘probar suerte’ en otro sector. Tras desechar varias ideas que no le cuadraron en ese momento, llegó al cine «por descarte». Ese arte que sirve para retratar, describir y cambiar el mundo se convirtió en su día a día hace ahora ya más de 40 años . «Entré en este negocio sin saber nada. Para mí el cine era ir a la taquilla, comprar la entrada y ver la película», admite.

Este salmantino de nacimiento y vallisoletano por derecho montó los cines Van Dyck en Salamanca , un lugar que, según reconoce, sigue siendo «el ombligo y el pulmón» del séptimo arte en la capital del Tormes. De hecho, presume de que es uno de los últimos locales que guarda esa esencia de antes, pero con las nuevas tecnologías muy presentes.

Esa inocencia le empujó a abrir otras salas en Valladolid: Broadway y Manhattan . De esta última, recuerda con mucho cariño que empezó en un aparcamiento público en la calle Cervantes. Corrían los años 80 y al más puro estilo Steve Jobs transformó un garaje alquilado en la primera sala multicine de la capital del Pisuerga . Ese enclave se convirtió en «refugio» de los que huían de las grandes propuestas comerciales.

En esta línea, comenta que muchas películas se proyectaban en versión original, no había publicidad y lejos quedaban las palomitas. «Fueron años muy complicados». Heras no era el único que abría las puertas de su negocio para que los vallisoletanos se divirtieran, tenía una «competencia feroz»: Calderón, Zorrilla, Lope de Vega, La Rubia… Aunque ir al cine era el plan de muchas personas los sábados y domingos por la tarde, la oferta era muy amplia y este salmantino tenía que apostar por algo, así que optó por el cine de arte y ensayo .

Es verdad que en aquella época el funcionamiento de la industria era mucho más «sencillo», ahora se enfrentan a nuevos actores como Netflix o HBO. «Primero fue el vídeo, más tarde, el DVD, las televisiones privadas, las plataformas… Enemigos que nos acompañan, pero a los que nos enfrentamos reinventándonos . Son diferentes maneras de consumir cultura», sostiene Heras, quien nunca ha puesto freno y no descarta que en sus salas de cine se pueda hacer cualquier cosa que le propongan. «Son ventanas para poder disfrutar de muchas cosas».

De hecho, celebra que, además de divertirse con la tradicional cartelera, en los Broadway o los Manhattan se puede vibrar con ópera, ballet, presentaciones de libros, exposiciones de pintura, documentales, incluso un concierto de Metallica . «Todo es posible», insiste. Por ejemplo, hace unos meses los Broadway acogieron la producción del Royal Ballet de La Cenicienta, que celebra el 75 aniversario de la obra de Frederick Ashton. Desde allí, tanto en Broadway como en Manhattan, se conectan, temporada tras temporada, con espectáculos de la Ópera de París, la Royal Opera House de Londres y la MET de Nueva York.

Por sus cines, tal y como señala, han pasado casi todos los actores, actrices, directores, músicos… relacionados con el cine. Ha podido hablar de tú a tú con Carlos Saura, Javier Bardem, Antonio Banderas, Pedro Almodóvar, Michael Moore , entre otros. «Cuando están actuando se meten en un papel y lo hacen estupendamente, pero cuando el telón se baja son personas normales con las que hablar de temas cotidianos, ya que tienen las mismas necesidades que tú y que yo. Cabe recordar que muchos de estos actores empezaron cuando comencé en este negocio» .

A pesar de no saber nada de este arte, ahora controla muy bien todo lo que rodea a esta industria que, según apunta, «nunca se terminará porque no para de reinventarse». Si echa la vista atrás se acuerda de importantes taquillazos como Titanic y Avatar . De esta última, explica muy emocionado que «marcó el comienzo de una nueva era que duró poco» y supuso un «fenómeno insuperable en 3D con una historia extraordinaria que difícilmente se vaya a repetir», lamenta para, a renglón seguido, puntualizar que con esta película los espectadores descubrieron cómo entrar en «un relato muy interesante sin moverse de la butaca».

Ahora se muestra muy expectante con el fenómeno Barbie , una obra a la que anima ir a ver, puesto que va mucho más allá que representar el mundo de una muñeca. «Se trata de una crítica a casi todo en clave de humor y que puede llegar incluso a arañar sensibilidades. Está dirigida tanto a los que aman a la muñeca de Mattel como a los que la detestan. Es una auténtica obra de arte» , subraya Francisco Heras, quien lanza otra recomendación: Oppenheimer de Christopher Nolan . A su juicio, es un filme que, pese a que ya se conoce el final, relata de una manera muy fidedigna todo lo que pudo ocurrir alrededor de la creación de la bomba atómica.

Heras lleva muchos años moviéndose entre bambalinas, si bien con cada estreno se sigue emocionando. «Venir al cine es de las mejores sensaciones que una persona puede experimentar. Además, es la única forma de que un montón de personas puedan reír, llorar, sufrir… al mismo tiempo», manifiesta este salmantino, que acaba de ser reconocido con el premio CEOE Valladolid en la categoría de Cultura, Turismo y Patrimonio .

El único empresario autónomo de cine es también embajador de la Marca Valladolid en todos los festivales a los que asiste siendo un referente nacional para las distribuidoras del séptimo arte. No obstante, resalta que el cine es mucho más que proyectar películas, detrás se encuentra todo un entramado para que el espectador pueda disfrutar de la película desde la butaca. «A las ocho de la mañana estamos en la oficina para sacar adelante este negocio, sobre todo, es muy importante el departamento de Publicidad, que trabaja de manera incansable para seguir ofreciendo lo mejor tanto a los vallisoletanos como a los salmantinos», expone Heras antes de añadir que está «contento» de trabajar en lo que trabaja y que seguirá apostando por nuevos formatos que sigan atrayendo a todos los amantes de este arte.

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