Diario de Valladolid

El imperio vallisoletano BlaBlaBla, siete restaurantes en siete años

Dos emprendedores crean este grupo hostelero que emplea a más de 100 personas

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Víctor Redondo y Carlos de Andrés-Montalvo, socios fundadores del grupo BlaBlaBla, en el bar Lucense.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Tocaba apostar. Sumar ganas y talento. Aportar valor. Con todos los ingredientes preparados, había que confeccionar el plato, un plato que conocían bastante, pero no era su comida principal. Lo hicieron. Aún lo siguen perfeccionando para llevarlo a lo más alto. Así apareció en escena el grupo BlaBlaBla, un imperio hostelero que lleva siete años conquistando los paladares y corazones de los vallisoletanos .

Detrás de su éxito y visión de futuro se encuentran Carlos de Andrés-Montalvo y Víctor Redondo, dos emprendedores que decidieron abrir un local en el centro de la ciudad. La Cotorra. Su objetivo era « crear un espacio divertido y un punto de encuentro para compartir con sus amigos », a la vez que lograban «un complemento salarial». Fue en el tercer restaurante, Pera Limonera , donde sintieron que ese sueño se había convertido en un grupo cohesionado, dos años después de su primera apertura .

Una carrera de fondo en la que se mezcla el amor por la hostelería y devoción por su ciudad. En este sentido, Víctor Redondo subraya que la pasión es «el motor que impulsa su negocio», y su profundo entendimiento de Valladolid les ha permitido «conectar» con la comunidad local de una manera única. A esto se suma una ambición incansable y una dedicación sin límites. Y es que, según celebra, han conseguido levantar siete marcas en tan solo siete años. ¿La pócima mágica para este despegue? « Capacidad de trabajo y una constante búsqueda de la excelencia ». 

En la actualidad, el grupo BlaBlaBla emplea a una media de 100 personas , aunque este número varía según las necesidades de la temporada. Su enfoque está puesto en encontrar talento para sus equipos y seguir creciendo . Equipos que quieran trabajar en un negocio, que acerca el lujo gastronómico a todos los bolsillos, democratizando la experiencia culinaria de alta calidad. 

También, comenta Redondo, tienen muy presente la importancia de la ubicación, el diseño y el marketing. «Comprender que las personas buscan una experiencia completa al acudir a sus locales , desde el ambiente y la iluminación hasta la música, la vajilla y los emplatados, ha sido fundamental para su éxito. Cada visita se convierte en un verdadero ‘happening’ para nuestros comensales», apunta. 

En cuanto a los nombres de sus locales, señala que les gusta seleccionar nombres llamativos , con fuerza y fáciles de recordar. «El primer local, La Cotorra, simboliza el bullicio y la diversión que encuentras al reunirte con amigos, más que el ave en sí. Se hizo popular por su #TacoTuesday o su #JapoJueves». La Cacatúa , ubicado en la zona de la Catedral, ofrece una decoración y unos platos caracterizados por su exotismo . La Pera Limonera es un chiringuito de playa fluvial en el Pisuerga y presenta tres espacios distintos que cambian con las estaciones. Doña Pendeja es un lugar donde se junta la tradición con la innovación , «una taberna castiza de toda la vida», donde tomar un vermú con ibéricos recién cortados o sentarte a degustar un plato de cuchara con un punto diferente. Tonino’s es un restaurante italiano sin complicaciones , pensado para salidas en familia, con amigos o en pareja.

Uno de los proyectos más destacados del grupo BlaBlaBla es el Lucense, un negocio que ha dado vida a un edificio completo . Sin embargo, reconoce que desde el principio fue «un reto» por los trámites burocráticos, obtención de licencias y definición de conceptos. No hay que olvidar que durante muchos años del templo del fútbol y de las tertulias taurinas, situado a las afueras de Valladolid, solo quedaban escombros y una fachada apuntalada. Cerró en 1996 después de ganarse la simpatía de varias generaciones. Pasó de bar a restaurante. Todo el mundo lo conocía y era parada, sobre todo, de aficionados a los toros y al Real Valladolid . No obstante, un buen día se apagó su alma. En 2019 todo cambió. El lujo regresó en forma de pisos y de dos locales: Lucense y Raza. «Estamos muy satisfechos con el resultado porque se ha respetado la esencia histórica de la icónica esquina de la ciudad». 

Preguntado por los desafíos a la hora de emprender un negocio, Redondo sostiene que la parte financiera es esencial . «Ajustar presupuestos y asegurar financiación ha sido un desafío constante». Aunque, celebra, el equipo de BlaBlaBla siempre ha tenido claros los conceptos y las ideas que iban a implementar . Otra dificultad, añade, ha sido encontrar profesionales excepcionales para determinados puestos, pero han aprendido a lidiar con el estrés que esto conlleva.

La pandemia fue «un duro golpe» . En un abrir y cerrar de ojos se encontraron con una cascada de gastos y cero ingresos. Sin embargo, se adaptaron rápidamente, centrando sus esfuerzos en la digitalización y una mejor gestión empresarial. A pesar de las restricciones, dice que la ilusión se mantuvo intacta y surgieron nuevas oportunidades de negocio, como la implementación de servicios de entrega a domicilio y la popularización de sus famosos brunch en Pera Limonera.

En cuanto a los planes de futuro, Víctor Redondo revela que su misión es convertirse en «uno de los mejores y más importantes grupos de hostelería en Castilla y León». Su enfoque se centrará en consolidar y rentabilizar los negocios existentes, mientras se mantienen abiertos a cualquier oportunidad interesante que se les presente. Adelanta que habrá novedades en septiembre, lo que insta a todos los amantes del buen comer a estar expectantes a lo que pueda venir. Sin duda, el grupo BlaBlaBla, que el pasado mes de mayo recibió el Premio CEOE Valladolid 2022, continuará sorprendiendo a los vallisoletanos con su pasión gastronómica y su espíritu emprendedor .

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