Diario de Valladolid

Un año de la noche de terror del 'Chiqui' en Santovenia

Asesinó a un vecino y a un mando de la Guardia Civil, pasó 14 horas atrincherado en su piso y solo se rindió tras exigir metadona

Los agentes con ‘el Chiqui’ el 1 de julio de 2022 tras 14 horas de encierro y dos asesinatos. -E.M

Los agentes con ‘el Chiqui’ el 1 de julio de 2022 tras 14 horas de encierro y dos asesinatos. -E.M

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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La noche de terror de Pablo Antonio Santamaría Herranz, ‘el Chiqui’, cumple hoy justo un año , aunque a los vecinos de Santovenia no les hace falta mirar el calendario, porque los ecos de esta tragedia les acompañarán durante mucho tiempo. La enloquecida espiral de violencia que ‘Chiqui’ desplegó en esta localidad de 4.604 habitantes, matando a su vecino y, viejo amigo  –lo que son las cosas,– Dionisio Alonso Pardo , ‘Dioni’, de 46 años, y al jefe de la unidad de élite de Intervención de la Guardia Civil, Pedro Alonso Casado ‘Perico’, de 54, ocupa desde esa madrugada del 30 de junio al 1 de julio de 2022, un lugar destacado entre los crímenes más estremecedores de la crónica negra de la provincia. 

Todo empezó por una disputa previa entre dos familias de vecinos del portal número 8 de la calle Alfredo Martín de Santovenia. En la que residía en el 3º A, la de ‘Dioni’,  y la que okupaba la expareja de Pablo Antonio ‘el Chiqui’, y la hija de ambos, el Bajo A. ‘El Chiqui’ residía en Geria pero solía acudir a Santovenia a ver a su ex. Ambos pisos eran casas okupadas , como tantas otras en esa calle.

Los orígenes de todo, según indicaron entonces fuentes de la investigación, eran unas rencillas no restañadas entre las familias de ‘el Chiqui’, de 46 años, y de ‘Dioni’. Ese día antes de que entrara en ebullición  la madrugada de pesadilla, tuvo lugar el primer encontronazo en la mañana del 30 de junio. Tras ver las ruedas de su coche pinchadas. ‘el Chiqui’ acudió a pedirle explicaciones a Dioni. Estaba convencido de que el daño en las cubiertas había sido obra de su hijo. Discutieron, pero la conversación no llegó a más. Horas después, las aguas seguían revueltas y volvió a recriminarle, en esta ocasión con golpes y con más implicados de ambas partes. Eran las 23.30 horas y la reyerta fue tumultuaria. 

La Delegación del Gobierno informó de una batalla campal con 12 personas intervinientes en la que usaron palos. Un testigo narró al Servicio 112 que unas 6 o 7 personas estaban pegando a otra que yacía en el suelo -–Dioni– con palos y cascos. Lesionados en la cabeza y otras zonas del cuerpo, Dionisio Alonso y su mujer C.N.A. fueron trasladados a las 0.10 horas de la medianoche en ambulancia al Hospital Clínico Universitario . Tras varios minutos de espera en Urgencias ‘Dioni’ se cansó y decidió regresar a Santovenia, ya que le recogió su hijo Aitor A.N. Su mujer se quedó en espera. 

Ahí empezó la tragedia con mayúsculas en el bloque 8 de la calle Alfredo Martín.  Los heridos hicieron mención a la Guardia Civil de que sus agresores podrían encontrarse, esperándoles, en la vivienda sita en calle Alfredo Martín 8. Y estaban en lo cierto, según los hechos probados, ‘Chiqui’ acudió a su domicilio de Geria a recoger un fusil Mauser y regresó a Santovenia . Su expareja y la hija en común de ambos se marcharon en taxi, ya que olisqueaban el apocalipsis, pero ‘el Chiqui’ se quedó en el Bajo A.  

Llegó entonces ‘Dioni’ y su hijo Aitor al inmueble y lo que hizo fue golpear la puerta del Bajo A y abrió ‘el Chiqui’. Portaba un fusil y efectuó sorpresivamente un disparo que alcanzó a Dionisio en el abdomen –y sin que este tuviera capacidad alguna de reacción o defensa -cayó este muerto desplomado al suelo del rellano del portal, para acto seguido dirigirse a su hijo Aitior que salió huyendo a fin de no recibir un segundo disparo, dado que Pablo Antonio Santamaría trató de cargar de nuevo el arma con intención de acabar con su vida, lo que no consiguió, al lograr  huir inicialmente hacia el ascensor y posteriormente hacia la puerta del portal. 

Golpeó al moribundo

El vástago se cruzó con los agentes de la Guardia Civil que en ese momento entraban al inmueble. ‘Chiqui’ regresó al interior del domicilio, cerró la puerta, aunque la reabrió unos instantes después para golpear con la culata del arma el cuerpo tendido de Dionisio. La Guardia Civil fue acumulando agentes y llegaron los de la Unidad Especial de Intervención , la UEI, la élite del Cuerpo, con el teniente coronel Pedro Alfonso Casado al frente. 

El atrincherado se negó a entregarse, estaba en compañía de su yerno Iván V.S.  A las siete menos cuarto de la mañana ‘el Chiqui’ fue consciente de la presencia policial a las puertas de su vivienda, y efectuó un disparo de intimidación que impacto en el techo, y al advertir el movimiento provocado por la llegada de la citada UEI de forma sorpresiva realizó, sobre las 7.12 horas, otro disparo, en esta ocasión a media altura, cuyo proyectil atravesó la puerta de entrada e impactó en la cabeza del teniente coronel Alonso , que en ese preciso momento se disponía desde el pasillo a realizar una visualización de la entrada del domicilio.

Falleció días después a consecuencia de la gravedad de las heridas sufridas , al atravesar el proyectil su casco de protección, debido a la potencia de fuego del arma.

Sobre las 12.40 horas, tras haber acordado con los agentes un intercambio de Metadona para la puesta en libertad de Iván , se produjo la liberación de este, quien había permanecido privado de la libertad de movimientos, atado de manos y tobillos con unas bridas y en algún momento encañonado y utilizado como “baza» por Pablo Antonio para negociar exigencias con los agentes, como que quitaran el papel que habían puesto en la mirilla o le facilitaran sustancias, dinero o un coche, anunciando que le cortaría los dedos con un machete.

Finalmente, a las 13.50 horas, Pablo Antonio comunicó a través del portero automático del edificio su salida acordada y la fuerza actuante procedió a su detención. El arma de fuego utilizada para la comisión de los hechos era un fusil marca Mauser, modelo Oviedo 1916, del calibre 7 x 57 mm Mauser, en correcto estado de funcionamiento, con su número de identificación parcialmente eliminado, y con su correspondiente munición. Pablo Antonio carecía de licencia para poseer armas de fuego. 

Tras prestar declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción 4 de Valladolid, Pablo Antonio Santamaría ingresó en el centro penitenciario de Valladolid el 3 de julio de 2022 como presunto autor de los delitos de doble asesinato, atentado, detención ilegal y tenencia ilícita de armas. Tras ingresar en la cárcel de Valladolid fue trasladado a la de Zaragoza. El juicio con jurado se celebrará a finales de 2023 o principios de 2014

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