Piden 6 años de cárcel para el hombre que intentó incendiar la comisaría de Delicias con gasolina

Todo se quedó en una tentativa, pero pudo ser una auténtica tragedia. Si no llega a ser el por el policía que vigilaba el perímetro de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de la calle Gerona, en Delicias, el varón Iván G.E., de 54 años, hubiera provocado un incendio con resultado devastador, ya que portaba una garrafa de diez litros de gasolina y un mechero . El juicio por estos hechos se celebra el próximo lunes en la Audiencia de Valladolid bajo la acusación por parte del fiscal de un delito de estragos en grado de tentativa , o alternativamente. de un delito de incendio con riesgo para la vida e integridad física, en grado de tentativa. Aunque la acusación pública concede que en Iván G.E. concurre la eximente incompleta de alteración psíquica , solicita para el acusado seis años de prisión, si bien añade que el internamiento por ese mismo espacio de tiempon podría cumplirse en un establecimiento destinado a personas con alteraciones psíquicas.

En su escrito acusación, el fiscal recuerda que los hechos se produjeron a las 03.00 horas del pasado 7 de febrero. El acusado primero se dirigió a una gasolinera de la carretera de Madrid, donde compró una garrafa de plástico y llenó la misma con diez litros de gasolina . También adquirió un mechero. Una vez pagados los productos, se dirigió andando por el paseo Juan Carlos I hasta llegar a las 3.55 horas a la altura de la Comisaría de Policía de Delicias, en la parte que linda con la calle Padre Benito Menni. Según el Ministerio Público su ánimo era “causar destrucción o deflagración” en las dependencias del CNP .

Ya en el lugar, se situó junto a la valla, hizo girones un trapo (a modo de mecha) , y saltó seguidamente al interior del recinto policial. Se introdujo en la zona del aparcamiento exterior y se dirigió a una caseta de obra próxima. Decidido a ejecutar su plan, se colocó detrás y manipuló la garrafa con el trapo.

Los hechos fueron observados por un agente que realizaba funciones de seguridad en la Comisaría , quien, a través de una cámara, vio estupefacto, cómo encaramaba la valla y se descolgaba hacia el interior. Los compañeros volaron a su encuentro y le localizaron junto a la caseta, con la garrafa. Al preguntarle por su incursión no obtuvieron una respuesta coherente. Sí se percataron, por contra, que des sus manos emanaba un fuerte olor a gasolina.

En las instalaciones se encontraban trabajando varios agentes en ese momento, por lo que “existió un riesgo tanto para su vida como para los bienes de la Comisaría” , ya que, además, estaban varios coches aparcados en el entorno, recuerda el fiscal, quien reconoce que el acusado presenta un diagnóstico compatible con trastorno de la personalidad y debe de estar sometido a seguimiento y tratamiento psiquiátrico.