Diario de Valladolid

Los 'Abel Caballero' de Valladolid

Villalán y Bobadilla acaparan los mayores respaldos para PP y PSOE, con otros 25 ejemplos en la provincia donde los candidatos superan el 80% de los sufragios depositados el 28 de mayo

Ignacio Sánchez, de Villalán, y Francisco Pastor, de Bobadilla.- E.M.

Ignacio Sánchez, de Villalán, y Francisco Pastor, de Bobadilla.- E.M.

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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'Presume' Abel Caballero de ser el alcalde más votado . Así, como apunte genérico. Pero esa fama circunscrita a su ciudad, Vigo , y a sus siglas, las del PSOE, se queda corta al ampliar el mapa. Los últimos resultados electorales, los de las municipales que se celebraron el 28 de mayo , ponen de manifiesto que sí, que su éxito es cierto porque el 60,86% de los vecinos de la localidad gallega que acudieron ese día a las urnas eligieron su papeleta, pero también revelan que dicho porcentaje fue superior en otros puntos geográficos . En Valladolid hay varios ejemplos por encima de esa referencia. Hay muchos ‘Abel Caballero’ en la provincia .       

Salvando las distancias de población, pues Vigo supera los 294.000 habitantes y esa cifra aquí sólo es mayor –y por poco– en la capital vallisoletana, destacan dos municipios donde los candidatos de las dos principales formaciones políticas obtuvieron el beneplácito mayoritario de sus súbditos . Arrasaron, vaya. En el grupo de los populares el aspirante que seguirá sujetando el bastón de mando en el próximo mandato por decisión casi unánime es Ignacio Sánchez en Villalán de Campos y, en el grupo de los socialistas, Francisco Pastor continuará al frente de Bobadilla del Campo porque así lo han decidido prácticamente ocho de cada diez residentes con derecho a sufragio.

«No sé si me emociona o me asusta», confiesa el primero de ellos sobre ese 94,73% de apoyos que le eleva al primer puesto en el ranking de regidores más votados en Valladolid, antes de apuntar que en el pueblo –uno de los tres de la provincia que se rigen como concejo abierto– son «críticos» y los vecinos «sólo dan el aplauso cuando es merecido» . Así que ese respaldo quizá deje un regusto más dulce, si cabe. Es cierto que en el pueblos son pocos, muy pocos, pero los hay incluso más pequeños y no se ha registrado este fenómeno de ‘todos a una’. A uno, más bien. De los 19 sobres que había en la urna de Villalán, 18 guardaban el nombre de Ignacio y uno el del postulante socialista. 

Tampoco hay que pasar por alto el elevado índice de abstención en el enclave terracampino, porque hubo once personas que el 28-M no acudieron a la cita electoral y eso podría traducirse en un 'tirón de orejas' a la gestión del alcalde, pero se trata de una abstención muy similar a la registrada en la última convocatoria de unas generales –las de noviembre de 2019– y en esa ocasión, como ya había ocurrido en 2016, los votos estuvieron repartidos, con mayor peso para Podemos en la balanza. 

Para elegir regidor, en Villalán votan a la derecha en un pueblo de izquierdas . Y lo contrario ocurre en Bobadilla , donde Francisco Pastor ha logrado el mejor resultado para el PSOE en la provincia vallisoletana, a pesar de que el pueblo se escora a la derecha . Baste comprobar que en las generales el PP concentró el mayor número de papeletas. Pero en las municipales no. En éstas el 78,73% de los habitantes ha querido que Francisco siga en el sillón de Alcaldía para un tercer mandato. Otro ‘Abel Caballero’. 

«Hay gente que me ha dicho que le ha costado meter la papeleta de mi partido en la urna, pero hemos hecho mucho trabajo pedagógico para explicar que aquí no se vota en clave nacional , sino lo mejor para el futuro del pueblo», sostiene el que sí era consciente de haber logrado el respaldo más abultado dentro de su formación. ¿Cuál es el secreto? «Trabajo, constancia y centrar las políticas en las personas, que es lo que se necesita sobre todo en los pueblos pequeños». La fórmula parece que le ha dado resultado. Recabó 174 de los 221 votos emitidos el 28 de mayo. Su mejor resultado. Quién se lo iba a decir cuando, allá por 2015, agarró el bastón por una diferencia con sus rivales de apenas cinco sufragios. 

Ignacio y Francisco, Nacho y Paco, son sólo dos 'abeles'. Pero en Valladolid hay otras 25 personas que acapararon, como mínimo, el 80% de las papeletas que se depositaron en las urnas de sus colegios electorales el 28-M. Es lo que ocurrió en Aguasal, Aguilar, Berrueces, Cabezón de Valderaduey, Canalejas, Castrejón, Castromembibre, Fombellida, Fuente el Sol, Langayo, Palazuelo, Pedrosa, Piña, Piñel de Abajo, Pozuelo de la Orden, Quintanilla del Molar, Ramiro, San Llorente, San Pedro de Latarce, San Vicente del Palacio, Siete Iglesias, Valoria, Villabaruz, Villafranca, Villamuriel y Villardefrades . En todos ellos, con candidatos del PP. 

De este listado, Aguasal destaca por otra particularidad que, además, se ha convertido en característica recurrente. Y es que allí toda la población llamada a votar ejerció su derecho , como viene siendo habitual. Así que se puede decir que el municipio más pequeño de la provincia es también de los más democráticos. No el único, pero los ejemplos son tan escasos que se pueden contar con los dedos de una mano. Sólo Corcos, Robladillo, Torrecilla de la Torre y Villanueva de la Condesa pueden alardear de compromiso por parte de sus vecinos. 

Alcanzar ese cien por cien de participación y dejar el marcador de la abstención a cero es más factible, por una cuestión lógica, en enclaves pequeños, pero la provincia está salpicada de pueblos de tamaño reducido donde no han logrado que todos los ciudadanos acudan a la llamada de las urnas. Así que no hay que restar importancia al quinteto donde han hecho pleno. Ni tampoco a Benafarces, Corrales, Gallegos, Marzales, Roturas, San Martín de Valvení, Valdearcos, Valdunquillo, Valverde, Villagómez, Villanueva de San Mancio y Villarmentero, en los que acudieron más del 90% de los ciudadanos con su DNI preparado.  

En el otro extremo, podría definirse a Velilla como el reducto de Valladolid más 'pasota' . Es el único pueblo donde el número de personas que se quedaron en casa superó al de votantes . De los 95 convocados, sólo fueron 44, frente a los 51 que no traspasaron el umbral del colegio electoral, así que la referencia alcanzó el 53,68%. 

En otro pequeño pueblo, Bustillo, el indicador de la abstención llegó al 41,18%, pero si algo destaca en el análisis de lo ocurrido el 28-M en la provincia es que los mayores porcentajes de ‘indiferencia’ ante la política local se vivió en los grandes núcleos : Laguna registró un 37,48% de abstención, Arroyo un 35,12% y Medina del Campo un 33,74%. Con más de un 30% se cuelan también otros enclaves importantes: Cigales, La Cistérniga, Fuensaldaña, Íscar, Peñafiel, Renedo, Santovenia, Simancas, Tordesillas, Tudela, Villanubla o Zaratán

En otros casos, independientemente de la proporción de vecinos que haya ido a depositar su papeleta, el resultado se antoja caprichoso . Que se lo digan a los de Esguevillas y a los de Herrín . En el primero ganó el PSOE. En el segundo, Toma la Palabra. Pero ninguna de las dos formaciones llevaba suficientes nombres en sus candidaturas y el PP tendrá más concejales. Así que todo a punta a que ganó la izquierda pero gobernará la derecha

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