Diario de Valladolid

Teatro de Calle Valladolid 2023 | Viernes 26 de mayo

El TAC en Valladolid. Cuando sobran las palabras

Con el lenguaje de la danza, explora el valor de la diferencia y la importancia de lo colectivo / La tercera jornada del Festival de Teatro y Artes de Calle contó con comprometidas propuestas de Stopgap Dance Company, Antonella D’Ascenzi, Colectivo Lamajara, Kamchàtka, Dyptik o Métrica Bárbara

Espectáculo 'Un jour de fête' de Dyptik Francia Mirage.- J.M. LOSTAU

Espectáculo 'Un jour de fête' de Dyptik Francia Mirage.- J.M. LOSTAU

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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Cuando se apela a las emociones, no suelen hacer falta las palabras . Lo sabe bien el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle, que siempre abona su programación con unas buenas dosis de compromiso con el presente. Y en ese empeño, la danza  –en la tercera jornada del TAC, los bailarines protagonizaban una veintena de las poco más de sesenta propuestas contempladas– se convierte en una herramienta eficaz para conectar con el espectador, sustituyendo el verbo por el movimiento, la palabra por el gesto. Lo sabe bien la compañía Stopgap Dance Company , que este viernes presentó Frock en la plaza Zorrilla.

Frock, vestido en inglés, que bien podría ser Freaks pues su estética –no sólo eso– evocaba la célebre película de Tod Browning . Un vestido. Una prenda. Una piel, a veces herida. Bailarines, alguno con movilidad reducida, que contorsionan sus cuerpos, que se buscan, que desde su individualidad y su singularidad, desde su vulnerabilidad, se buscan para encontrar apoyos. Un canto punk al valor de la diferencia y de la convivencia. Y que cada cual lleve el vestido o la piel que quiera o sienta.

De buscar apoyos, de la importancia de ‘construir’ una comunidad, una red de seguridad, para cobijarnos en los malos tiempos, hablaba también, en la plaza de Poniente, la italiana Antonella D’Ascenzi , que brindó por la tarde el estreno de Hilos . De nuevo a través de la danza, y también de las marionetas. «Es una metáfora de la conexión y de la estancia. Es una investigación sobre cómo la lejanía se puede transformar en eso», explicó antes de la puesta de largo la actriz y creadora, afincada desde hace años en España. El montaje, señaló, germinó en plena pandemia, un tiempo difícil que tuvo que afrontar con el reto añadido de la maternidad, estando lejos de sus seres queridos. «Hilos es también esa historia sobre la maternidad y sobre esa comunidad que acaba siendo una ayuda», concluyó la intérprete, que repetirá este sábado y el domingo.

La danza, a su modo, desde una poética del silencio –roto por la fricción de los objetos–, también es el lenguaje de las bailarinas de Métrica Bárbara , comandadas por Barbara Cappi en Portugalete con el espectáculo De una en una. Las intérpretes, manipulando viejas tejas, tan frágiles como ásperas y cortantes, componiendo formas, transformando el paisaje, exploran la sensación física de estar en las manos de otro. «Es la eterna construcción de una casa que solo tiene un tejado, que se va mudando de lugar en lugar», explicó Cappi antes de actuar.

Tampoco necesitan palabras los tres bailarines del Colectivo Lamajara que, con Träd , parecen llegados a la playa de Las Moreras como arrastrado por una ola lejana. Un cuerpo pugna por levantarse, se retuerce, salta, busca los brazos de quien le pueda coger, de quien quiera sostenerlo, de quien no sea capaz de caer derribado en el intento. Y conseguirá, al menos por un tiempo, su complicidad, encontrar un lenguaje –el del cuerpo– común, una mirada compartida, un mismo enfoque. ¿Qué somos, al fin y al cabo, sin el otro? 

A eso, sin palabras, trata de responder Kamchàtka con su «éxodo nocturno» –al cierre de esta edición aún no había comenzado–. Alter, explicó uno de sus creadores e intérpretes, Santiago Rovira, es el punto cero de una trilogía –que ya creían concluida– sobre la inmigración. «Nos quedaba hablar sobre los motivos que llevan a esas personas a dejarlo todo atrás, conocer esas historias que se esconden detrás de los números, de los muertos que se cuentan cuando se hunde una patera.

Miradas que invitan a reflexionar sobre cómo entendemos la existencia, levantando o diluyendo barreras, como individuos o como colectivo. Con el baile frenético de Espejismo . Un día de celebración, espectáculo inspirado en la vida de un campo de refugiados de Cisjordania, la francesa Dyptik también invitó a la reflexión en la plaza Mayor.

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