Diario de Valladolid

Comienza el juicio por el niño herido al electrocutarse con una farola en Valladolid

La familia del menor que se electrocutó en Castrillo de Duero pide seis meses de cárcel para la persona a quien atribuye trabajos en el cableado

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid celebra mañana el juicio por el caso del niño de 7 años que en agosto de 2016 resultó herido por electrocución al tocar una farola del alumbrado público en la localidad vallisoletana de Castrillo de Duero.

El fiscal del caso no acusa, si bien la familia del menor, personada como acusación particular, solicita una pena de seis meses de prisión para J.M.P.R, la persona a la que atribuye trabajos de reposición de cable eléctrico en la zona donde se produjo el accidente, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La acusación particular considera que los hechos son constitutivos de un delito de imprudencia grave con resultado de lesiones y, en consecuencia, pide para el acusado una condena de seis meses de prisión e idéntico periodo de inhabilitación para el ejercicio de su profesión y el pago de una indemnización de casi 31.000 euros.

El suceso se produjo sobre las 21.20 horas del domingo 14 de agosto de 2016 en el Camino de Las Bodegas de Castrillo de Duero, cuando el menor, de visita con sus padres ya que los abuelos residen en dicha localidad, quedó paralizado e inconsciente y comenzó a convulsionar al sufrir una descarga tras tocar al mismo tiempo una farola del alumbrado público y la valla de una parcela situada a unos 40 centímetros de distancia.

Testigo de los hechos fue la propia alcaldesa, Mónica Lucas Freire, quien entonces creyó que el menor, al que vio tendido en la acera, había sufrido una caída de bicicleta . "El susto que me llevé no me lo quito hasta el final de mi mandato'", aseguró entonces la regidora, quien destacó la rápida y a la vez serena actuación del padre, David M.O, que, con las precauciones necesarias para no sufrir también la descarga, logró rescatar al niño tras despegarlo de los dos elementos con los que permanecía en contacto.

Otro vecino de la villa, veterinario de profesión, practicó al menor las primeras maniobras cardiorrespiratorias que lograron reanimarlo, antes de su rápido traslado hasta el Centro de Salud de Peñafiel y su posterior derivación al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, donde permaneció dos días en tratamiento antes de recibir el alta médica.

Al parecer, según explicó en aquellas fechas la alcaldesa, ya otro niño había sufrido días antes otra descarga, mucho menos intensa, si bien tal circunstancia no había trascendido porque el afectado ni siquiera lo había comunicado.

La acusación particular, que ejerce la familia del menor, sostiene que el accidente se produjo como consecuencia de las graves deficiencias que presentaba el alumbrado público, con infracción de la normativa reglamentaria aplicable, así como en su mantenimiento.

Entre ellas cita la ausencia de toma de tierra en la farola que se debía conectar al cableado, una elevada tensión de 197 voltios--debía ser inferior a 24 voltios, entre el báculo de la farola y la valla próxima--, así como falta de protección de dicho báculo, con ausencia de conexiones a tierra, ausencia del diferencial encargado de proteger el circuito, mal estado de las conexiones y del cableado en general e inadecuados cierres de los registros de las farolas.

LO DE QUE HA SIDO UN RATÓN, "NO SE LO CREE NADIE"

El padre del menor, David M.O. aseguró que la hipótesis que se barajó desde el Ayuntamiento en un primer momento que apuntaba a un ratón como posible causa del deterioro del cableado "no se la cree nadie".

David M.O, que además trabaja en una empresa de instalaciones eléctricas, ha dudado de la existencia de las protecciones exigidas para estas estructuras, ya que, como ha explicado, el diferencial, ante una descarga así, debería haberse disparado, algo que no ocurrió, ya que su hijo sirvió de hilo conductor entre la valla y la farola durante al menos 40 segundos, el tiempo que tardó su padre en desengancharle mediante una patada.

La defensa del acusado, sin embargo, solicita un fallo absolutorio pues, como así precisa, el único trabajo que efectuó su representado fue en el año 2014 la reposición "puntual" de cable eléctrico que había sido robado, sin ninguna intervención ni en los trabajos de la instalación general del alumbrado en el año 2000 por encargo del Ayuntamiento de Castrillo que sí ejecutó, junto con otras mercantiles, un hermano suyo, V.B.P, fallecido en octubre de 2012, ni en los de mantenimiento del servicio.

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