La Diputación de Valladolid entrega 75.000€ a Cruz Roja, Cáritas y Banco de Alimentos con una línea para atender a refugiados ucranianos
Los convenios con estas entidades incluyen esta cantidad para cada una destinada a ayudas al alquiler de viviendas, cursos de empleo, alimentación de escolares y reparto de comida
Los convenios de lucha contra la exclusión social de la Diputación de Valladolid con Cruz Roja, Cáritas y Banco de Alimentos para este año, que están dotados con 75.000 euros en cada caso , incluirán una línea para atender a los refugiados ucranianos que residan en pueblos de la provincia. En la actualidad, hay unas treinta familias que han huido de su país tras la invasión rusa, por lo que las entidades tratarán de paliar sus necesidades en una primera acogida y facilitar el pago del alquiler de una vivienda.
Es una de las novedades de la renovación de los convenios que, como desde 2013, cubren las acciones formativas para la promoción personal y laboral de los colectivos atendidos, la atención residencial de las mujeres víctimas de violencia de género , la alimentación y las necesidades básicas esenciales en vacaciones de los escolares en situación de vulnerabilidad , las ayudas de alquiler de viviendas y el reparto de alimentos para las familias con problemas económicos.
El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, aseguró este lunes en Zaratán que el objetivo de la institución con este tipo de ayudas es hacer de la provincia una “tierra de oportunidades para todos” . Para ello, subrayó que los convenios se adaptan cada año a las necesidades de cada momento, ya que han variado desde que se pusieron en marcha con la anterior crisis económica con la llegada de la pandemia y la crisis económica y social generada por la invasión de Rusia a Ucrania. “Sería un error pensar que aquí presentamos y hacemos lo mismo de siempre”, sentenció.
En este sentido, recordó que el convenio original firmado con Cáritas y Cruz Roja tenía como objetivo evitar el desahucio de familias en situación de vulnerabilidad. Un convenio que se ha ampliado para prestar acciones formativas para la promoción personal y laboral de los colectivos atendidos; la atención residencial de las mujeres víctimas de violencia de género; la alimentación y las necesidades básicas esenciales en periodos vacacionales de los escolares en situación de vulnerabilidad, a los que se unieron el pasado año las ayudas para el alquiler de viviendas de personas que solicitaron protección internacional y no han podido acceder a los programas ordinarios de ayudas o han salido de los programas de acogida; y la adquisición a productores locales de productos alimentarios destinados al servicio de distribución coordinada de alimentos de la Red de Protección e Inclusión de Castilla y León, informa Ical.
El convenio con el Banco de Alimentos también se ha adaptado a las necesidades que han surgido desde 2014, en parte condicionado por los nuevos hábitos que ha impuesto el COVID. De ahí que la tradicional recogida de alimentos en especie en los centros comerciales ha pasado a la donación económica que facilita al Banco de Alimentos la organización de stocks y la compra de los productos en función de las necesidades de cada momento.
Los 75.000 euros, que se pondrán ampliar a través de adendas, que recibirán la fundación se destinarán a la adquisición de alimentos de los que, en momentos puntuales, puede tenerse un déficit y que serán distribuidos por el medio centenar de entidades en la provincia de Valladolid, que en el año 2021 atendieron a un total de 4.128 beneficiarios. De ese dinero, 15.000 euros irán destinados a la adquisición de productos alimentarios a productores locales de la provincia.
En presencia de los responsables provinciales de Cruz Roja (Rosa Urbón), Cáritas (Eduardo Boelhoff) y Banco de Alimentos (Jesús Mediavilla), Conrado Íscar apostó por defender los derechos de las personas que más lo necesitan y proteger a los “más frágiles” que viven en el medio rural. “Los convenios han demostrado que son una herramienta útil a la sociedad de la provincia”, sentenció. De ahí que asegurara, según recogió la Agencia Ical, que la Diputación trabaja, por un lado, para reactivar el tejido económico de la provincia, con el acceso de más personas al mercado laboral con ayudas directas al empleo y al autoempleo, consolidación y crecimiento del empleos y cursos de formación. Por otro, reforzar las políticas sociales, que ya representan más del 50 por ciento del presupuesto de la institución.