Diario de Valladolid

SERGIO VALÍN | DIRECTOR DEL CENTRO ASTRONÓMICO DE CASTILLA Y LEÓN EN TIEDRA

«La meseta es un lugar privilegiado para la observación astronómica»

Arquitecto técnico «reciclado en astrónomo», como él mismo se define, participó en la construcción del innovador edificio que alberga dos observatorios, un planetario, sala de conferencias e instalaciones al aire libre. Único complejo de sus características en la Comunidad, recibe 7.000 visitas en un año estándar.

Sergio Valín, director del Centro Astronómico de Tiedra. / C. A. TIEDRA

Sergio Valín, director del Centro Astronómico de Tiedra. / C. A. TIEDRA

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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Pregunta.–  Hay varios ‘Días Mundiales de la Astronomía’ en el calendario y el primero se celebrará el próximo miércoles, 13 de abril, con el fin de despertar el interés en esta ciencia por parte de las generaciones venideras. Se trata de una celebración que surgió en California, en 1973. Puede ser un buen momento para reimpulsar la actividad del Centro Astronómico de Tiedra tras el Covid, ¿no?

Respuesta.– Efectivamente. Lleva dos años al ralentí por la pandemia. Durante el invierno el centro ha estado cerrado. El otoño, invierno y primavera es una época en que la máxima actividad es para los colegios, y han tenido suspendidas todas las salidas por el Covid, así que no se ha abierto. Ahora es cuando empieza a remontar, cuando los colegios comienzan a reservar visitas. El tema del Covid nos ha perjudicado mucho. Hemos tenido muy pocas visitas.

P.– ¿Ahora el centro reabre?

R.– Anunciamos la reapertura en marzo y ya ves el mes que tuvimos en marzo, climatológicamente hablando… Esperemos que en abril la climatología sea más propicia para la observación astronómica. Por ahora, tenemos una actividad especial programada para el próximo sábado, 16 de abril. Ese día realizaremos en el observatorio una actividad especial para las familias, para que padres e hijos tomen contacto con el mundo de la astronomía. Dedicaremos la tarde a ver las constelaciones y muchas cosas más, en nuestro planetario, y después, desde nuestros telescopios, observaremos el sol. Una tarde para aprender desde el entretenimiento.

P.– Con la mejora del tiempo llegará la eclosión de la instalación…

R.– Más que los Días Mundiales de la Astronomía, que también sirven desde el punto de vista publicitario, quizá lo que llama más la atención de los visitantes sean los eventos astronómicos, como las lluvias de estrellas. En esas fechas además solemos preparar actividades con observación y también con una cena. Porque para el visitante la astronomía está bien, pero si va acompañada con gastronomía, mucho mejor. También damos la bienvenida al verano con la noche más corta, el solsticio… Todas las citas que organizamos las vamos anunciando en nuestra página web cieloytiedra.com.

P.– Pero eso de la lluvia de estrellas todavía está lejos, no es hasta mediados de agosto…

R.– Esas son las Perseidas, que son las más conocidas, pero hay varias lluvias de estrellas a lo largo del año. Ahora, por ejemplo, tenemos un evento para el sábado 23 de abril, que son las Líridas, una lluvia de meteoritos que vienen de la constelación de Lyra. No son tan conocidas pero están ahí.

Para ese día tenemos una observación centrada en eso. Luego con telescopio exploraremos otras cosas, y después, en el ágora exterior, hay instalados unos bancos donde la gente puede tumbarse y disfrutar del cielo. Allí explicamos las constelaciones que se ven a simple vista, para conocerlas, orientarse por las estrellas, y que vean las estrellas fugaces. Hay varias lluvias de estrellas, por ejemplo en mayo están las Eta Acuáridas por la constelación de Acuario.

P.– Una característica del centro, que le diferencia de otros museos o centros de interpretación al uso, es que las visitas son preferentemente nocturnas…

R.– Sí, nuestro fuerte es por la noche, aunque los colegios suelen visitarlo de día, y entonces lo que hacemos a nivel de observación es la solar, y lo apoyamos con otros recursos como el planetario. Los institutos se están animando a hacer alguna visita nocturna. En invierno eso es más fácil, porque a las seis de la tarde ya es de noche.

P.– ¿Cómo es una observación diurna en el Centro Astronómico?

R.– La observación diurna se centra en el Sol y se realiza con los telescopios del Observatorio 1, provistos de los filtros adecuados para observar nuestra estrella con seguridad. La actividad suele comenzar por una sesión guiada en el planetario, en la que se muestran los movimientos del cielo, del sol y de los planetas. También se ven algunas constelaciones, fundamentalmente aquellas que recorre el Sol a lo largo del año y que forman el zodiaco. Termina con unas nociones de evolución estelar: el nacimiento, la vida y la muerte de las estrellas.

Después se da una pequeña charla sobre el Sol y su observación de forma segura, para a continuación observarlo a través de los telescopios especializados del centro. Este esquema de la actividad es el que realizamos con las visitas particulares, para las visitas escolares o de grupos se adapta el programa a los intereses del grupo de que se trate.P.– ¿Y una nocturna?

R.– Esa comienza también con una sesión guiada en el planetario como la anterior, que hará especial hincapié en constelaciones y objetos astronómicos interesantes que sean visibles esa noche. Parte de la sesión de planetario se sustituye, cuando el buen tiempo lo permite, por una observación del cielo a simple vista en el ágora exterior. Para finalizar, observamos directamente con los telescopios los objetos más interesantes de la noche (nebulosas, galaxias, planetas, cúmulos de estrellas, etcétera).

Aparte de estas visitas, también organizamos ‘fines de semana astronómicos’ con diversas actividades para las familias.

P.– ¿Se recupera el observatorio después de la pandemia?

R.– Los colegios empiezan a animarse pero deberíamos tener más actividad. La pandemia llegó en marzo, justo cuando comienzan las visitas porque mejoran las circunstancias meteorológicas, y cuando empezábamos a levantar cabeza llegó el parón. Teníamos más de 40 colegios contratados en esa primavera y se fue todo al traste.

P.– ¿Hay más observatorios de estas características en la comunidad de Castilla y León?

R.– De estas características es el único. Planetario hay otro, el de Valladolid, pero no con telescopios como estos. Nosotros tenemos en funcionamiento dos observatorios y un planetario de apoyo.

P.– La fama de cielos claros y limpios para ver las estrellas la tienen las Islas Canarias. ¿Castilla y León también es buena en eso?

R.– Lo bueno de la Meseta castellana es que está muy alta. Es un lugar privilegiado para la observación astronómica. Y Tiedra está en los Montes Torozos, que ya gana unos cien metros más de altura respecto a las poblaciones que la rodean. Es un altiplano que viene de la zona de Palencia y que acaba en Tiedra. Aprovechamos esa altura. Por otro lado, está lo suficientemente lejos de poblaciones grandes que puedan contaminar lumínicamente. Se trata de un espacio estratégico, que a la vez cuenta con buena comunicación por carretera.

P.– En un año normal, un año sin la desgracia del Covid, ¿cuántos visitantes recibe el observatorio?

R.– Alrededor de 7.000, entre alumnos y visitantes particulares, más o menos mitad y mitad. Ese es el objetivo a recuperar después de la pandemia. Pero la gente está como con miedo de gastar en ocio, con la que está cayendo.

P.– Además de actividad de ocio esto es didáctico y educativo. Tendrán algún convenio con la Consejería de Educación...

R.– Pues no, sinceramente. Saben que existimos pero ayudas no tenemos. Por más que lo hemos intentado, al ser un centro privado no nos dan ningún tipo de ayuda. Ni la Consejería, ni el Ministerio. A la hora de la construcción sí tuvimos una subvención de fondos europeos a través del Grupo de Acción Local, el de Tordesillas, que subvencionaron un veintipico por ciento. Bienvenida sea, aunque llegó con tres años de retraso. Pero el centro ya se construyó hace nueve años.

P.– Por su ubicación y características será un centro caro de mantener.

R.– Sí, es caro de mantener, pero el grado de satisfacción de los visitantes es muy alto.

P.– Y sirve para aportar actividad económica a la zona.

R.– Efectivamente, somos una sinergia muy buena. Al ser nocturnas las visitas, se incrementan las pernoctaciones en la zona. Las casas rurales, los hoteles de Toro, de Tordesillas, lo notan.

Por otro lado, un centro de estas características se convierte en una oficina de turismo más, porque la gente que viene al final te pregunta qué más cosas se pueden hacer por los alrededores. Dónde pueden comer, dónde pueden cenar, qué pueden visitar…

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