Valladolid duplica la almendra central y prohibirá el paso a vehículos sin etiqueta el próximo año
El Ayuntamiento dará luz verde en el Pleno de marzo al Plan de mejora de la calidad del aire, que expulsa del centro a los coches más contaminantes / Más de 40 cámaras registrarán las matrículas para vigilar el acceso
La ‘almendra central’ de la ciudad duplica su extensión respecto a la primera zona experimental hasta los 3,1 kilómetros cuadrados, y comenzará a restringir el acceso de los vehículos más contaminantes en el segundo semestre de 2023. Así lo explicaron ayer el alcalde de Valladolid, Óscar Puente y la concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, tras un encuentro con las entidades que han presentado alegaciones en plazo.
Valladolid
Los coches contaminantes no podrán circular por Circular, Hospital Militar y Farnesio a partir de 2023
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La superficie de exclusión del centro de Valladolid, denominada formalmente Zona de Bajas Emisiones (ZBE), está a un paso de hacerse realidad con un calendario claro. La norma que regula este área, bautizada con un nombre tan poco automovilístico como Plan de Mejora de la Calidad del Aire, será aprobada en fase de comisión el próximo miércoles, para ser ratificada por elPleno del Ayuntamiento siguiente, en marzo. Con posterioridad el Consistorio elaborará una ordenanza municipal para establecer las exclusiones y sanciones.
El objetivo es que todos los instrumentos normativos estén listos en el segundo semestre del próximo año, 2023, cuando se prohibirá la circulación en el área descrita a los vehículos ‘sin etiqueta’ ambiental, es decir, los gasolina con normativa Euro 3 o anterior (anteriores a 2005) y los diésel de normativa Euro 4 o anterior (anteriores a septiembre de 2009). Es decir, solo podrán circular los ‘cero emisiones’, los ‘eco’, los categoría ambiental B y los categoría C.
El acceso se restringirá progresivamente hacia coches más ecológicos, de tal manera que en enero de 2025 no podrán entrar los B, y en enero de 2030 tampoco podrán circular por la zona restringida los C, quedando limitada al uso de vehículos ‘eco’ y ‘cero emisiones’.
El Ayuntamiento ha presentado un proyecto para financiar con fondos Next Generation la instalación de 41 cámaras de seguridad que controlarán el acceso y recorrido de los vehículos mediante el registro de las matrículas. «Así se podrá comprobar que un coche determinado ha entrado, por ejemplo, a un aparcamiento público o ha cumplido algunas de las causas de exención», explicaron los ediles.
Esas cuatro decenas de ojos anotarán y comprobarán las matrículas a lo largo y ancho de todo el perímetro ZBE, comprendido entre las calles Puente Mayor, Juana de Castilla, Arzobispo José Delicado, Paseo del Hospital Militar, Paseo del Arco de Ladrillo (bis) y Paseo del Arco Ladrillo, Santa Fe, Paseo Farnesio, Avenida de Segovia, Túnel de Labradores, Calle de la Vía, Calle Unión, Nicasio Pérez, Plaza de San Juan, Huelgas, Real de Burgos, Chancillería, Gondomar, Rondilla de Santa Teresa, Mirabel, Plaza de San Nicolás y Puente Mayor.
Alegaciones
Sánchez explicó que el periodo de información pública de la norma acaba de concluir, con 70 alegaciones. La Junta de Castilla y León es la administración que más alegaciones presentó, 25 (se han estimado 18). Seguida de Ecologistas en Acción con 21 (8 estimadas), el Grupo Municipal del PP con 10 (una estimada parcialmente); Ciudadanos con 7 (2 estimadas), y la Federación de Vecinos Antonio Machado, Asamblea Ciclista, La Curva y CCOO.
El Ayuntamiento ha aceptado, así, una treintena de alegaciones para mejorar el Plan, que pretende «reducir la contaminación a través de la racionalización del uso del coche privado y el fomento del transporte público», explicó la concejala del área.
La finalización periodo de información pública, «por dos meses en lugar de uno, que es lo obligatorio», subrayó el alcalde, conduce a la aprobación definitiva del Plan de Mejora de la Calidad del Aire que se implantará de forma escalonada. Las exenciones que se recogerán en la ordenanza se destinarán a los residentes, empresas de reparto, vehículos de emergencias, transporte público y otras.
«La contaminación atmosférica es uno de los principales problemas medioambientales asociados a las ciudades, al que debemos hacer frente decididamente, tal como llevamos haciendo desde 2015, cuando llegamos al gobierno municipal», destacó el regidor.
El Plan contempla también un diagnóstico con un inventario de las emisiones contaminantes e incorpora «medidas para mejorar la calidad del aire en la ciudad, con el propósito de llegar a cumplir con los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud». La ZBE que se desarrolla en el Plan «cumple con la Ley de Cambio Climático, que hace obligatorias esas zonas en aquellos municipios de más de 50.000 habitantes», añadió Puente.
María Sánchez, por su parte, destacó que según los estudios técnicos, la aplicación de una ZBE permitirá obtener una reducción de los gases contaminantes de efecto invernadero de entre el 26% y el 78%, aproximadamente en la propia zona, en función del nivel de restricción. Y una reducción de entre el 2 y el 5% para toda la ciudad, con especial incidencia en el óxido de nitrógeno y las partículas en suspensión.
El proceso ha pasado, por la incorporación de las aportaciones presentadas en el marco de la Agenda Local 21, su aprobación en Junta de Gobierno y en Comisión y, posteriormente, su aprobación inicial en el pleno de la Corporación del 27 de julio pasado.