Diario de Valladolid

Condena de 7 años de cárcel por clonar en cajeros decenas de tarjetas y luego ‘vaciarlas’

Copiaban los datos de 10 clientes en solo tres horas y colocaron hasta cinco trampas en un día / La banda manipuló 37 cajeros, 14 en Valladolid, 7 en León, 3 en Salamanca y uno en Burgos, Palencia y Zamora

Cajero automático manipulado para clonar tarjetas con el método skimming.- E. M.

Cajero automático manipulado para clonar tarjetas con el método skimming.- E. M.

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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La Sala de lo Penal de la sección cuarta de la Audiencia Nacional ha condenado a un súbdito chino a siete años y medio de cárcel por manipular cajeros, especialmente en Valladolid, para clonar las tarjetas de clientes y luego extraer dinero una vez clonada la banda magnética y grabado el pin cuando lo tecleaba el cliente. Es el conocido método del ‘skimming’. 

La lista de afectados por la banda de este varón asiático, solo en Valladolid y en el plazo entre junio de 2013 y marzo de 2014, es de varas decenas de perjudicados, teniendo en cuenta que, del total de 37 cajeros manipulados para el delito, 14 lo fueron en la capital del Pisuerga, en algunos casos de forma frenética, ya que en una tarde  llegaron a colocar hasta tres trampas en zonas distantes como las sucursales de Caja España de la avenida de Segovia, la calle San Isidro y la calle San Quirce. 

Por fortuna, no todos los afectados de Valladolid legaron a sufrir la sustracción de su dinero gracias a la respuesta diligente de las entidades financieras en algunos casos ya que bloquearon las tarjetas nada más tener constancia de la localización del dispositivo. Con todo, la sentencia de la Audiencia Nacional revela que, en cada acción, lograban, de media los datos de la tarjeta de una decena de víctimas.

La resolución aporta un dato concreto del dinero que sustraían. En una manipulación del cajero de Caja Laboral en la plaza de San Antonio de Salamanca, lograron ‘pescar’ gracias al dispositivo los datos de nueve tarjetas bancarias, con las que realizaron extracciones en muy poco tiempo por valor de 3.785 euros. 

El ahora condenado se sentó el pasado 24 de noviembre en el banquillo de la Audiencia Nacional para la celebración de un juicio que se demoró más de la cuenta, por la compleja investigación desarrollada por la Policía Nacional en un marco de absoluta opacidad y hermetismo, ya que los agentes tuvieron que abrirse camino entre sospechosos chinos y malayos –principales nacionalidades de la banda– caracterizados por no entender nada del español y por no conocer absolutamente a nadie. 

La detención del ahora condenado se produjo el pasado el 14 de febrero en Madrid y no tardó en ingresar en prisión de forma preventiva a la espera del juicio. El fiscal le acusó de formar tándem con un compinche malayo, y de participar, en concreto, en quince hechos delictivos. Instalaciones de dispositivos de clonación y sustracciones que llevó a cabo, según recoge la sentencia, entre el 30 de noviembre de 2013 y el 15 de marzo de 2014. 

Detectado por la policía

Entre ellos, el cometido el 1 de marzo de 2014 en la sucursal de Caja Labooral de la calle Delicias a las 7.40 horas. Según la sala de lo Penal, actuó con una persona que no ha podido ser localizada, y por fortuna el golpe salió mal. No pudieron conseguir  su propósito porque dicho dispositivo fue recogido a las 9.52 por agentes de la Policía Municipal, previamente alertados por una usuaria del cajero que se percató de que había gato encerrado en el sistema. 

Pero este contratiempo no les echó para atrás. Esa misma mañana se fueron a un segundo cajero donde habían instalado la trampa, el de la oficina de Caja Laboral de la calle Cardenal Cisneros (Rondilla), a las 8 de la mañana. Lo retiraron a las 10.10 horas, pero definitivamente no era el día de los cacos. Los implicados obtuvieron los datos de diez tarjetas, pero no pudieron realizar sustracciones irregulares, ya que la cooperativa de crédito bloqueó las tarjetas antes de que pudieran ser utilizadas. 

Detenido con los equipos

El ahora condenado decidió probar suerte en sucursales de la capital charra y el 8 de marzo de 2014, colocó su equipo de ‘skimming’ en el cajero de Caja Laboral de la plaza de San Antonio de Salamanca. Como se ha mencionado anteriormente, obtuvieron los datos de nueve tarjetas bancarias, con las que realizaron extracciones irregulares por importe de 3.785 euros 

Lo más llamativo es que regresaron a la carga al día siguiente en la misma oficina. No consta utilización ilegítima alguna de tarjetas copiadas en este caso, ya que la entidad bancaria procedió al bloqueo de las seis de su titularidad. Su paso por la capital del Tormes se cerró con una instalación trampa ese mismo día en la sucursal de Caja Laboral de la calle Villamayor, un golpe que abortaron una vez alertados por una llamada telefónica.

El ahora condenado acabó detenido tras un golpe en la sucursal de Caja Laboral del paseo de Sagasta de Zaragoza el 15 de marzo de 2014. Los vigilantes de la oficina recelaron y las patrullas policiales se echaron encima. Llevaba 1.535 euros encima, además de moneda extranjera. Él y su acompañante portaban un cable conector USB, pegamento y un acople para una microcámara. 

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