Diario de Valladolid

JESÚS POSADAS | Presidente de ACOR

«Venderemos las 31 hectáreas de suelo de Valladolid y todo lo invertido en Rumanía»

Al nuevo titular de la cooperativa remolachera le han colgado el sambenito de delfín de Carlos Rico, quien fuera presidente durante 16 años, pero él insiste en que ahora hay que apuntar al futuro y no al pasado: «En ningún momento en mi proyecto y mi candidatura ha participado ni he contado con él», asegura.

Jesús Posadas. J. M. LOSTAU

Jesús Posadas. J. M. LOSTAU

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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Ingeniero técnico agrícola; 60 años; ex vicepresidente de la cooperativa; agricultor de la localidad vallisoletana de Santovenia, donde cultiva remolacha, oleaginosas y hortícolas, entre otras. Esas son las credenciales con las que el pasado 10 de septiembre Jesús Posadas tomó el relevo en la presidencia de Acor, tras unas reñidas elecciones que por poco terminan en empate entre dos de las tres candidaturas en liza.

Pregunta.– Gana usted la presidencia de Acor por muy pocos votos, pero obtiene un equipo de cuatro contra quince. ¿Y ahora, qué?

Respuesta.– No me gusta esa expresión de ‘cuatro contra quince’. Había dos candidaturas en las que el 80% del programa era común y el 20% restante aportaba cada uno cosas nuevas. Lo que hay que hacer ahora es sumar.

Yo ayer estuve reunido con Eliseo Veganzones, que es el vicepresidente y entraba en la candidatura de Justino Medrano. Hemos trabajado juntos anteriormente en la mesa de Acor durante años. Siendo positivos, esto nos va a unir más, y sobre todo va a unir a los socios que tenían dos conceptos de la cooperativa no muy diferentes. Aparte, de esta manera estamos representados el 80% de los socios en el consejo rector. Más que nunca. Es la mejor forma de integrar. Por eso vamos a coser la cooperativa y vamos a hacerlo bien.

P.– En la campaña dijo usted que el anterior presidente, Justino Medrano, era un pirómano, y él le responsabilizó a usted de respaldar inversiones no rentables en épocas anteriores. ¿Ahora ya no es pirómano?

R.– Es una forma de expresarse... Me refería al conflicto, al ‘incendio’ entre los otros dos candidatos a mitad de mandato, que ahora se presentaban como bomberos. Son expresiones que hay que tomarlas en su contexto, e iban dirigidas a los dos candidatos, no a sus candidaturas.

P.– ¿Optará por un programa de integración de las dos líneas?

R.– Hay un porcentaje altísimo de coincidencia en los programas. Hablamos de desinversiones comunes como la fábrica de Valladolid, el proyecto de Rumanía... Hay mucho en común y eso será lo primero, entiendo, que llevaremos a cabo.

P.– Usted tiene el sambenito de que lo cataloguen como el delfín de Carlos Rico. ¿Eso cómo lo lleva?

R.– Es un sambenito que me han colgado pero creo que sin motivo. Rico tuvo su etapa y creo que cuando dejó de ser presidente de Acor, terminó. Yo en ese momento también consideré que había terminado mi etapa, sin embargo por la situación de las elecciones anticipadas decidí dar el paso y montar una candidatura. Pero insisto: en ningún momento en mi candidatura ni en mi proyecto ha participado ni he contado con Rico.

P.– En aquella etapa apostaban por poner los huevos en distintas cestas, y Medrano vino a hacer lo contrario. ¿Hay que diversificar o volver solo a la remolacha?

R.– Tanto la diversificación por parte de Rico como la reducción por parte de Medrano son momentos económicos diferentes. En este momento nosotros pensamos que debemos reforzar lo que tenemos, y ver de qué forma podemos generar nuevos cultivos para la sociedad Acor.

P.– O sea, diversificación.

R.– Pero primero hay que decidir con el servicio agronómico y, por supuesto, con las colaboraciones que tenemos de muchas otras entidades, si hay cultivos nuevos, rentables para nuestros socios en Castilla y León. Y si fuese así, potenciarlo. Alternativas para el socio, y si hubiera que acompañar con una industria, veríamos la forma de hacerlo.

P.– ¿Que habría que hacer con el proyecto de Rumanía?

R.– En esto tenemos muy claro y coincidimos todos los que hemos salido elegidos: Ese proyecto nació en un momento y con unas empresas que en este momento no existen. Consideramos que no es ahora esencial y necesario para Acor. Estamos buscando la desinversión.

P.– ¿Con el solar de la antigua fábrica de Valladolid?

R.– Nosotros lo tenemos bastante claro: Yo lo he hablado ayer con Eliseo Veganzones. Ese solar es un inmovilizado que en este momento no tiene ningún sentido que siga generando gastos. No vamos a ir a montar una fábrica a cuatro kilómetros de la Plaza Mayor. Son 31 hectáreas de suelo urbano, una parte industrial y otra urbana sin edificar. Hay que estudiar una desinversión.

P.– ¿Las oficinas de Valladolid?

R.– En este momento en una parte está el área de presidencia y dirección general y algunos trabajadores. Hay otra parte vacía. Hay varias opciones. Creemos que es importante que siga habiendo unas oficinas en Valladolid y por otro lado la sede social está en Paseo de Isabel la Católica número 1. Para cambiarla habría que hacer un cambio de los estatutos.

P.– ¿La oficina de la calle Goya de Madrid?

R.– Está rentabilizada, porque allí hay empresas de las que somos socios. Tienen allí su sede social y están pagando unos alquileres. Otra cosa es que quizá la mejor ubicación no sea un piso de la calle Goya, porque hay un gran mercado de oficinas en Madrid. Todos estos asuntos los tenemos que tratar en el consejo rector.

P.– ¿El proyecto de Quintana, en Palencia?

R.– Se compró en concurso de acreedores y fue una buena compra. Una planta de biodiésel que nunca llegó a arrancar, y unas naves de almacenamiento. La idea era vender las antiguas instalaciones de biodiésel y usar las naves como instalaciones para acopio de la zona de Palencia y el norte de Burgos, donde hay mucha pipa de girasol, y traerlo directamente a fábrica. No sé la situación actual y no lo he comentado con el consejo, pero si continúa como anteriormente se podría usar como zona de acopio.

P.– Medrano logró descabalgar a Rico en su día porque el socio vio que algunos miembros del consejo cobraban sueldos a la altura del presidente del Gobierno y sus ministros. Había salarios de directores de área de 120.000 euros anuales y más. Medrano ajustó esa nómina, aunque con la contrapartida del pago de grandes indemnizaciones. ¿Todo esto se va a mantener, o va a seguir disminuyendo la nómina?

R.– El día 10 de septiembre el socio optó por presente y futuro. No por pasado. Yo, desde luego, estoy aquí como presidente de Acor, y estoy seguro que el nuevo consejo rector está hablando de presente y de futuro. No de pasado. 

De ahora en adelante todas las remuneraciones que cobre cualquier persona de los órganos sociales pasan por la decisión del consejo rector y posteriormente serán comunicadas en la asamblea general. No hablo solo de la del presidente, sino de cualquier remuneración de cualquier persona elegida el pasado día 10.

P.– Asegura el tercer candidato en número de votos, Eduardo Arroyo, que la venta de la planta fotovoltaica de Tordesillas se hizo por una situación catastrófica de tesorería. Afirma que Acor podría estar a punto de declarar concurso de acreedores. ¿Está Acor al borde de la quiebra?

R.– En absoluto. Acor tiene muchísimo músculo y pulmón como empresa y lo que tenemos que hacer es reforzarla como cooperativa. A nivel económico, tiene una estabilidad y una seguridad completa.

P.– Medrano cifra el fondo de reserva en 112 millones de euros, tras perder 50 por una antigua multa de Hacienda. Arroyo dice por su parte que todo eso se ha dilapidado. ¿Hay fondo de reserva, no lo hay, cuánto?

R.– Lo hay, 112 millones, y es suficiente. El fondo está donde debe estar, en el balance. Tal y como lo explicaban era muy engañoso. Es una cantidad suficiente para ser una empresa con músculo, y está cubierto de sobra lo que marca la ley. Hablar de los fondos cuando la gente no conoce los pormenores es lioso, confuso y manipulador.

P.– ¿Qué es lo primero que hay que hacer, lo más inmediato que hará como presidente?

R.– Lo más inmediato que hay que hacer es arrancar una magnífica campaña azucarera.

P.– ¿Tiene usted en mente mantener el pacto con las opas y los 42€ euros por tonelada de remolacha?

R.– Nuestro deseo no es mantenerlo, sino incrementarlo.

P.– ¿Qué previsiones hay para la campaña que arrancará en unos días? ¿Hay una fecha decidida?

R.– El arranque posiblemente se decida el jueves de la semana que viene en la primera reunión del nuevo consejo rector, en función de los últimos muestreos. Se prevé una buena campaña, con  11.459 hectáreas, que pueden producir entre 160.000 y 170.000 toneladas de azúcar. Son más que el año pasado, que cerró con 159.066 toneladas.El incremento podría rozar el 10%. En la pasada campaña se contrataron unas 10.500 hectáreas.

P.– ¿Qué mensaje le daría el nuevo presidente de Acor a los socios?

R.– Que confíen en nosotros, en los nuevos órganos sociales. Que estamos de acuerdo, y que los próximos cuatro años van a ser de estabilidad y de apuesta de futuro.

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