Los nombres de los 2.647 represaliados culminan el memorial del Carmen
El mural reserva dos placas vacías para futuras incorporaciones / El objetivo del monumento es «dar testimonio de la barbarie» y recordar que «nada parecido puede volver a suceder»
Con un año de retraso, los nombres de las 2.647 víctimas mortales del régimen franquista en la provincia de Valladolid ya figuran en el cementerio del Carmen. La colocación de estas placas de acero terminó ayer y es la culminación del monumento concebido para rendir homenaje a todos los represaliados vallisoletanos o llegados desde otras provincias pero que encontraron aquí la muerte.
El mural debió estar terminado en febrero del año pasado, cuando se inauguró el memorial en un acto en el que también se dio sepultura a los 245 restos hallados en las cinco fosas comunes del camposanto. Ese día se rindió homenaje a los más de dos mil fallecidos desde la Guerra Civil, pero sus nombres no figuraban en la pared como estaba previsto.
Las discrepancias en torno a la elección de los símbolos que debía contener el monumento demoraron el encargo a la metalistería: en un principio el PSOE de Valladolid y la UGT pretendían ubicar en un lugar preferente el busto de su fundador, Pablo Iglesias, retirado en su día para poder efectuar las exhumaciones , algo a lo que se oponía la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Valladolid, partidaria de prescindir de cualquier mención expresa a partidos políticos y organizaciones, siguiendo el criterio integrador de la ONU.
Superado ese escollo, la pandemia y las dificultades técnicas surgidas después con las altas temperaturas durante el grabado con láser de las placas de acero no contribuyeron a agilizar los trabajos, que desarrollados por la empresa especializada Hermanos Morrondo.
Los operarios comenzaron el pasado viernes a instalar las láminas de acero sobre el gran mural en el camposanto vallisoletano. Y ayer remataron su colocación.
El siguiente mensaje encabeza el mural: «Esta construcción se levanta con dos objetivos: Recordar a las víctimas de la represión franquista. Hacernos eco, con dolor, de su agonía, de su soledad al morir. Hombres y mujeres asesinados por defender la legalidad democrática y republicana, conculcada por el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Acordarnos de ellas y estar ahora, de alguna forma, a su lado. Dar testimonio de la injusticia y la barbarie que se desencadenó. Porque el odio por pensar distinto, la intolerancia y las idolatrías no han desaparecido. Porque es necesario cada día recordar que nada parecido puede volver a suceder».
A continuación figura el nombre de Artemio Martín Núñez, de Aguasal, el primero de la larga lista de identidades, organizada siguiendo el orden alfabético de los municipios de la provincia, con la excepción de la capital, cuyos represaliados están al final.
También se han reservado dos placas vacías, sin nombres, de cara a las posibles incorporaciones que puedan plantearse más adelante, dado que las investigaciones continúan y es de esperar que se identifiquen más personas en el futuro.
Este memorial cierra un círculo rindiendo homenaje a todas las víctimas mortales identificadas en esta provincia, explica satisfecho Julio del Olmo, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Valladolid. Por un lado, pone fin al proyecto iniciado en el cementerio del Carmen hace cinco años y, por otro, expone los nombres de todas las personas identificadas en las últimas dos décadas en la provincia. «Dar visibilidad» a las víctimas es uno de los objetivos de esta agrupación memorialista, que lleva 19 años dedicada, por un lado, a la investigación para determinar cuántos y quienes fueron los represaliados y, por otro, a la localización, recuperación e identificación de los restos.
El memorial refleja los nombres de todos los vallisoletanos asesinados desde la Guerra Civil y durante el régimen franquista, así como de aquellas personas procedentes de otros lugares que murieron en este territorio, como es el caso de medio centenar de fallecidos nacidos en Valencia, Zaragoza o Cartagena y que fallecieron en los dos grandes campos de concentración que hubo en Valladolid.
Los trabajos en el camposanto del Carmen comenzaron en 2016, cuando la ARMH obtuvo los permisos de la nueva corporación municipal surgida tras las elecciones y comenzó con la primera cata donde se creía que podría haber una pequeña fosa . No fue en ese punto sino unos metros más allá donde apareció la primera. Y ésta condujo a otras cuatro, no en los cuadros de enterramiento sino bajo los caminos. En total, se exhumaron 245 cuerpos entre 2016 y 2017. Sólo unos pocos han podido ser identificados.
Dada la dimensión del hallazgo, el Ayuntamiento y la ARMH acordaron construir un panteón donde dar sepultura y custodiar los restos (una cámara de conservación que mantiene en condiciones de ventilación y sin humedades los restos humanos, de cara a posibles procesos de identificación o investigaciones antes estos asesinatos extrajudiciales que, como crímenes de lesa humanidad, no prescriben). Y junto al panteón se decidió construir también un memorial que rindiera homenaje a todas las personas que murieron «por trabajar a favor de la democracia».
En el panteón también se custodian de manera temporal los restos aparecidos en fosas de Medina del Campo, mientras su Ayuntamiento habilita un espacio en el cementerio de La Mota para dar su enterramiento. Y está abierto a futuros hallazgos de otros puntos de la provincia.