VANESA MUELA
«Los músicos estamos acostumbrados a pasar hambre pero ya nos cansamos»
Artista de música tradicional. Cantante y percusionista de Laguna de Duero, de la generación de 1978, comenzó a cantar a la edad de cuatro años y a los seis realizó su primer recital, y desde entonces no ha parado. En solitario o con sus grupos Zaraval y Hexacorde, esta pandemia ha trastocado todo un verano lleno de conciertos. Sin embargo, hace sonar la mejor de sus sonrisas para ver un futuro con armonía. De momento este jueves en Patio Herreriano y el día 10 en Valencia
Pregunta . La he visto muy enganchada a Facebook durante este confinamiento. ¿No tenía horno en casa para preparar bizcochos?
Respuesta . (Risas). He hecho de todo. También he cocinado. Pero como tengo 17.000 seguidores en Facebook, y aunque me gusta más lo artesanal y lo físico, pues he dado un sucedáneo para poder estar con ellos. He hecho vídeos por todos los lugares de la casa.
P.- ¿Con una mascarilla no suena nada?
R.- Nada. Y tampoco voy a cantar con mascarilla. Me hace gracia cuando escucho que hay que pintarse una sonrisa, pues yo no. La normalidad es que hay que volver de verdad a ella y dejarse de tonterías.
P.- ¿Qué ha aprendido de todo esto?
R.- Si te digo que nada, te digo la verdad. Yo tengo la suerte de que reflexiono y siempre he valorado lo que tenía. No hace falta que haya venido esta pandemia para saber lo bonita que es la vida y para valorar a mi familia, a mis amigos, mi pareja o a mi trabajo. No saco cosas positivas de esto, para mí ha sido una faena muy gorda.
P.- Ha hecho música con cacerolas. ¿No la habrán confundido con los del barrio de Salamanca?
R.- (Risas). Me ponía de los nerviosos cuando las escuchaba. Pensaba, «pero cómo se puede tocar tan mal». Con lo bonito y maravilloso que suenan los instrumentos de cocina. Me parece bien que lo haga, pero ya de hacerlo, hazlo bien.
P.- ¿A quién haría usted una cacerolada?
R.- A la gente que ha denunciado a sus vecinos. A los que no tienen empatía. Pero más que una cacerolada, intentaría hacer una comida para tener un punto de encuentro.
P.- El cancionero popular castellano es muy rico y usted lo conoce bien. ¿Qué frase pondría a lo que estamos viviendo?
R.- No soy mucho de refranes. No me gusta utilizar frases que usa todo el mundo. Lo único que quiero es que no se repita. Tenemos mucha manía de vivir en el futuro, y lo que vaya a venir no lo sabemos. Así que disfrutemos del presente.
P.- Y por el confinamiento se quedó sin recibir el premio FACYDE. ¿Se lo mandaron por Amazon?
R.- (Risas). No, me quieren ver. Lo vamos a posponer e iré a recogerlo a Gijón en otoño. Hubiera sido muy frío recogerlo por correo.
P.- 38 años de carrera, ¿ya hacía música con el sonajero?
R.- Pues no, pero con dos añitos ya tengo fotografías con cascos puestos y escuchando discos. Lo curioso es que en mi casa nadie cantaba, pero mis padres sí que bailaban.
P.- Ya ha podido quedar con amigos para tocar, ¿le ha costado no dar abrazos?R.- Un montón. Me tengo que sujetar con unas maromas. Soy muy cariñosa y tocona. La chorrada del codo me pone enferma. Quiero hacer duetos para Facebook pero de momento solo he convencido a Ángel Levid para venir a mi casa y grabar. No sé vivir con miedo, ni me gusta.
P.- Pues si ya era crítica con el apoyo institucional a la música y a la cultura ¿qué va a decir ahora?
R.- Pues pedir que no se aprovechen de los artistas ni de la cultura. Los presupuestos ya estaban concedidos, así que no se lo gasten en otra cosa. Me da miedo que el pato siempre lo paguemos los mismos. Los músicos estamos acostumbrados a pasar hambre, pero ya nos cansamos. Si puedes estar en una terraza de un bar también puedes realizar una actuación controlando el aforo.
P.- Dicen que ahora todo el mundo quiere irse a la España vaciada, ¿A qué le suena eso?
R.- Pero si vivir en Castilla y León es vivir en la España vaciada. ¿A cuántos kilómetros cuadrados tocamos? Normal que todo el mundo se quiera ir vivir ahora a lo rural, tenemos una vida estupenda. En Valladolid y en sus pueblos hacemos un hueco a todos los que quieran.
P.- Cantante de música tradicional. Con lo mal que visto que está lo tradicional en estos días.
R.- Sí sí, y no soy folklórica arrepentida (risas). Si lo tradicional ha funcionado siempre, será por algo.
P.- En su repertorio lleva temas de las nueve provincias de Castilla y León. ¿Es la única que ha encontrado ese nexo de unión entre todas?
R.- Pues tenemos más cosas que nos unen que nos separan. Aunque el folklore ya es diferente, todos cantamos y bailamos lo mismo pero cada uno con su estilo. Ahora que todo el mundo reivindica a nivel político su independencia, tengo que decir que en Castilla y León no somos tan diferentes
P.- ¿España es un país de pandereta?
R.- Eso me ofende mucho. La frase correcta es ‘España es un país de zambomba y pandereta’. Siempre se dice de forma despectiva, y yo respondo, «y a mucha honra». Gracias a ello somos los que somos. Las generaciones anteriores hicieron mucho por este presente.
P.- Haga honor a su apellido, ¿qué soporta menos que sacarse una muela?
R.- (Risas). Cuando todo el mundo esté sin muelas, yo siempre tendré una. Con esto del Covid se habla tanto de la solidaridad, pues yo he visto mucha maldad. No soporto a la mala gente. Volveremos a la normalidad, pero el que era gilipollas antes, lo seguirá siendo.
P.- ¿Y ahora qué palo va a tocar?
R.- No se sabe. Solo sé que lo hago con optimismo y positividad. Esto se va a pasar y seguiremos cantando y tocando como toda la vida. Las aguas volverán a su cauce.
P.-Las famosas ‘Agachadillas’ dicen ‘Agáchate Pedro’. ¿Cree que Sánchez debería hacerlo o sacar pecho?
R.- (Risas). Al Gobierno, igual que a todos, le ha pillado esto de improvisto, se podrían haber hecho las cosas mejor, pero tengo mis dudas de que otro gobierno lo hubiera hecho mejor.