Medio centenar de personas denuncian la “mala nota” a España por la muerte de 20.000 ancianos en residencias
La Coordinadora por la Defensa de las Pensiones de Valladolid aprovecha el Día Mundial para la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez para lamentar la “debilidad” del sistema de protección de las personas mayores
Alrededor de medio centenar de personas se concentraron hoy en la Plaza de Fuente Dorada de Valladolid, convocados por la Coordinadora por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (Coespe), para denunciar la “mala nota” que recibe España durante la pandemia del COVID-19, con cerca de 20.000 fallecidos en las residencias de personas mayores y de dependientes en el conjunto del país, según informó esta organización.
La crítica se puso de manifiesto con motivo, este 15 de junio, de la celebración del Día Mundial para la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez . A juicio de la coordinadora, estre escenario pone en evidencia una “vulnerabilidad, carencias y debilidades de un sistema asistencial basado en la externalización de servicios y en un modelo de gestión privada, que prioriza y prima el beneficio económico sobre la atención y el cuidado de las personas han tenido como consecuencias la precarización del servicio asistencial, la falta de recursos y de medios materiales y humanos para afrontar la crisis sanitaria”.
Además, prosiguió el manifiesto que leyeron los asistentes en Fuente Dorada, las consecuencias de la pandemia del COVID-19 “han evidenciado de una forma trágica esta debilidad” del sistema de atención y protección a las personas de edad y dependientes. Por ello, consideraron “necesario” que la sociedad tome conciencia de que este modelo basado en la asistencia residencial, “favorecido por las políticas de gestión privada y externalizada, han supuesto en la práctica un abuso y maltrato a sus usuarios”.
“No hay mayor abuso y maltrato que el silencio cómplice de la pobreza y el abandono al que hemos condenado a nuestros mayores. Es urgente implantar un nuevo modelo asistencial y buscar soluciones que impidan que lo acontecido en los últimos meses pueda volver a pasar”, incide el manifiesto.
Estas “carencias, sumadas a la “escasez de inspección, seguimiento y vigilancia del funcionamiento” de las residencias geriátricas por parte de la administración, “son razones de peso en el trágico balance y causas de la alta mortalidad producida en las mismas”. En este sentido, la coordinadora tachó de “deplorable y vergonzosa” la gestión de la crisis sanitaria en las residencias geriátricas, que califica de “centros de muerte y de malos tratos”.
“Sin duda, es más que cuestionable la legalidad de la aplicación de protocolos eugenésicos y triajes mórficos que ha condenado a miles de personas mayores a morir en soledad y desamparo, sin recibir la debida y adecuada atención médica”, denunció la Plataforma.
Por ello, opinó que “de nada han de servir los lloros y pésames políticos” de quienes ahora se ocupan “en lanzarse acusaciones de dejadez e incompetencia y que en su momento practicaron el amiguismo en favor de la privatización y mercantilización de los servicios de atención en las residencias”. “De nada vale el arrepentimiento sin memoria y sin un verdadero propósito de enmienda”, subraya el manifiesto.
Por último, ese cambio de modelo, afirmó, no se debe ejecutar sólo en residencias asistenciales, sino también en los actuales modelos de cuidados y protección a las personas de edad a través de la atención asistencial, “desde el punto de vista de la diversidad y que priorice a las personas y su bienestar, de acuerdo a sus necesidades y grados de dependencia”.