VALLADOLID
Ingresado un hombre al que se diagnosticó depresión cuando tenía coronavirus
La familia lamenta que tardaran una semana en hacerle las pruebas que confirmaron el contagio por la enfermedad
A Manuel Rodríguez Santos , el Covid-19 lo quiere derrotar. Y eso que él es un luchador, un trabajador al que ni la pérdida de una pierna, hace cuatro años, le ha privado de disfrutar de la vida, de su Club de los Seiscientos , por ejemplo. Hoy, este hombre de 72 años que trabajó de fontanero, calefactor o de operario en la Fasa permanece ingresado en una habitación del Hospital Clínico de Valladolid para desesperación de sus familiares, que lamentan que no se le realizara un diagnóstico más preciso en estos tiempos de saturación y carestía, de medicina de guerra. La semana pasada, le ‘detectaron’ un cuadro de depresión... cuando era el coronavirus lo que estaba laminando ya su salud.
La pesadilla comenzó el 18 de marzo. ‘Vente para casa, que papá está un poco alicaído’, le dijo a Begoña su madre. En su familia todos respetaban la orden de no salir a la calle . «Estaba en la cama, le dolía el pecho, y llamamos al médico de familia. Vino a casa, le diagnosticó depresión y ansiedad y le recetó medicinas para combatir ese cuadro. Nos dijo que le llevásemos a los dos días a hacer un electro , el viernes pasado, que dio todo en orden», rememoró ayer en declaraciones a este diario la hija de Manuel Rodríguez.
Este lunes, su salud se agravó. «No tenía fiebre, porque estaba tomando Nolotil , pero estaba en una situación lamentable y no era capaz ni de contener sus esfínteres. Le mandé vídeos a su médico, que desaconsejó que le lleváramos al hospital para no agravar su estado de salud, y nos pidió que le cuidásemos en casa y que le tuviésemos informado», recordó Begoña, que llegó a plantearse llevarlo al pueblo con el fin de que recobrase el ánimo ‘perdido’.
Fue otro doctor, un viejo conocido de batallas pasadas, quien convenció a la familia para que abandonara el plan y, en su lugar, llamara al 112. Eso fue este miércoles. No tardaron en llevarle a Urgencias. Al final del día, Begoña y los suyos supieron que su padre tenía neumonía como consecuencia del coronavirus, tras practicarle por fin las pruebas a las que dio positivo.
Aquella otra batalla ocurrió tiempo atrás. A Manuel Rodríguez Santos hace más de una década le pusieron una prótesis de rodilla. Aquello no fue bien. «En teoría rechazaba la prótesis, y por eso se le intervino después varias veces. Hace cinco años volvió a entrar en quirófano, en junio, y se pasó 420 días ingresado: había cogido una bacteria y tardaron en detectársela. Le amputaron la pierna para salvarle. Llegó a estar en la UVI... y salió de aquella como un campeón. En estos años ha seguido saliendo de marcha, conduciendo con su prótesis, arreglando coches...», recuerda su hija Begoña. «¿Por qué no va a poder vencer ahora al virus?», se pregunta la hija sin hallar respuesta.
A Begoña, a quien no se le ha hecho la prueba para ver si es portadora del virus, le dijeron ayer que el estado de su padre es ya tan delicado que no se contempla su ingreso en la UVI, «por su edad y sus patologías»