Diario de Valladolid

«Hemos ayudado a unos 5.000 niños ante enfermedades como el sida o la malaria»

Irene Kyamummi. Médica ugandesa impulsora del proyecto CHEP. Este proyecto con once años de vida ha educado a niños de las zonas rurales de Uganda en la prevención y detección precoz de enfermedades mortales como la malaria o el sida. Ahora comienza su andadura en Kenia.

Irene Kyamummi

Irene Kyamummi

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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La médica ugandesa Irene Kyamummi (Kampala, Uganda) lleva once años trabajando por la salud de lo niños. Desde que se graduara en la universidad de Makerere se ha dedicado a impulsar proyectos para llevar la asistencia sanitaria y la prevención de enfermedades a las familias más desfavorecidas y con menos recursos de Uganda. Ahora, y con cerca de 5.000 atendidos en su proyecto CHEP (Child Health Project) , Irene ha extendido su labor a Kenia donde quiere evitar la mortalidad infantil provocada por la desnutrición, las enfermedades infecciosas y el sida.

Su gran labor con los más pequeños le ha llevado a ganar el Premio Harambee 2020 a la promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Este galardón, que reconoce su gran labor y la de aquellos que colaboran con ella, la ha llevado a recorrer España dando a conocer el proyecto CHEP.

Para Kyamummi es importante educar a los niños en la prevención de enfermedades, aunque reconoce que cualquier ayuda es bien recibida para poder llegar a más colegios y ayudar a más familias. El gran obstáculo es, sin embargo, la financiación. Según los cálculos, 50 euros son suficientes para brindar atención sanitaria a un niño durante 10 años.

Pregunta.-¿Cuál es la inspiración para comenzar el Child Health Project? ¿Y la motivación para continuar con él?

Respuesta.-Lo que me inspiró es que el mismo proyecto comenzó en Kenia y tuvo mucho éxito. Ahora ha cumplido once años y sigue adelante. Ha hecho muchos cambios en las vidas de los niños y también los puede hacer en Uganda.

P.-¿Qué objetivos tiene?

R.-Uno de sus objetivos es reducir la mortalidad infantil a través de la prevención. Lo que hacemos son  visitas a los colegios porque atendemos a niños de entre 4 y 14 años, que es la edad de la primaria. Con las visitas, con la atención médica y con los chequeos los medimos, los pesamos e intentamos descubrir si tienen alguna enfermedad que se pueda curar más pronto. Hacemos esto porque, cuando pasa el tiempo, los padres los llevan al hospital cuando ven que es mucho peor y no se puede hacer nada. Es mejor hacer lo que se pueda cuanto antes.

P.-¿El proyecto se centra solo en los niños o también en las familias?

R.-Para la mayoría de los niños, solo con ellos. Pero si se descubre que un niño tiene alguna enfermedad por la que hace falta hablar con los padres, también lo hacemos.

P.-¿Qué enfermedades son las más comunes que se tratan de prevenir?

R.-Las más comunes son la desnutrición, porque tiene muchas manifestaciones en los niños, y cuando se pone peor es una de las causas más grandes de mortalidad. También enfermedades infecciosas, porque Uganda es una zona en la que hay mucha malaria y otras como las infecciones de los sistemas digestivos y respiratorios. También hay casos de parásitos, especialmente en el estómago, que se pueden prevenir solo con desparasitar a los niños al menos una vez al año. También el sida es muy común. A veces no se descubre hasta que los niños están muy enfermos. Con los chequeos y con los análisis, si se descubre, pueden empezar con el medicamento antes y así no morir por la enfermedad, porque aunque no se cura, se previene la mortalidad.

P.-¿Los niños que han pasado por el proyecto han ayudado después en su entorno?

R.-Los niños no, porque son muy pequeños. Sin embargo, sus padres hablan con sus amigos, otros padres, para recomendarles el programa CHEP. Lo que pasa es que como vamos a colegios concretos normalmente nos limitamos un poco. Pero siempre dicen cosas buenas sobre el CHEP. Pero todavía no hemos conseguido llegar a los niños de otros colegios.

P.-¿Es ese el objetivo a corto plazo, llegar a más niños?

R.-El objetivo es más a largo plazo porque queremos ir a más colegios. Para tener un sistema y poder hacer un buen seguimiento, la organización la hacemos por colegios.

P.-¿Cuántos niños ha ayudado el proyecto?

R.-En los once años en los que ha estado en marcha el proyecto hemos ayudado aproximadamente a unos 5.000 niños.

P.-¿Que sientes al recibir el premio Harambee?

R.-Para mí es un reto porque empezar no es fácil, pero voy a continuar. Estoy ilusionada y entusiasmada de empezarlo. Ya he hablado con profesores de los colegios, con las autoridades locales, con los padres de los niños y el panorama parece muy positivo.

P.-¿El proyecto CHEP podría llegar a extenderse por toda África?

R.-Yo creo que sí. Lo único que se necesita es gente con la voluntad de hacerlo, pero sí.

P.-¿Ahora mismo cuantas personas hay trabajando en el proyecto?

R.-En Kenia son cinco personas las que se dedican a hacer esto. Hemos conseguido ayudar a tantos niños por la continuidad, más que nada. Y mucho trabajo.

P.-¿Cual crees la mejor forma que hay para ayudar a las zonas de África afectadas por este tipo de enfermedades?

R.-Lo que más se necesita es ayuda financiera para poder atender a los niños para poder acceder a los análisis y tener los fármacos que se necesitan. Con la experiencia que tenemos en Kenia, los cálculos dicen que con 50 euros se puede ayudar a un niño durante diez años. Con la ayuda a través de Harambree se puede hacer mucho.

P.-¿Quieres aprovechar la oportunidad que te brinda el premio para invitar a la gente a que colabore?

R.-Me gustaría que todo el mundo conozca el proyecto para que ayuden de cualquier manera que puedan y que sepan que estamos dispuestos a aceptar todo lo que puedan dar.

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