Diario de Valladolid

LA QUINTA ESQUINA | ÓSCAR PUENTE

«Valoro la cordialidad de la Junta, pero mucho más que pague los servicios de su competencia»

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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«Es cierto que estamos en una etapa de más diálogo y más constructiva con la oposición, pero eso no lo pone más fácil al equipo de gobierno municipal, si no todo lo contrario: ahora no hay excusas para sacar adelante los proyectos que tenemos fijados hasta 2023», señaló ayer Óscar Puente, el primer entrevistado del programa La Quinta Esquina en la nueva etapa de 2019-2020.

El alcalde de Valladolid citó como proyectos estrella para el presente mandato avances sustanciales en el Campus de la Justicia, la mejora del nuevo estadio José Zorrilla y de su entorno, el parque agroalimentario y la mejora de los servicios públicos. Sobre los dos primeros, celebró que en la actualidad se estén desbloqueando trabas para entrar pronto en la deseada fase de ejecución de obras.

A preguntas del director de EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN, Pablo Lago; del director de LA 8 DE VALLADOLID y de ES.RADIO, Florencio Carrera, y del responsable de informativos de La 8 Valladolid, Óscar Villarroel, el regidor insistió en que no le reporta «ventaja alguna» tener enfrente una oposición (principalmente el PP) que no esté en la batalla permanente. Es más, auguró que la moderación de los conservadores no pasará a ellos a los Del Olmo factura en los comicios locales.

«La crispación ha bajado, no existe esa descalificación, esa visceralidad y esa realidad paralela (etapa de Martínez Bermejo). El anterior mandato empezó con el tema del soterramiento abierto en canal y ahora estamos en una etapa para desarrollar y explicar el plan de integración del ferrocarril con inversiones importantes».

Puente reveló que se presentará a las elecciones de 2023 y que su intención es llegar un día a contar con mayoría absoluta, pero insistió en que tener enfrente a un PP dialogante, es beneficioso para las dos partes. Tras citar en primer lugar a Pilar del Olmo como interlocutora presta para abordar proyectos de futuro y, en segundo lugar, a José Antonio de Santiago-Juárez, como segundo contacto, recalcó que esta situación es novedosa en su etapa de primer edil.

«Sé que ahora tengo un teléfono al que llamar cuando hay una cuestión de ciudad que necesita del apoyo de la apoyo de la oposición. Antes yo no lo tenía. Solo recibía exabruptos permanentes y hasta cuestionamiento de la legitimidad democrática. Creo que ha sido de sabios saber rectificar por parte del PP».

La cordialidad, reconoció Puente, también es extensible a las relaciones con la Junta de Castilla y León de Mañueco, pero no tardó en pedir más gestos para un mejor entendimiento. «Valoro la cordialidad, pero pido que esa relación sea más productiva y, en el tema concreto de su contribución a la ayuda a domicilio de los Servicios Sociales de Valladolid, debe de aportar el 90% del gasto que le corresponde, ya que ahora inyecta el 60% y provoca que el Consistorio asuma un 30% extra del gasto que no le corresponde», se quejó. A juicio de Puente, hay «tres o cuatro cuestiones» en las que la Junta debería implicarse más con su apoyo económico, como el respaldo a la Seminci.

El regidor no quiso ver esta falta de respaldo por no querer enfadar a otras capitales de la región. «Trato de defender que si la Comunidad fuese un tren, Valladolid sería la locomotora y si fuese un organismo vivo, sería el corazón. No queremos que no se atienda el resto del cuerpo ni el resto del tren, pero sí que se atienda algo importante: el que bombea más sangre tiene más capacidad de generar riqueza y bienestar en el entorno. Si Valladolid lograse tener esos apoyos puntuales y estratégicos, será en beneficio de toda la Comunidad. A veces tiramos piedras contra nuestro propio tejado por unos localismos mal entendidos», insistió.

Preguntado por la fluidez con el resto del gobierno de la Junta, como el caso de vicepresidente Francisco Igea, el primer edil reconoció que tuvo un encontronazo cuando el de Ciudadanos quiso autoinvitarse a una reunión señalada con el consejero de Cultura de la Junta, Javier Ortega, pero tampoco quiso extrapolar de este hecho a una mala relación con el titular de Transparencia.

«Ha pasado un mes desde que tuve la bronca con Igea, pero él va a bronca diaria con todo el mundo. Está claro que el problema no era yo, pero tampoco hay nada en lo personal, porque he estado con él en la Seminci con normalidad», aseguró.

Sobre el Parque Agroalimentario insistió en que es uno de los grandes proyectos del mandato, aunque reconoció que debe de apuntalarse con la implicación de la Junta y el Gobierno de España, el asentamiento de empresas tractoras y apoyarse en una vertiente más logística que productiva. «El Ministerio de Agricultura está definiendo su papel a través de Mercasa, algo clave, pero no oculto que el apoyo de la Junta es esencial, porque su actitud fue bastante pasiva en el anterior mandato. Espero que el consejero actual (Carnero), que es de Valladolid y es un hombre cabal, lo apoye. Hay que estar despiertos y con capacidad de reacción», insistió el alcalde de Valladolid.

Sobre el convento de las Catalinas, aseguró que su rehabilitación es «muy costosa» y por ello celebró que estén fraguandose conversaciones con empresas privadas hoteleras para la explotación de parte del recinto. «Va a costar mucho dinero sacar adelante el proyecto y podría ser una buena fórmula un proyecto mixto público-privado. De momento el primer paso ha sido un catálogo arquitectónico y topográfico para evaluar su estado y sus necesidades», indicó el primer edil.

REAL VALLADOLID

El alcalde se refirió a su relación actual con los dirigentes del Real Valladolid, para aclarar de entrada que «están encantados con la compra de Ronaldo y la visibilidad que le da a la ciudad». Es más celebró el fichaje del galo Matthieu Fenaert como nuevo director del Área de Negocio ya que, a su juicio, está realizando un gran trabajo «con un planteamiento muy realista y con futuro».

Puente ciñó, quizá a un desconocimiento legal, las pretensiones del brasileño para que la reforma del estadio recayese sobre las espaldas de la ciudad. «Quizá hubo unos planteamientos de partida erróneos. Carlos Suárez tenía un proyecto de reforma de 20 millones, en el que el Ayuntamiento pondría 5 y dijimos ‘sí’, y Ronaldo puso encima de la mesa uno de 40, en el que lo teníamos que pagar todo. Hay una opción ahora que ellos compren el estadio o que lo mantenga la ciudad y asumamos la reforma nosotros con los accesos, los anexos y los aseos como actuación preferente», dijo.

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