«El problema no es el sistema autonómico sino la dejadez del Estado»

El presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad, asistió ayer a la mesa redonda sobre el ‘Pasado, presente y futuro del parlamentarismo en España’ organizada por El Mundo de Castilla y León. El dirigente de este órgano legislativo, «joven» en comparación con las Cortes de Aragón, dio su visión sobre el posible futuro de estas instituciones en el país.

«Hemos entrado en una dinámica de la cultura de la inmediata, del ‘zasca’, que va en menoscabo de lo que es la calidad del debate político. Echo en falta debates en profundidad, con peso, y menos mirando hacia el titular o redes sociales», explicó Trinidad.

Así, reivindicó la política «de calle» y desmintió «el mito de que los políticos no salen a preocuparse de los problemas de la gente» y el parlamentarismo como debate «profundo» y «de peso».

Ante la estructura de los Estados de las autonomías, el presidente de la Asamblea de Madrid explicó que «no hay ningún sistema perfecto», pero, aunque los parlamentos autonómicos son «susceptibles de mejora», también son «verdaderamente efectivos» ya que desde ellos se fijan en «las necesidades exclusivas de sus ciudadanos».

Ante las posibles «tensiones territoriales» de muchas comunidades que se unieron «más por política que por sentimiento», el miembro de Ciudadanos manifestó que «lo conveniente es enmarcar las cuestiones competenciales de las instituciones», algo en lo que coincidió con el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, definiéndolo como «claves de bóveda para aplacar esas tensiones».

Y es que, para Juan Trinidad, los posibles problemas de las comunidades no son resultado «del sistema autonómico sino la dejadez por parte del Estado», por ello evidenció la necesidad de buscar la «eficacia y utilidad» de las leyes y mejorar sus aplicaciones en cada territorio. Además, hizo hincapié en que la política y las actuaciones deben ser algo recíproco, de las comunidades hacia el Ejecutivo central y viceversa.

La transparencia, la participación y los órganos de control acercan a la sociedad las funciones y competencias, todavía desconocidas, del parlamentarismo, que influyen «en sus vidas».

«Hay grandes retos en el parlamentarismo: la desafección de los ciudadanos hacia la clase política; y cómo gestionar esta fragmentación política que hay ahora; sí o sí tenemos que llegar a consensos», añadió Trinidad.

Preguntados por el concejal de Vox en el Ayuntamiento de Valladolid, Javier García, sobre los distintos derechos y deberes de los territorios y la posibilidad de legislar desde los consistorios, el presidente de la Asamblea de Madrid aseveró que «cualquier sistema es válido», pero que «los problemas van surgiendo porque el país va evolucionando» y que por ello las autonomías facilitan el trabajo.

Ante la pregunta de Jerónimo Lozano de URCACyL sobre la disparidad de leyes en las distintas autonomías, Juan Trinidad explicó que todas están basadas «en un marco básico nacional», que luego se adapta «en relación a sus necesidades (las de las comunidades autónomas)», ya que «no es lo mismo Galicia que Andalucía».

DEBATES

Algo que despierta interés en la política actual son los debates entre líderes políticos y grupos parlamentarios. Sobre esta dinámica preguntó Pilar Alonso, de Donantes de Sangre, e hizo referencia a su «utilidad» o si al final «es un intercambio de cromos».

El presidente de la Asamblea de Madrid expresó que «en los propios debates ya está todo decidido» y que no es más que una «escenificación política» de todo el trabajo previo «sin estridencias», ya que los procesos legislativos se realizan a puerta cerrada a base de ponencias e intercambios de ideas. «Para mí es lo más bonito del parlamentarismo porque no hay cámaras, no hay ese ‘vamos a venderle el titular al medio’», explicó Trinidad.

«La gente se sorprendería de la cantidad de acuerdos a los que se llega entre partidos que de cara a la galería parece que no tienen nada en común», concluyo.