El Ayuntamiento ‘capta’ a 600 mayores que viven solos para recibir teleasistencia

El Ayuntamiento comenzó el año pasado a telefonear, casa por casa, a los 9.000 vallisotetanos mayores de 85 años que –según el censo municipal– viven solos o con otra persona de edad similar para ofercerles el servicio de teleasistencia. Hasta ahora ha realizado unas 3.500 llamadas y ha conseguido ‘enganchar’ a 600 nuevos usuarios a esta prestación que, pulsando un botón, permite solicitar asistencia inmediata en cualquier momento.

La Concejalía de Servicios Sociales inició en mayo de 2018 esta campaña de captación ofertando de forma gratuita esta prestación durante tres meses para que las personas interesadas prueben este servicio y, en caso de quedar satisfechas, lo contraten de forma ordinaria (el coste máximo es de 12 euros al mes, aunque se calcula en función de la renta en cada caso). «Estamos llamando a todos», explica la concejala Rafaela Romero. Los técnicos seguirán contactando con los empadronados que figuran en una lista que aumenta cada año en esta tierra de creciente envejecimiento poblacional.

Esta iniciativa es una de las herramientas desarrolladas para detectar casos de soledad no deseada entre los vecinos de edad avanzaza, una situación que preocupa a la concejala y cuya «prevención» está contemplada en el Plan Municipal para las Personas Mayores que ayer presentó en rueda de prensa en el Ayuntamiento junto al alcalde, Óscar Puente.

Los hay que no necesitan ayuda, que cuentan con una red familiar de apoyo, pero son muchos los que están en riesgo de aislamiento. Y llegar a ellos no es fácil. El Ayuntamiento puede usar los datos del censo para ofrecer servicios municipales pero la protección de datos impide a otros colectivos tenderles directamente la mano. Por eso «hay que inventar nuevos sistemas de acercamiento, nuevas estrategias para entrar en casa de los mayores sin que se sientan invadidos», defiende Romero.

Y en esas anda también la Federación de Asociaciones de Vecinos Antonio Machado, impulsora del programa de Buena Vecindad con el auspicio municipal, un proyecto de voluntariado que se ocupa de acompañar a estos mayores y que estos días rediseña sus planes para introducir mejoras. Una de ellas, implicar a las comunidades de vecinos de cada edificio para estar alerta ante los casos de soledad no deseada. Éste fue uno de los asuntos tratados este jueves en una reunión celebrada con la federación vecinal a la que también asistieron representantes de la Universidad de Valladolid para ofertar a los estudiantes el voluntariado.

Entretanto, la Concejalía está trabajando en diseñar nuevas actividades que seduzcan a la población vallisoletana, promuevan la actividad y la empujen a salir del domicilio, una renovación que comenzará en el Centro Integrado de La Victoria y que podría exportarse después a los centros de mayores.

«Se trata de ir sumando», apostilla la responsable de Servicios Sociales. También indicó que dentro de un mes cuando se constituya el Consejo de Personas Mayores se convocará un grupo de trabajo para abordar de forma específica esta situación de las viviendas unipersonales.

En términos generales, el Plan Municipal para las Personas Mayores presentado ayer pretende dar respuesta al progresivo envejecimiento de la población en una ciudad donde uno de cada cuatro vecinos tiene 65 años o más, así como promover la calidad de vida y participación de la población. Las medidas ponen el foco en una «visión más comunitaria», indicó Rafaela Romero, no tan centrada en los centros de mayores como asomada al exterior para adaptarse a las necesidades de la sociedad, agumentó.

El de las Personas Mayores es el que cuenta con mayor dotación presupuestaria de los cinco planes municipales presentados ayer para promover una ciudad más «inclusiva, justa, solidaria y participativa» y que cuentan, en total, con 17,2 millones. Esa es al menos la cuantía procedente de la Concejalía de Servicios Sociales a lo que habría que sumar el esfuerzo llegado de otras áreas dada la «transversalidad» de las medidas.

El de mayores se lleva 16 millones de euros para el ejercicio 2020, una cuantía que engloba la atención directa con servicios como el de Ayuda a Domicilio. En este punto, Óscar Puente volvió a reivindicar a la Junta de Castilla y León «que asuma el 90% de la financiación», tal y como corresponde a la administración autonómica. En la actualidad sufraga el 60% del gasto total, mientras el Consistorio hace frente al 40% restante, agregó, «una situación que hay que corregir».

Los otros cuatro planes municipales aprobados este año se reparten 1,3 millones de euros.

NUEVAS ADICCIONES . El Plan sobre Drogas y Adicciones busca dar respuesta a los nuevos hábitos de la sociedad y prestará atención al uso inadecuado de las nuevas tecnologías y a la ludopatía, dos de las llamadas adicciones ‘sin sustancia’. Dotado con 113.000 euros, además de mantener la prevención de drogodependencias, incluye nuevas actuaciones «como la realización de talleres para informar y formar a las familias y jóvenes para un uso adecuado y responsable» de las tecnologías. Por otro lado, se realizará un estudio sobre la incidencia de la ludopatía y el juego a través de internet entre adolescentes y jóvenes.

ACCESIBILIDAD INTEGRAL. El II Plan de Acesibilidad absorberá 304.000 euros. Si el anterior se centró en mejorar la accesibilidad y en suprimir las barreras arquitectónicas, el nuevo texto «da un paso más» en la búsqueda de la «integración total» del ciudadano para garantizar sus derechos fundamentales y normalizar cualquier acto cotidiano, desde acceder a un museo a coger el autobús. La mitad de las propuestas contempladas consisten en mejorar la formación de los funcionarios «para tratar adecuadamente a todas las personas con discapacidad a la introducción de medidas en accesibilidad cognitiva». Además se prevé la adaptación progresiva de las bibliotecas municipales.

CONVIVENCIA INTERCULTURAL . El Plan de Convivencia Ciudadana Intercultural (102.000 euros) avanza en las medidas de acogida para las personas recién llegadas y promueve el respeto y la tolerancia hacia los grupos que por su diversidad puedan ser objeto de discriminación, explicó la concejala recordando la necesidad de integrar «a la segunda generación» de migrantes, «personas que no son de aquí ni de allí». Como novedad figura la incorporación a los órganos de participación del Observatorio Municipal de Derechos Humanos y las mesas de diversidad religiosa y de experiencias.

COOPERACIÓN AL DESARROLLO . El II Plan de Cooperación al Desarrollo (710.000 euros), instrumento de «lucha contra la pobreza y las causas que generan la desigualdad» contempla como destinos prioritarios nueve países de África y América (Senegal, Tanzania, Mozambique, Burkina Faso, Guatemala, Nicaragua, Bolivia y Perú), así como los países que históricamente son receptores de ayuda vallisoletana (Argelia en los campamentos saharauis, Costa de Marfil, México y los Territorios Ocupados Palestinos), los países limítrofes con Siria por el conflicto bélico y aquellos municipios de El Salvador, Bolivia y Ecuador «que gracias al Ayuntamiento desarrollan programas de cooperación técnica».